La Toma de Zacatecas no solo fue una victoria militar que dejó abierta la ruta hacia la Ciudad de México y significó el principio del fin para Victoriano Huerta. También se convirtió en un punto de quiebre en la Revolución Mexicana, donde las alianzas comenzaron a fracturarse y la lucha entre revolucionarios se volvió inevitable.
Así lo explicó Felipe Ávila, director del Instituto de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), durante la conferencia magistral que ofreció como parte de las actividades del 111 aniversario de la Toma de Zacatecas.
En su exposición, Ávila detalló que, aunque la batalla no fue la más relevante desde el punto de vista militar, su impacto político y simbólico fue enorme. Con cifras escalofriantes, recordó que en la jornada murieron alrededor de 5 mil soldados federales y 800 revolucionarios, dejando también 2 mil heridos y 3 mil prisioneros.
El historiador resaltó que esta sangrienta victoria no solo desarticuló al Ejército Huertista, sino que también tensó la relación entre Francisco Villa y Venustiano Carranza, quien intentó frenar el avance de Villa hacia Zacatecas por miedo a que se consolidara como el líder máximo de la Revolución.
Ávila subrayó que la lucha revolucionaria pronto dejaría de ser contra Huerta para convertirse en un enfrentamiento entre antiguos aliados, marcando el inicio de una guerra civil entre facciones del mismo movimiento.
El conferencista también se detuvo a analizar el papel de Francisco I. Madero, a quien describió como el primer presidente elegido democráticamente en México, con el 99.3% de los votos. Sin embargo, su gobierno, dijo, estuvo sitiado desde el inicio por rebeliones tanto de grupos que exigían cambios inmediatos como de élites políticas que nunca aceptaron su mandato.
Ante un público interesado en la historia local y nacional, Felipe Ávila ofreció una visión profunda y crítica del movimiento revolucionario, desde sus raíces hasta sus divisiones internas, pasando por las traiciones y las complejas dinámicas de poder que definieron el rumbo del país.