Desde la fecha en que los medios de comunicación dieron cuenta de la perversa y abusiva intención del Gobernador del Estado y del Presidente Municipal de la Capital, para entregar en concesión y por espacio de diez años todo el edificio que ocupa el Mercado González Ortega a la empresa cervecera Modelo, de capital belga, hubo reacciones encontradas:
Quienes mostraron sumisión, entreguismo e intereses aviesos: Regidores y diputados del PRI, representantes de organizaciones de comerciantes tradicionalmente incondicionales al gobierno en turno y algunos locatarios que se sintieron presionados y otros amenazados con ser desalojados. Algunos también con ofertas de recibir beneficios.
Aquellos que desde el principio se opusieron: Los locatarios con más visión social e histórica y algunos profesores e investigadores de la Universidad Autónoma de Zacatecas, como Luis Medina Lizalde, Raymundo Cárdenas Hernández y Rodolfo García Zamora. Artistas como Salvador Pintor y personajes reconocidos en la defensa del Centro Histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad como el ingeniero Jesús Zúñiga Teniente.
Las opiniones eran registradas en medios, en tanto que los representantes de la empresa transnacional mostraban tanta seguridad en sus intenciones de despojar a los zacatecanos de tan emblemático como histórico edificio, que me hicieron afirmar que las autoridades del gobierno del estado y municipio, eran prácticamente mozos de estribo de los empresarios de la cervecera.
Con la confianza que sólo los compromisos ya establecidos pueden generar, los representantes de la empresa se reunían con la representación del INAH en el estado, con el Presidente de la Junta de Monumentos y Zonas Típicas, con regidores de la capital y con locatarios a quienes atemorizaban.
Hablaban de restauración del edificio a concesionar, obviamente a modo e intereses de la cervecera aunque sin mostrar proyectos por escrito, hacían oferta de dinero: cuarenta millones según los cálculos para acondicionar los espacios para venta de cerveza, afiches y detalles alusivos a la empresa. Lo hacían con tanta firmeza que aquello se presentaba prácticamente como un hecho consumado e irreversible.
Durante un corto tiempo, la presión en contra del proyecto “Corona-Alonso disminuyó. Declaraban regidores entreguistas sobre las “bondades” del proyecto, en tanto los diputados, artistas e historiadores ausentes. El INAH y la Junta de Monumentos pasivos, casi condescendientes.
La ignominia ya se consumó, pensé ante aquel panorama tan desolador donde te sientes sólo, aislado. Tal vez únicamente queda la espera de los tiempos legales para la promoción del Juicio de Amparo correspondiente, pues un edificio histórico no está dentro del comercio y no puede concesionarse pensé, un tanto decepcionado de quienes tienen voz y no la usan, de la casi nula protesta social en Zacatecas.
En tal estado de ánimo me encontraba, cuando, leo a ocho columnas el pasado lunes 14: “El Mercado González Ortega, no Puede Convertirse en una Cantina: Obispo Noriega” (Pág. 24). y busco los detalles de la entrevista: “Del Mercado González Ortega, yo sugeriría una consulta popular bien hecha para que no pase lo de la Plaza de Armas. Que participe la gente no solo los habitantes del Centro Histórico sino toda la población porque el mercado es patrimonio también de la ciudad y los zacatecanos”.
“La ley es clara al señalar que no se permiten establecimientos donde se vendan bebidas alcohólicas en cierta área del Centro Histórico”. El Obispo Se refirió a la necesidad de salvaguardar la Catedral por ser un lugar paradigmático “y en el que se espera sea centro de cultura y no solamente en el área religiosa sino también como promotora de las bellas artes ante la majestuosidad de su diseño y construcción”, enfatizó el Obispo Sigifredo Noriega Barceló, al señalar la colindancia de la Catedral con el Mercado González Ortega.
Vueltos los ánimos, leo que García Zamora arremete: “Tenemos que acabar el año con un Zacatecas ciudadano, activo, y defendiendo su patrimonio y defendiendo su futuro de estos funcionarios ineptos, corruptos y cínicos, como Miguel Alonso, como el Alcalde y todos sus equipos” (La Jornada jueves 17-XII-15). También se expresaron en contra del proyecto “Corona-Alonso” el diputado Iván de Santiago del PRD, así como el regido Ortega, también de
Organizaciones de la sociedad civil, locatarios del Mercado González Ortega y ciudadanos se unen en torno a dos causas: “La lucha contra la contratación de más deuda pública hasta por 3 mil 200 millones de pesos y la concesión del Mercado González Ortega a Grupo Modelo”. Hicieron referencia al actual gobierno estatal y de la capital como “delincuencia política” a quienes los zacatecanos debemos decir “ya basta”.
Los valores del Quijote:
“La codicia rompe el saco y el gobernador codicioso hace la justicia desgobernada”
“Con la Iglesia hemos topado, Sancho”.
19-XII-15■