El pasado 15 de agosto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le entregó la constancia de mayoría a la Dra. Claudia Sheinbaum que la convierte oficialmente en la presidenta electa de todas y todos los mexicanos, un hecho histórico por dos cuestiones fundamentales, por un lado, la consolidación del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, la continuidad con cambio, los mismo principios y convicción que inició Andrés Manuel López Obrador y que la Dra. sin marcar distancia o diferencia, continuará.
Por otro lado, está el hecho de que es la primera mujer que ocupará la presidencia, después de más de 200 años de país independiente, un enfoque feminista de visualizar a quienes durante siglos fueron relegadas a no tener participación protagonista en la vida pública, peor en la política y hasta violentadas. La llegada de la presidenta viene a reivindicar el papel de la mujer en nuestra joven democracia.
Estamos seguros de que los próximo 6 años, serán de una visión fundamentada en las dos vertientes ya mencionadas. Durante el evento protocolario que se llevó a cabo en el Teatro Metropolitan, junto con legisladores electos, gobernadores en funciones y electos, militantes, familia y conocidos, la Presidenta dio uno de los discursos más cálidos, profundos y distintos, que se haya dado, dentro de nuestro movimiento y eso que hay personajes con discursos ponentes en nuestro movimiento, empezando por el Presidentes López Obrador.
La Dra. comenzó reconociendo que no llegar sola, llegan todas, fiel a nuestro movimiento donde la representación es sagrada y el pueblo lo es todo, ella lo sigue entendiendo perfectamente, en morena no hay triunfos individuales sino colectivos y para eso se gobierna, también haciendo un énfasis en la separación de Gobierno y Partido, para dejar de ser dirigente de movimiento y ser ahora la Presidenta de todas y todos los mexicanos, otra virtud más de nuestro movimiento de transformación, marcando la diferencia con los periodos PRIistas y PANistas, donde el Presidente dictaba su rumbo y asignaba su sucesión.
Otro tema relevante mencionado por la Presidenta tuvo eco y emoción entre quienes la acompañamos y es el respeto al legado de Andrés Manuel López Obrador, señaló su profunda admiración por quien pasará a la historia como el mejor Presidente de la vida contemporánea de nuestro país. La nueva etapa de transformación llegó en el 2018 y de ahí se ha consolidado el Estado de Bienestar que se anhelo durante décadas y que el neoliberalismo desapareció de toda ilusión popular, pero que la Cuarta Transformación instauró no solo como política gubernamental, sino como un derecho y que la Dra. señaló su continuidad con profundización, tal es la Pensión de Mujeres de 60 – 64 años y que su censo comenzaría desde el mes de octubre, así como las becas universales a niñas y niños que cursan nivel básico, entre otras iniciativas de generación de nuevos derechos.
Asimismo, hizo un amplio reconocimiento sobre la trayectoria de las mujeres que durante la historia de nuestro país han luchado por los derechos de la mujer de participar, de votar, de estudiar, de ser reconocidas en todo lo que han aportado y el reconocimiento que debieron obtener durante años, pero que simbólicamente y en los hechos se ve representado en la victoria de la Dra. Claudia Sheinbaum.
Lo que señaló de manera contundente fue el respeto hacia la figura de la mujer en el poder, sin dejar espacio a las interpretaciones: “se dice presidenta con A, porque lo que no se dice no existe y lo que se dice existe”. No se podía esperar menos de quien ahora, más que nunca, tenemos la confianza de que será quien vele por la Transformación y sea así, con el legado del Andrés Manuel, la mejor presidenta de nuestro país, al tiempo, pero hay gran seguridad que así será.
Nuestro movimiento vive tiempos también de cambios, con la llegada de la Dra. también se dibujarán contextos locales mucho más favorables para las mujeres, con toda razón y merito, a la política le falta más visión de género y es ahí donde los militantes y simpatizantes debemos de reconocer, la ola feminista está y habremos de reconstruirnos para respetar, reconocer y no desentonar.
