El debate sobre el papel que deben jugar las instituciones frente a la transformación propuesta y buscada por el Presidente de la República debe ir más allá de si debe ser como oposición o como institución que la respalde, debemos analizar de fondo cuál debe ser la aportación desde sus facultades para lograr un cambio en el país.
Ir en contra de un proyecto es lo que todo partido político de oposición realiza, más allá de buscar aportar un debate con argumentos y con ideas que tengan como objetivo proponer alguna idea, acción o vía que pueda mejorar la del de en frente. El Congreso es fundamental para el ejercicio democrático del país y se mantiene en constante análisis el trabajo que el mismo realiza a través de los diputados y senadores respecto al cambio que la cuarta transformación representa.
Por otro lado, la mayoría de las veces, se olvida que la división de poderes arroja una institución con gran importancia para lograr la estabilidad, el crecimiento y la justicia en el país. El Poder Judicial ha jugado un papel importante y hasta cierto punto ha determinado la marca con la que será recordada cada administración, por ejemplo, durante el sexenio de Peña Nieto, este poder jugó el papel de comparsa del ejecutivo para que este pudiese realizar con impunidad todo acto de corrupción deseado.
Al inicio del actual sexenio, la oposición buscó que el Poder Judicial encabezara el papel de opositor al gobierno de Obrador al respaldar el rechazo a la diminución del salario de los Ministros, Magistrados, jueces y una gran cantidad de trabajadores de dicho poder que superaban por mucho el sueldo del Presidente y otros tantos cuyas percepciones resultan exhorbitantes.
La descomposición de la que hemos sido testigos durante los últimos meses expuesta por investigaciones periodísticas respecto al nepotismo practicado dentro del poder en cuestión, la enorme corrupción en la que participaron una gran cantidad de jueces y magistrados para poder brindar impunidad a políticos y miembros del crimen organizado fue también resultado de un modelo político y económico basado en el neoliberalismo, las designaciones de ministros y demás funcionarios pactando impunidad fue lo que caracterizó a este poder tan necesario para lograr un cambio, sin embargo, es necesario resaltar que no se puede generalizar la culpa de estos actos a todos los que laboran para dicha institución, bastó con elegir a algunos que lo encabezaron.
La reciente propuesta de reforma al poder judicial resulta interesante desde el momento en el que fue elaborada por el mismo poder, por primera vez en la historia de una reforma a al Poder Judicial, es este mismo quien la propone, toca al Senado de la República analizarla y en colaboración de quien la propone realizar cambios si los requiere y aprobarla posteriormente.
El proyecto de reformas contempla cambios a siete artículos constitucionales con el objetivo de arrojar dos nuevas leyes federales: La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y una nueva Ley de Carrera Judicial del mismo poder con las que se busca la creación de una escuela para jueces, nuevas medidas anticorrupción y contra el nepotismo y modificar la forma en la que se arroja una jurisprudencia.
La creación de un servicio profesional de carrera resulta trascendental en materia de la impartición de justicia pues con ella se busca frenar la contratación de personal a discreción por parte de jueces, magistrados y ministros, disminuir el nepotismo y la contratación de personas incapaces y corruptas, a su vez permitirán que periódicamente pueda evaluarse la capacidad, permanencia y en su caso el ascenso de los trabajadores.
El Poder Judicial, con la propuesta de reformarse, juega un papel importante para lograr la transformación del país, así como con el cambio de régimen y la pacificación del mismo, la impartición de justicia al verse fortalecida convierte al poder encargada de la misma, en un aliado no de una administración pública, sino de los mexicanos y con el país que tanto requiere de justicia. La propuesta de reformar al poder judicial resulta un respiro para dicha institución y una esperanza para los mexicanos de que la justicia sea una realidad. ■
