Este martes, se realizó la mesa de análisis titulada «Europa en su encrucijada y el impacto de los triunfos de la izquierda en Francia y Reino Unido», dirigida por Atanasio Campos Miramontes y José Luis Pinedo Vega. Durante el encuentro se debatió sobre el impacto global, la evolución de la izquierda europea hacia políticas neoliberales y su falta de consistencia en temas internacionales. Además de abordarse la crisis económica en Europa y el cuestionamiento del crecimiento como medida de progreso.
Inicialmente, Atanasio Campos hizo un extenso análisis retrospectivo sobre la izquierda europea y su evolución desde la caída del bloque socialista hasta la actualidad. Comenzó cuestionando la definición contemporánea de izquierda, señalando que muchos partidos que se consideran socialistas o socialdemócratas han adoptado políticas económicas neoliberales y han abandonado principios fundamentales como el estado de bienestar. Campos argumentó que esta evolución ha llevado a la izquierda europea a alinearse más con el liberalismo económico y menos con los ideales marxistas originales.
Además, criticó la falta de una postura coherente frente a la expansión de la OTAN y las políticas neocoloniales, acusando a líderes socialistas de contribuir al saqueo económico en América Latina bajo la bandera del desarrollo. Expuso cómo esta falta de principios ideológicos sólidos ha llevado a la izquierda a adoptar narrativas solipsistas y a centrarse en identidades fragmentadas en lugar de centrarse en la lucha contra la explotación humana.
Incluso también abordó la cuestión de la familia y la comunidad, argumentando que la izquierda ha descuidado estos valores tradicionales en favor de políticas que favorecen el mercado y fragmentan las estructuras sociales. Criticó la pérdida de solidaridad comunitaria y la creciente comercialización de aspectos de la vida cotidiana, desde la educación hasta la maternidad.
En cuanto a la política internacional, condenó la falta de oposición de la izquierda europea a la expansión de la OTAN y su postura ambivalente frente a conflictos como el de Ucrania. Argumentó que la izquierda ha abandonado su tradicional papel pacifista y ha adoptado una posición más beligerante y alineada con los intereses occidentales, lo cual considera un error estratégico.
Por su parte, José Luis Pinedo abordó la relevancia de Europa en el contexto global, destacando múltiples aspectos que subrayan por qué su situación es crucial para el mundo. Comenzó mencionando el interés general que despierta Europa debido a su influencia global y su impacto en diversas regiones, incluyendo América Latina, donde partidos de izquierda como Morena en México son observados de cerca y valorados por su enfoque en los problemas sociales y la justicia económica.
Pinedo describió un panorama económico europeo marcado por una prolongada crisis y estancamiento, contrarrestando la noción de crecimiento económico sostenido con datos específicos sobre el bajo crecimiento y alta inflación en países clave como Alemania, Reino Unido, Francia e Italia.
En el ámbito político, analizó las recientes elecciones europeas y destacó los movimientos hacia la izquierda en países de Reino Unido y Francia, así como la fragmentación política que dificulta la implementación de políticas efectivas. Criticó la falta de identidad clara en los partidos tradicionales de izquierda y derecha, quienes a menudo, mencionó, adoptan posturas centristas para asegurar apoyo electoral.
Reiteró, al igual que Campos, temas geopolíticos, como la guerra en Ucrania y la influencia de Estados Unidos y la OTAN en la política europea, argumentando que se perpetúa una narrativa simplista de «buenos contra malos» que justifica aumentos en el gasto militar y una agenda belicista que no resuelve los problemas estructurales de Europa ni del mundo.
Por ende, Pinedo sugirió que la izquierda debería articular propuestas concretas para abordar las desigualdades sociales y económicas, proponiendo medidas como incrementos salariales y mejoras en los servicios públicos. Por lo que enfatizó la falta de visión y propuestas claras por parte de la izquierda política.
Finalmente, se plantearon algunas líneas de acción, que la nueva izquierda podría abanderar en México, basándose en el contexto internacional y su influencia, para enfocarse en el desarrolló de un proyecto de desarrollo a largo plazo. Ambos especialistas propusieron fortalecer la soberanía digital y económica para reducir tributaciones a imperios económicos centrales, así como promover un turismo social que aproveche de manera equitativa los recursos turísticos locales.
Además, destacaron la importancia de crear cooperativas de consumo y producción para fortalecer la economía local, implementar soluciones de movilidad urbana sostenible y mejorar la formación ideológica dentro de los partidos para contrarrestar influencias conservadoras y neoliberales en el país.