La desaceleración de la economía nacional sigue estando presente. El INEGI reportó en el Indicador Oportuno de la Actividad Económica que ésta cayó 0.3% anual en mayo de 2025. Ello se manifiesta en la caída del empleo formal de 14.4% en el primer trimestre respecto al mismo período de 2024 y ello continuó en mayo donde hubo una disminución de 45 mil 624 puestos de trabajo, menos 0.2 por ciento respecto a abril. (IMSS) El empleo en la industria manufacturera, maquiladora y de servicios de exportación (IMMEX) ha venido cayendo, – 0.6% en abril respecto a marzo de 2025 y – 1.3% respecto a abril de 2024.
La caída de la actividad económica es consecuencia de la disminución de la inversión pública en 22.4% en el primer trimestre de 2025. Las exportaciones de vehículos que México realiza hacia EUA de enero a mayo 2025 muestran una disminución acumulada de 6.28% y la producción de autopartes de México disminuyó 8.2% en el primer trimestre de 2025 respecto almismo período de 2024, como consecuencia de las presiones arancelarias establecidos por EUA.
No se vislumbran condiciones de crecimiento hacia el mercado interno, debido a las altas tasas de interés, los recortes presupuestales, el no crecimiento de la inversión y consumo del sector privado, ni tampoco hay viabilidad de incrementar exportaciones ante la desaceleración de la economía estadounidense y los aranceles que ésta establece a sus importaciones, por lo que continuará la desaceleración de la economía nacional y el incremento del desempleo.
La alta tasa de interés incrementa el costo de la deuda y los niveles de endeudamiento de las empresas, familias y del gobierno. Los pronósticos es que la deuda del gobierno alcanzará el 60% del PIB en el 2025, no porque el gobierno esté incrementando el gasto, sino por la alta tasa de interés que aumenta el déficit fiscal y el monto de la deuda, lo que beneficia las ganancias de la banca y de las grandes empresas que tienen la deuda pública. Los deudores tienen que reducir el gasto e inversión para cubrir el pago de la deuda lo que contrae más la actividad económica.
Mientras prosiga la alta tasa de interés, los recortes presupuestales, el dólar barato y no se proteja la producción nacional frente a importaciones, la economía seguirá en su tendencia recesiva y con creciente desempleo y subempleo.
La recesión en que caerá la economía nacional no será debido a los aranceles establecidos por EUA, sino a la falta de respuesta de la política monetaria y Hacendaria para hacer frente a la caída de exportaciones, de remesas y de inversión extranjera. Los tomadores de decisiones de Banxico y Hacienda, al seguir favoreciendo al sector financiero y al gran capital con sus altas tasas de interés y recortes presupuestales, serán responsables de la caída de la economía, del mayor desempleo, subempleo y miseria, y de que siga expandiéndose la delincuencia.
Se acentuará a su vez el descontento de las pequeñas y medianas empresas que ven reducidas sus ventas e ingresos, como de los trabajadores, desempleados y subempleados que ven mermados sus ingresos y su nivel de vida.
El partido que ha gobernado desde el 2018 se fue a la derecha. No ha modificado la política neoliberal de los gobiernos anteriores. Se respeta la autonomía del banco central que le quitó el control del dinero al gobierno y lo obliga a trabajar con austeridad fiscal, lo que reduce el tamaño y participación del gobierno en la economía que le permite a la cúpula empresarial invertir donde el gobierno deja de hacerlo, lo que ha acentuado la privatización y extranjerización de la economía. Prosigue el libre comercio en el T-MEC que nos ha llevado a tener menos industria nacional, menor producción de granos básicos de consumo, menos empleo formal, bajos salarios, mayor deuda y menor crecimiento económico. Se instrumenta una política a favor del sector bancario, a costa de no tener política industrial, agrícola y de empleo. Las políticas sociales son electoreras, no dinamizan la economía, ni la generación de empleo. No hay proyecto de nación incluyente y soberano. La sociedad civil no está organizada, la oposición está rebasada; nadie convoca a movilización alguna para demandar que haya política económica a favor del crecimiento económico, del empleo y la distribución del ingreso.