Gracias a los donativos que en su carácter de Vocal Ejecutivo del Patronato Universitario realizó directamente el Ing. Dovalí Jaime, o mediante las gestiones realizadas ante otras personas y dependencias, se enriqueció el acervo bibliográfico de la de la joven UAZ. El 22 de mayo de 1973 el Ing. Armando Vega Iñiguez, Gerente de Proveeduría y Almacenes de Petróleos Mexicanos informa al Lic. Jesús Manuel Díaz Casas, Rector de la UAZ, que la Sra. Ma. Luz Ibargüengoitia Vda. De Graff donará a la UAZ la biblioteca particular de su esposo, acervo conformado por un total de 284 libros.
El 23 de mayo de 1973 el Secretario General de la UAZ el Lic. Jorge Eduardo Hiriartt Estrada informa al Ing. Vega Iñiguez, Gerente de Proveeduría y Almacenes de Petróleos Mexicanos haber recibido los libros donados por el Ing. Dovalí Jaime. El 10 de enero de 1974 el Secretario General de la UAZ Lic. Jorge Eduardo Hiriartt Estrada le notifica al Ing. Dovalí Jaime que se recibió un lote de libros (198 tomos, con un costo de 27,991.85 pesos) que generosamente donó a la Universidad, mismos que pasaron a enriquecer el acervo de la biblioteca de la Escuela de Ingeniería.
El 14 de junio de 1972 el Rector Magdaleno Varela Luján presentó como emisario ante el Ing. Víctor Bravo Ahuja, Secretario General de Educación Publica, al Sr. Remberto Tavizón tesorero de la UAZ quien por indicaciones del Ing. Dovalí Jaime recogerá a nombre de la Universidad un cheque de 500 mil pesos como anticipo del subsidio extraordinario que otorgó a la Institución el Presidente de la Republica Lic. Luis Echeverría Álvarez, para la terminación de la Escuela de Medicina. El subsidio extraordinario autorizado fue de un millón 500 mil pesos.
El 14 de septiembre de 1972 el Rector Díaz Casas agradeció al Ing. Dovalí Jaime por las gestiones realizadas ante el Presidente Luis Echeverría para obtener un subsidio extraordinario de un millón 240 mil pesos para cubrir el déficit de operaciones en el año lectivo 1972 – 1973, en lo que respecta a gastos normales de la Institución por el crecimiento de la matricula.
El 15 de octubre de 1972 el Ing. Armando Vega I. Gerente de Proveeduría y Almacenamiento de Petróleos Mexicanos, le informa al Rector de la UAZ que el autobús donado por el Presidente de la Republica para la ECQ, gracias a las gestiones del Ing. Dovalí Jaime ya se encuentra listo, le ruega disponer lo necesario para su traslado a la ciudad de Zacatecas.
El 17 de octubre de 1972 el Rector Díaz Casas envió un oficio al Ing. Dovalí Jaime en los siguientes términos: “De conformidad con nuestra platica en día pasados, anexo me estoy permitiendo enviarle fotostática de las necesidades urgentes que tiene la Escuela Preparatoria y en especial el Laboratorio de Química. Se anexan cotizaciones de lo solicitado”. El 17 de octubre de 1972 la UAZ adquirió otro autobús donado por la Presidencia de la República a través de Petróleos Mexicanos y por conducto del Vocal Ejecutivo del Patronato Universitario, el cual se puso al servicio de la Escuela de Ingeniería.
El 12 de diciembre de 1972 el Ing. Dovalí Jaime le informa al Rector Díaz Casas de un donativo de 25 mil pesos realizado por la firma Siemens, S.A. a favor del Patronato Universitario. Un año después el 5 de diciembre el Rector Díaz Casas le informa al Vocal Ejecutivo del Patronato Universitario que de conformidad con la aprobación para la construcción de las nuevas instalaciones de la Escuela de Odontología, se procedió a la adquisición de los terrenos donde será construida la nueva Escuela, que dicho terreno corresponde a la Ex – Hacienda de beneficio conocida como “Begoña” ubicada en Guadalupe Zacatecas. La superficie del terreno es de 25054. 87 m2 y tuvo un costo de 600 mil pesos.
Para cubrir el pago el CAPFCE aporto 500 mil pesos, ya que se consideraba que resultaba más viable construir una nueva Escuela, que seguir invirtiendo en el área tan reducida donde se encontraba en esa época la Escuela de Odontología (primer campus universitario). Los 100 mil pesos faltantes los cubrió la UAZ con los recursos reunidos de las colegiaturas. El Rector recurrió al Ing. Dovalí Jaime para solicitarle la gestión ante el Presidente de la Republica o ante quién él estime prudente la recuperación de dicho dinero.
Ante todas las acciones expuestas y encabezadas por el zacatecano Ing. Antonio Dovalí Jaime en beneficio de la Máxima Casa de Estudios, consideramos que la Institución tiene una gran deuda con uno de sus más activos benefactores. Es por esto que proponemos que alguna de las Escuelas que se vieron significativamente beneficiadas con su obra, lleve su nombre. Es justo y necesario el reconocimiento a la labor realizada.
