En la presente colaboración continuaremos con lo que considero un análisis inicial y por ende preliminar al futuro que se le espera a nuestro país, México, con el nuevo gobierno de DONALD TRUMP que tomará el poder por segunda ocasión el 20 de enero del 2025, en dos meses.
Comentábamos en nuestra previa entrega que las cosas para mala fortuna de nuestro país no serían ni de lejos parecidas a lo que vivimos hace 8 años cuando el personaje en cuestión nos amenazó con todo – como lo ha hecho ahora durante su campaña – pero entonces no cumplió la mayoría de sus amenazas, vio con algo de empatía a LÓPEZ OBRADOR y el trato con México fue digámoslo aceptable, salvo el momento en que presionó a nuestro país con un incremento de los aranceles si no se detenía el tráfico de migrantes en nuestra frontera sur, lo que provocó que AMLO tuviera que destinar casi la mitad de su nueva GUARDIA CIVIL a la protección de la frontera sur, ante la amenaza tuvo que bajar la cabeza y muchos entendimos que no le quedaba de otra.
Actualmente, las cosas se ven diferentes con la organización de un gabinete nada moderado – como lo fue hace 8 años – sino claramente de extrema derecha, es decir, de derecha extremista y fundamentalista y lo podemos ver con el NUEVO SECRETARIO DE ESTADO, exgobernador de LA FLORIDA, MARCO RUBIO, enemigo a ultranza de CHJINA VENEZUELA y CUBA, un anticomunista en extremo que reimplantó en su estado la detención de todo quien fuera sospecho de ser indocumentado que podría ser detenido y procesado, aun y cuando sus papeles estuvieran guardados en casita. De ese tamaño es este señor y que dios guarde confesados a todos los que como un servidor sean prietitos cuando estas políticas se extiendan por su influencia a toda la unión americana porque o tenemos que portar pasaporte y visa o nos sabremos expuestos a una detención arbitraria con todas sus consecuencias.
Pero pongamos solo algunos ejemplos de aquellos que conforman el nuevo gabinete, un grupo de halcones que le ayudarán a cumplir su promesa de deportaciones masivas con el auxilio del ejército. Otro ejemplo es el del NUEVO FISCAL nombrado por TRUMP, Matt Gaetz, el mismo acusado y actualmente procesado por violación a una menor de edad, pero qué podríamos esperar en alguien que impartirá la justicia si el mismo TRUMP tiene 38 juicios en marcha que ya se anunció solo proseguirán al fin de su mandato y en algunos de esos juicios fue declarado culpable, y el nuevo fiscal, junto con el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, y el Zar fronterizo Tom Homan todos con una larga historia de ser antinmigrantes y que han declarado que desde el día uno de la siguiente administración se dedicarán en cuerpo y alma a cumplir la deportación masiva.
O Mehemet Oz, a cargo de Medicare y Medicaid, quien es un profundo adversario de la medicina científica – alópata – y simpatizante el mismo de la medicina alternativa, o el ex candidato Robert F Kennedy Jr. como nuevo encargado de la salud cuando se conoce su postura radical antivacunas; o Linda MacMahom al cargo de la educación cuando su experiencia es la lucha libre de donde siempre fue empresaria; o a Cantor Fitzgeral como secretario de comercio el mismo impulsor de las criptomonedas, o en la secretaria de Energía a un personaje que no cree en el cambio climático y que maneja una empresa de Fraking Chris Wright, y del vicepresidente ya mejor no hablamos porque muchos le consideran cien veces más conservador que el mismo TRUMP.
Y así podríamos seguir el análisis del nuevo gabinete solo que continuar podría desencadenarnos un infarto, mejor vayamos con las promesas y las posibilidades de cumplirlas o no.
Sabemos que en la Unión Americana existen 35 millones de latinos debidamente documentados a los que podríamos sumar otros 10 millones que trabajan sin documentos – la inmensa mayoría de origen mexicano – y que son a los que TRUMP pretende expulsar, y por el amor de dios de nada sirva que nuestra presidenta trate de recordar números que el magnate no escucha. Las consecuencias de la deportación masiva serian claro catastróficas para México, pero también lo serian para los Estados Unidos por que los expertos saben que entre un 50 y un 75% de quienes levantan las cosechas – fuera de los granos – de hortalizas y frutas en la unión americana son indocumentados, si esto me refiero a que la deportación masiva provocaría a la economía agrícola del gigante del norte, se desplomaría en automático, cosa que no le interesa mucho al próximo presidente que ignora o intenta ignorar que los latinos – 45 millones – documentados o no provén a la economía norteamericana de alrededor de 350 mil millones de dólares, por si solos representarían la quinta economía del mundo y de esos 350 mil millones 60 mil los envían a nuestro país por lo que estos recursos también dejarían de llegar y para entenderlo realicemos un cálculo, Zacatecas solo aporta menos del 0.5 % del PIB nacional, es decir, que la mayoría de los 40 mil millones que nos otorgarán de presupuesto para el 2025 – presupuesto que si bien ha sido recortado representa mucho más de lo que merecemos – y que representan una aportación solidaria de la federación, es decir, de los estados productivos, y ya se escuchan voces de estos como Jalisco que quieren dejar el pacto federal que consideran injusto por esto mismo porque son dineros que subsidian a estados pobres como el nuestro – dios nos agarre confesados – pues bien si Zacatecas sobrevive es que una cantidad más o menos similar la recibe en forma de remesas de nuestros paisanos que trabajan al norte de la frontera, sin esos recursos no solo entraríamos en quiebra sino en la más profunda de las pobrezas.
Entendamos que una persecución de los migrantes hará que se escondan y dejen de trabajar y en consecuencia dejen de ganar, esto ya de por si sería maligno para nuestra economía, PERO TAMBIÉN LO SERÍA PARA LA ECONOMÍA NORTEAMERICANA, pues los puestos agrícolas en realidad no interesan a aquellos que fueron despedidos por las fábricas, sobre todo de la industria automotriz, al dejar de existir en el centro y norte de la unión americana y ser trasladadas a nuestro país. Y la realidad es que, si bien TRUMP puede iniciar su deportación masiva, difícilmente logrará que las grandes fábricas automotrices se reinstalen en territorio norteamericano – y con ello los empleos que sí podrían ocupar los votantes de TRUMP – por el alto costo que esto implica.
De ello seguiremos hablando en nuestra próxima colaboración.
