■ Entre las causas destaca la falta de una policía de investigación con capacitación apropiada
■ En cuanto a la impartición de justicia, asegura que la mexicana “prácticamente perdona”
“No hay estrategia” ante la situación de inseguridad en el estado “no existe”, afirmó Aquiles González Navarro, ex procurador general de Justicia, quien aseguró que este fenómeno ha prevalecido desde el gobierno de Felipe Calderón.
De acuerdo con el también abogado, la principal problemática de los métodos empleados en la actualidad, van de la mano con el empleo del sistema de juicios orales sajón en cambio del sistema previo, que respondía a un formato francés; “fue el acabose”, dijo.
Otro aspecto importante es la falta de una policía de investigación con la capacitación apropiada para atender las problemáticas del estado.
Según comentó, debido a las características del país y del mismo sistema, se incumplen los 5 elementos de la seguridad pública. Destacando las fallas de cada elemento, detalló que “en la prevención del delito, primer elemento, debe haber un mapa del delito, afirmó, donde se establezcan los lugares del estado donde hay problemas, en este caso Fresnillo, Guadalupe y algunas colonias de la capital; asimismo, mantener una buena vigilancia que no consiste en andar en los vehículos luciéndose, sino en atender delitos cuando se cometen”.
En la procuración de justicia o “fiscalías”, segundo elemento, el punto fundamental, señaló, es la policía de investigación, que debería operar bajo estudios de investigación, no como la policía “que se va formando al pasar de los años”.
Incluso destacó el grupo de 50 abogados que, durante el mandato de Ricardo Monreal, se encargaban de la investigación con adiestramiento del FBI y por la policía francesa, que por desgracia fue disuelto por Amalia García.
La policía científica debería, a su vez, ir de la mano de la policía ministerial, trabajando en células hasta resolverlo. Sin embargo, el área forense se separó de la Fiscalía.
El tercer elemento, la impartición de justicia, “está fatal”, aseveró, pues con la imposición del juicio oral, desde su perspectiva, “se negocia la culpa con una pena muy baja por medio de una ‘salida lateral’”, y como “premio” de declaraciones, “la justicia mexicana prácticamente perdona”, convirtiéndose “en un mercado”.
El cuarto elemento es la readaptación para que, al salir de la cárcel, se pueda reinsertar en el mercado laboral; “la burla, son las penas de 100 años”, que no permiten el último elemento, la reinserción social.
Cada punto que no se cumple genera impunidad, “’al cabo me van a detener, y si me detienen negocio y me dan una pena baja’, así piensan los delincuentes”, aunado al bajo índice de castigo ante los delitos “está generando que México esté en una crisis de inseguridad tremenda”, agregó.
Puntualizó que “la policía municipal deben de tirarla inmediatamente del combate a la delincuencia organizada”, ya que al ser “tan débil” es maleable ante las reglas de la delincuencia de “plata o plomo”; “deben quitarla, que se dedique a lo que se dedicaba antes”.
La situación, comentó, debe ser una estrategia “bien pensada, bien analizada” o no cambiará “hasta que se regrese o se cree un nuevo sistema penal”, condenó.
