Autor: Enrique Domínguez Álvarez
Residencia: Zacatecas, Zacatecas, México
Lo siento mucho, mi amigo,
y todo mundo lo siente,
pero ahora sí ya te toca,
dijo la Parca a Vicente.
No puedo dejarte más
y te tengo que llevar,
pues temo mucho que alguien
se me pueda adelantar.
Con todo y las botas puestas,
hoy te vengo a recoger,
y aquí sí no hay ningún chance
de volver, volver, volver.
Quisiera poder dejarte
para que sigas cantando,
pero la verdad, mi amigo,
ya te me estás empolvando.
Son ya muchísimos años
que no paras de cantar,
pero los difuntos dicen
que te quieren escuchar.
Sé que fuiste un gran padre
y también un gran marido,
pero ni modo, mi charro,
ya se te acabó el corrido.
Hay fiesta en el camposanto,
todos contentos están,
preparan la bienvenida
al Charro de Huentitán.
Ya se nos fue don Vicente,
sufriendo estamos su ausencia;
se llevó Hermoso cariño
y también La diferencia.
Que dios lo tenga en su gloria
y no deje de cantar,
pues muy seguros estamos
que lo vamos a escuchar.
