Se presume que la mayoría fueron producto de violaciones; familias, sin dar información
En algunos casos, si las víctimas piden interrumpir la gestación las instancias se oponen
Durante el primer semestre de 2021, el área de salud reproductiva de la Jurisdicción Sanitaria 03 detectó embarazos en tres menores de 15 años de edad, donde se presume que la mayoría de ellos fueron producto de violaciones, casos donde la familia poco colabora para brindar información y cuando las victimas desean la interrupción de la gestación, las instancias médicas se oponen a dar fin a estos embarazos.
El caso que más llamó la atención ocurrió en la comunidad El Baluarte el pasado mes de marzo, donde una niña de tan solo 11 años de edad resultó embarazada; fue mediante el Instituto Mexicano del Seguro Social donde recibió atención médica, pero debido a la corta edad de la paciente se registró el aborto del producto.
A fin de dar seguimiento a su caso, las autoridades médicas trataron de localizar a la paciente con el fin de ofrecerle información sobre métodos de planificación familiar e iniciar una investigación del embarazo, pero la búsqueda ha sido infructuosa, la familia ya no vive en la comunidad y sus conocidos evitan dar datos sobre su paradero.
Otra de las cifras que llamó la atención de las autoridades de salud es el más reciente censo de mujeres embarazadas pues durante mayo de 2021 fueron atendidas 953, quienes no cuentan con algún tipo de derechohabiencia y de ese universo, 27 por ciento, es decir 259, eran jóvenes menores de 20 años de edad.
En la comunidad El Baluarte una niña de solo 11 años resultó embarazada
Durante el primer semestre de 2019, en todo el territorio zacatecano se registraron 8 mil 912 nacimientos; de este universo, 22 por ciento correspondió a adolescentes de entre 10 y 19 años. Además, la población de adolescentes con vida sexual activa en el territorio zacatecano era casi de 75 mil personas.
Dentro de las acciones de prevención y atención del embarazo infantil y en adolescentes, se presentaron las principales causas; la pandemia del Coronavirus que trajo consigo el hacinamiento y la violencia del entorno han sido claves para que se presenten en mayor medida los embarazos en niñas y adolescentes y son comunidades y colonias de la periferia de la mancha urbana los sitios donde son más frecuentes.
“Fresnillo al ser uno de los municipios más grandes tiene mayor incidencia de embarazos en niños y adolescentes y ejemplo de ello lo vemos con los jornaleros donde las mujeres a una edad muy temprana, entre los 12 o 14 años de edad, llegan a la ciudad a parir”, explicó la titular del Instituto de la Mujer en Fresnillo, María Dolores Moreira Coronel.
Agregó que las estadísticas para este grupo poblacional desafortunadamente son negativas; de un número de 10 niñas en Fresnillo, de entre 6 y 11 años de edad, cuatro de ellas ya han sufrido alguna agresión o incluso una violación, lo que representa un porcentaje elevado que el instituto desea disminuir.
Mediante el Instituto de la Mujer en Fresnillo han iniciado actividades con el objetivo de evitar los embarazos no deseados y con ello la interrupción del mismo mediante la estrategia denominada “mujeres seguras” que consiste en acudir a las colonias de mayor índice de violencia con el objetivo de detectar personas que requieran atención por temas jurídicos o psicológicos dentro de su entorno.
Para disminuir la percepción de la inseguridad, también se trabajó en el mejoramiento de la imagen urbana; sobre la Avenida Revolución de la zona norte de El Mineral, se ha iniciado la rehabilitación de las luminarias y la pinta de murales para que tanto niñas como adolescentes se sientan más seguras al transitar por el área y evitar agresiones de tipo verbal o incluso sexual en su contra.
Dentro de las capacitaciones, uno de los temas que llamó la atención fue la interrupción voluntaria del embarazo, porque cuando alguna niña o adolescente que ha sufrido alguna agresión en materia sexual y que producto de ello sea un embarazo, la afectada tiene el derecho de interrumpir el desarrollo del feto.
“Es un tema difícil pero es algo que está aprobado y debemos de ponernos en el papel de esa niña o una adolescente en esa situación que haya sido violada y quede embarazada qué se tiene que hacer, dejar que el embarazo siga su curso o apoyar a la víctima en su decisión”, explicó la responsable del Instituto de la Mujer.
Sin embargo, en las diferentes unidades médicas aún hay renuencia por parte de enfermeros o médicos para practicar la suspensión del embarazo aunque se trate de una violación; relató que si llega una paciente niña o adolescente en estado de gestación y las víctimas solicitan su interrupción, la institución médica, independientemente de la que sea, deberá de darles la atención aunque en la mayoría de las ocasiones se oponen.
En 2019 la población de adolescentes con vida sexual activa en el estado era casi de 75 mil personas
Las complicaciones para una niña o una adolescente embarazada son principalmente la preeclampsia, hemorragia y sepsis, por lo que al llegar ante el médico para ser atendidas en su interrupción de embarazo se considera como registro de red roja, es decir, de emergencia, pues en 50 por ciento de los casos atendidos es muy complicado ante estas patologías; además de la complicada situación anímica que puede generar.
En lo que va del año, dentro del Instituto de la Mujer en Fresnillo no hay solicitudes o asesoría para que jóvenes puedan decidir la interrupción del embarazo tras una violación, la funcionaria recalcó que en gran medida se debe a la cultura que aún impera en el municipio, también a que la gran mayoría de las víctimas desconoce sus derechos tras un abuso sexual o por temor a ser señaladas no denuncian los actos.
