Al ser cuestionado por periodistas sobre los señalamientos contra los exgobernadores Miguel Alonso Reyes y Alejandro Tello Cristerna por presuntas omisiones o malos manejos que habrían agravado la situación financiera del Issstezac y del subsistema Cobaez, el dirigente estatal del PRI, Carlos Peña Badillo, respondió que, si existen denuncias, estas deben presentarse ante las instancias correspondientes.
“Ha sido una constante del gobierno de Morena acusar sin probar absolutamente nada. Su villano favorito es Miguel Alonso”, acusó Peña Badillo en conferencia de prensa desde la sede estatal del PRI en Zacatecas. Sostuvo que se ha querido reducir el origen de la crisis al sexenio 2010–2016, como si los años anteriores no existieran ni implicaran responsabilidades.
Recordó que cuando Alonso Reyes asumió el cargo venía precedido de dos sexenios perredistas (el de Ricardo Monreal y el de Amalia García). Más aún, reflexionó que la situación crítica del Issstezac podría tener su origen desde la fundación del instituto, en tiempos de Genaro Borrego, cuando no se dimensionó el riesgo financiero que implicaba crecer las prestaciones sin asegurar su sostenibilidad.
El diputado José David González Hernández hizo eco de los llamados de Peña Badillo a no afectar a la clase trabajadora y criticó que el gobierno estatal no ha sostenido un diálogo permanente con los afectados. Recordó que, en la Legislatura anterior, los sindicatos avalaron la reforma al Issstezac.
Sobre el alcalde de Tepechitlán, Adolfo Cortez Santillán, el dirigente del PRI expresó su solidaridad ante la crisis política que mantiene inoperante al cabildo y las amenazas personales que el edil ya ha denunciado ante la Fiscalía.
Carlos Peña urgió al gobierno estatal a intervenir en el caso, pues aseguró que no se trata de un tema partidista, sino de garantizar la gobernabilidad y la seguridad en los municipios. “No podemos permitir que un alcalde, electo por otros partidos, sea abandonado a su suerte por no formar parte de Morena”, resaltó.
El también diputado local dedicó la primera parte de la conferencia de prensa a criticar el nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030 propuesto por el gobierno federal, señalando que el PRI votó en contra en la Cámara de Diputados porque el documento no parte de un buen diagnóstico ni de la consulta pública, añadió que las soluciones propuestas priorizan una “visión ideologizada del país”.
Acusó que en dicho documento no se atiende “el colapso del sistema de salud, el desabasto de medicamentos, la crisis educativa o el cambio climático”, y reprochó un supuesto debilitamiento del federalismo y desprecio por la sociedad civil.
Señaló que la estrategia de seguridad de “abrazos, no balazos” ha sido un fracaso rotundo, que ha dejado más violencia, más feminicidios y más desapariciones, sin que exista inversión en inteligencia o en fortalecimiento de policías locales.