■ Políticas de regeneración no se asocian al mejoramiento de la calidad de vida de la población, dice investigadora
■ De 1990 a 2010 el abandono de viviendas en la zona se incrementó 800%: Margarita González
La política que ha buscado rentabilizar al Centro Histórico por su condición de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad, ha generado un proceso de “acumulación por despojo”, expulsando de esta zona a “todos los intereses sociales y económicos” ajenos a este objetivo.
Sólo en 1980, el 90 por ciento del presupuesto total de la entidad fue destinado a su conservación, dijo Margarita González Hernández.
No obstante, las políticas de regeneración del Centro Histórico de Zacatecas (CHZ) no están asociadas al mejoramiento de la calidad de vida de la población, aseveró.
La docente investigadora de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) ofreció estos datos en su exposición Contradicciones de ser Patrimonio Mundial en el Centro Histórico de Zacatecas: abandono de viviendas y segregación.
La investigación de la que se ofreció un avance se insertó en el tercer Seminario sobre Desarrollo, Sustentabilidad y Seguridad Humana “Desarrollo, innovación y conflictos sociales: En la búsqueda de alternativas”, realizado ayer en la Unidad Académica.
De 1982 a 2012, dijo a La Jornada Zacatecas, se destinaron cientos de millones de pesos de recursos públicos para “poner en valor” al Centro Histórico de Zacatecas, ya sea con la regeneración de inmuebles o calles, su promoción en el extranjero o la creación de festivales para la atracción turística, todo con el fin de hacerlo rentable para un restringido sector de negocios privados.
La tenencia de la tierra en esta zona es en 99 por ciento privada, dijo, por lo que muchos de los inmuebles se transmiten de generación en generación. De 1982 a la fecha se ha incrementado el valor del suelo, por lo que los propietarios prefieren abandonar los inmuebles mejor que mantenerlos, esperando una ganancia extraordinaria.
Esto se propone como una contradicción, pues se ha aparejado a este incremento del plusvalor de la tierra, el despoblamiento de la zona.
De 1990 a 2010 el abandono de viviendas en el Centro Histórico de Zacatecas se incrementó en 800 por ciento, expuso.
En 2008 se “disparó” y tan sólo en 2010 el número de espacios para hogares que fueron abandonados se situaron en los 18 mil, lo que equivale a 11 por ciento de los existentes en la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe.
Margarita González Hernández subrayó acerca de esta política, las “fuertes implicaciones a nivel urbano, político, social y cultural”.
El área considerada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad “es un mapa distinto al que consideran zacatecanos y visitantes” como tal, y por tanto tiene implicaciones diferentes, pues en términos sociales no son zonas fragmentadas, algunos son barrios históricos, otros colonias que se formaron en la década de los 50.
De esta manera el resultado de las políticas con las que se han propuesto las regeneraciones urbanas han producido un fenómeno de “segregación”.
Expuso que el estado de Zacatecas fue pionero en crear un marco legal para la protección de su patrimonio cultural material. En 1965 se generó aquí la primera Ley de Conservación de Monumentos, prototipo a nivel nacional. Asimismo, se creó un organismo para su aplicación, la Junta de Monumentos Coloniales.
Aunque esto ofreció ventajas, al paso del tiempo provocó criterios inflexibles para cambiar los usos de suelo y la estructura espacial de los inmuebles, lo que derivó en el abandono de su población para poder cambiar la forma de un balcón o una puerta o tener una cochera.
El proceso de despoblamiento se ha acompañado para el caso de otro sector social de una política de suburbanizacion, donde la gente se ha desplazado hacia Guadalupe con la finalidad de obtener una vivienda de interés social propia, “de 40 metros cuadrados, pero que ellos consideran que es su patrimonio”.
De esta manera, el Centro Histórico de Zacatecas ha perdido a su población joven y lo habitan mayoritariamente personas que superan los 60 años de edad.
También ha implicado la concentración en esta área de un grupo social de altos niveles de ingreso e instrucción. “Lo que significa que en términos urbanos está perdiéndose la mezcla social”, mismos que demandan bienes y servicios distintos “a los que tienen ingresos bajos”.
Por el contrario, “las personas que ganan menos de un salario mínimo, a partir de 2000 y hasta el 2010, se desplazaron, pues no tienen posibilidades de vivir en el Centro Histórico y sus áreas vecinas.
Esto significa expuso, que las personas que ganan más de dos salarios mínimos, pero sobre todo las que alcanzan hasta cinco de estas cuotas, “consideran al Centro Histórico de Zacatecas un lugar idóneo para vivir”.
En términos económicos, el aporte al PIB de esta área empezó a decaer a partir del año 2003. “Porque la actividad económica tuvo un desplazamiento hacia la zona Campestre-Bernárdez”. Pero por otra parte, la actividad turística propuesta como medio de desarrollo económico, se ha estancado desde 2008 a la fecha, lo que contradice los criterios de su gestión orientados desde este polo.
En el contexto actual de las controversiales intervenciones tanto de su Alameda como de la Plaza de Armas, Margarita González Hernández observó que este tipo de políticas que a nivel mundial tienen un antecedente de 40 años, son ya obsoletas dentro de los criterios de vanguardia en la promoción turística, pues ahora se valora, lo singular, contrario a la estandarización que se hace de esta zona con otras en el país.
Respecto a la ausencia de un Plan de Manejo del Centro Histórico observó, luego de traer a colación el dato de su avance apenas en 15 por ciento desde su planteamiento en 2008, “refleja muy poco interés” por parte de las autoridades para concretarlo.
Pero cuestionó asimismo, “si vale la pena llevar un plan”, pues lo que está sucediendo en Zacatecas es un fenómeno que se repite en otras áreas altamente rentables para los inversionistas, por tanto dijo que “lo que pudiese suceder es que los planes de manejo se acomoden a esta circunstancia”.