La Gualdra 664 / Cine
Prabha (Kani Kusruti) es una enfermera que trabaja como jefa de sector en un hospital ubicado en Mumbai, en el corazón de la India. Ella está casada, pero su marido, elegido en un matrimonio arreglado por sus familiares, vive en Alemania desde hace muchos años. En todo ese tiempo, Prabha no ha tenido ninguna noticia sobre él. Anu (Divya Prabha) es su joven compañera de trabajo y coinquilina en un pequeño departamento rentado por las dos. La chica, de personalidad más desenfadada, también tiene que lidiar con sus propios problemas: el mayor de todos es que está enamorada de un joven de origen musulmán llamado Shiaz (Hridhu Haroon); romance que se ve obligada a mantener en secreto, pues sus padres ya empezaron a buscarle a alguien con quien pueda contraer matrimonio.
Por su parte, Parvaty (Chhaya Kadam), compañera de trabajo de ambas, es una mujer de edad más madura y de carácter fuerte, mucho más aguerrida y molesta ante las autoridades, quienes no le reconocen el derecho de propiedad por el departamento que le fue heredado por su marido. La mujer está cansada de las construcciones de torres que buscan modernizar la zona donde vive y que han traído consigo todo tipo de problemas inmobiliarios.
El destino de estas tres mujeres se cruza en una ciudad de más de 20 millones de habitantes, todos y cada uno con una historia por contar. Son tres mujeres de distintas edades y experiencias, pero que comparten un mismo espacio, una misma vocación y una aflicción producto de un dilema sin resolver.
Ésta es la premisa general de All We Imagine As Light (2024) filme dirigido con sumo detalle y delicadeza por Payal Kapadia (A Night of Knowing Nothing, 2021), quien logra construir un tejido de relaciones a partir de la experiencia femenina y la cotidianeidad de una ciudad que no descansa.
Los ejes principales de la historia que teje Kapadia pueden parecer, a primera vista, convencionales y hasta anecdóticos. En realidad, se trata de un relato de sororidad, de encuentros entre mujeres que se reconocen y comprenden en sus diferencias. Narrado de manera intimista, partiendo desde lo personal y trascendiendo hasta lo colectivo, la realizadora trabaja con los silencios, que se contraponen al barullo de la metrópoli, en escenas que parecen casuales y se acumulan entre sí, con un registro más cercano al del cine documental. Esto da lugar a breves momentos en los que la cámara se detiene en la ciudad, en su gente y sus costumbres, mientras voces femeninas van dejando registro de sus muy variadas experiencias.
Kapadia construye secuencias de miradas precisas, de roces sutiles y de escenarios tan mundanos y palpables en el exterior como enigmáticos y misteriosos en el interior. Y es en medio de este realismo y lucidez donde la realizadora integra imágenes más cercanas hacia lo onírico y lo fantástico. Para su tramo final, cuya acción se aleja del espacio urbano y concluye en las orillas del mar, All We Imagine As Light se vuelve una senda meditación sobre la libertad que puede proveer los sueños y anhelos, la cual no se rige bajo ninguna regla ni norma terrenal.
Así, se trata de un excepcional filme que, de manera empática y comprensiva, consolida a Payal Kapadia como una de las voces cinematográficas más valiosas de la actualidad, una con la capacidad de retratar la experiencia humana y sus múltiples tribulaciones con enorme profundidad y gentileza.