■ Si volviera a nacer y me dieran a escoger, volvería a serlo, confiesa
■ Advierte que su labor va más allá de atacar incendios, es un sinfín de actividades
Para Julián Maldonado Aguirre ser bombero es como cuando uno se enamora, no hay palabras, sólo se siente algo especial. Con 25 años de trayectoria en esa profesión, primero voluntario y después como un trabajo remunerado, el zacatecano tiene claro que se va a morir haciendo algo bueno por alguien que no conoce.
A propósito de que hoy jueves se celebra el Día Nacional del Bombero, Maldonado es uno de los casi 250 bomberos que hay en el estado; siendo de los más veteranos está convencido de que su vida productiva la terminará en esa profesión.
Julián que es jefe de turno en la Unidad Estatal de Bomberos de Protección Civil de Zacatecas, donde empezó su trabajo en 1988; primero voluntario, unos años aquí en Zacatecas, otros en Estados Unidos y en 1996 es cuando comenzó a trabajar de manera activa, ya con la capacitación y experiencia lograda a lo largo de ocho años.
Si bien todos los niños juegan a ser bomberos, dijo que él en lo particular cuando era pequeño le tocó ver cómo un grupo de bomberos atacó un incendio muy grande fuera de Zacatecas, “ellos hicieron un trabajo que para mí fue impresionante al controlar y extinguir el fuego de proporciones grandes, me hizo admirarlos y quise ser igual de bueno como ellos”.
Es así que uno de los mayores deseos profesionales y personales de Julián Aguirre, es que sus dos sus hijos –que actualmente son bomberos voluntarios- sigan la tradición, se conviertan en bomberos profesionales, además de buenas personas, ciudadanos, vecinos, esposos, “esa es mi meta”.
Detalló que a lo largo de su trayectoria ha habido empatía entre su profesión y su familia, pues de niños sus hijos lo veían como un héroe, mientras que su esposa le ha dado todo su apoyo sin importar su ausencia en cumpleaños, navidades, aniversarios de bodas o bautizos. “Ellos me dan todo su apoyo y eso para mí es un cheque con muchos ceros que me anima a venir a hacer mi trabajo de primera y a la primera”.
Episodios que no se olvidan
En las más de dos décadas de experiencia, a Julián Maldonado algunos accidentes vehiculares y dos incendios forestales son los episodios de su trabajo que más lo han marcado; “tengo muchos casos, pero una vez me tocó sacar a un pequeñito de tres años que fue prensado por dos unidades motrices y un incendio forestal donde varios de mis compañeros y un servidor estuvimos a punto de perder la vida al no poder llegar a la ruta de escape”.
Sin embargo, aún con ser una profesión de alto riesgo, para Julián vale la pena trabajar en ello; “yo si volviera a nacer y me dieran a escoger, me volvería a casar con mi esposa y a ser bombero y si en la otra vida diosito o el chamuco tiene una estación de bomberos yo voy a meter mi solicitud para serlo”.
“Aunque es Dios quien salva vidas, yo sólo he ayudado a decenas de personas en contingencias y situaciones difíciles, dándoles las herramientas para que puedan sobrevivir”.
Para el jefe en turno de la Dirección Estatal de Bomberos, en la actualidad, dijo, lo difícil de tener esa profesión radica en aprender las técnicas, pues ya no se trata de llegar y arrojar agua, sino que existe planeación, adiestramiento, bases administrativas, ejecución y control. Incluso refirió que en casa caso se dan el tiempo para planear la estrategia, jerarquizar y describir funciones.
“No es difícil ser bombero, sólo es un asunto de vocación y de aprender las técnicas, no en vano desde 1910 se tiene registrado en Zacatecas que había servicio de bomberos”.
No sólo atacan incendios
Aunque la percepción ciudadana es que un bombero se dedica a combatir incendios, Maldonado explicó que su campo laboral abarca un sinfín de actividades; atienden desde el gato que está atorado en una alcantarilla y enjambres de abejas, hasta incendios domiciliarios, en industrias, comercios, fugas, en bosques y accidentes con materiales químicos peligrosos tales como las pipas, autotanques o carrotanques incendiados con gasolina, gas o que tienen derrames de amoniaco, cloro. Asimismo hay personal que sabe bucear para buscar personas ahogadas.
En Zacatecas los incidentes que atienden los bomberos varían dependiendo la temporada del año, en los periodos vacaciones están las fugas de gas, en las sequías están los incendios forestales, en invierno lo incendios eléctricos. Julián aseguró que el cuerpo de bomberos actualmente tiene un equipo de primer nivel, “primero nos acabaremos nosotros que nuestros cascos, el equipo está garantizado de por vida”.
Con 25 años de trayectoria, Maldonado agregó que su meta profesional para los próximos años es seguir en el cuerpo de bomberos para darle continuidad a los proyectos de prevención y seguirse capacitando para ayudar a las personas.
Festejos por el Día Nacional del Bombero
Ayer en el ámbito del festejo nacional, la Dirección Estatal de Protección Civil y Bomberos de Zacatecas organizó una serie de actividades que involucraron a las corporaciones de ocho municipios quienes mostraron sus habilidades mediante concursos en el primer Encuentro de Brigadas y Bomberos del Estado de Zacatecas donde los ganadores fueron acreedores a un viaje a Paraíso Caxcán.
El jefe de bomberos de Protección Civil, Antonio Caldera detalló que de los 250 bomberos contratados y voluntarios que hay en Zacatecas, existen municipios que tienen hasta tres, sin embargo, se está en crecimiento y ahora ya hay en varias partes del estado, de las 44 unidades municipales de protección civil, 13 tienen equipo de bomberos.
Si bien siguen teniendo carencias en equipamiento se ha avanzado, pero la capacitación es el principal reto de las corporaciones, dijo Caldera quien detalló que para equipar a cada uno de los bomberos se requieren alrededor de 60 y 70 mil pesos. Actualmente perciben un salario entre 6 mil y 7 mil pesos mensuales.
Actualmente el cuerpo estatal de bomberos sí tiene el equipo para enfrentar contingencias químicas, hospitalarias, rescate urbano, buceo y otros, aunque en muchos municipios no tienen ni lo más básico, agregó Caldera.
