Donald Trump y su equipo de seguridad aseguraron este domingo que Estados Unidos no está en guerra contra Irán después de arrojar mega bombas y misiles Cruise contra ese país en coordinación con Israel, y que no está buscando el cambio de régimen en esa nación, mientras que un inusual coro de voces liberales y conservadoras acusan que fue una acción inconstitucional que podría llevar otra guerra estadunidense sin fin.