Comienza el tiempo para que con más frecuencia todos hablen de las campañas del 2018, y expresen sus deseos para que los candidatos que vayan a participar, no sean los mismos de siempre y sean los mejores hombres y mujeres de la entidad. Pero que esto suceda, es realmente difícil y muy seguramente veremos en lo general, los mismos nombres de siempre. ¿Por qué sucede así? ¿Qué factores influyen en la elección de candidatos a puestos de elección popular?
Son muchos los factores directos e indirectos que influyen, pero comencemos por decir primero que al expresar la frase: ¡Ojalá elijan a los mejores! ¡Ojala no sean los mismos de siempre!, estamos dando automáticamente el poder para que alguien sea quien elija, cuando lo ideal sería que expresáramos frases como: ¡Voy a participar y trabajar para que “N” sea el candidato!. El primer paso entonces, es mentalmente no aceptar que otros sean quienes decidan, eso obliga a la acción para buscar al mejor hombre o mujer y convencerlo de que acepte la pretensión de ser candidato, incluso todos deberían pretender ser candidatos para que experimenten todo lo que se tiene que vivir para lograrlo. Hay personas que se quejan constantemente de los gobernantes, pero cuando les preguntas: ¿Por qué tú no te animas a ser candidato?, responden cosas como: ¡Yo si soy decente! ¡No es lo mío! ¡Yo no tolero andar en ese ambiente!, entre otras cosas parecidas. Estos argumentos o actitudes, sean o no coherentes, están finalmente aceptando ceder el poder de las decisiones a otros. Las cosas no van a cambiar solo con quejas y por ningún motivo debemos aceptar que en la clase política, todos son y seguirán siendo unos corruptos o malos, pues caer en eso, es aceptar el fracaso de manera automática. En vez de hablar de los perfiles que no se quieren, deberíamos hablar de los perfiles que si se quieren, pero poniéndole nombre y apellido para que eso nos obligue a defenderlos y sobre todo a participar. ¿Pero qué se necesita para ser candidato?
Aunque así les parezca a muchos, los candidatos no se cocinan en microondas, mucho menos los que son de perfil ganador, además en política no ganan los mejores necesariamente. En la actualidad logra más una buena campaña mediática que un buen perfil ciudadano. Para ser tomados en cuenta como candidatos obviamente primero hay que desear serlo y trabajar para ello con planeación. No basta con ser un actor de la sociedad con reconocimiento, también es necesario que los intereses de algún partido político confluyan en su favor y especialmente en los partidos grandes con potencial ganador, se debe hacer vida partidaria durante mucho tiempo y tener amplias relaciones con las cúpulas quienes finalmente son los que deciden. Los partidos pequeños o sin perspectivas ganadoras, si aceptan y hasta buscan a ciudadanos sin antecedentes partidarios, pero que cuenten con reconocimiento social, con el único fin de obtener la mayor cantidad de votos que les permitan lograr candidaturas plurinominales y prerrogativas y así seguir sin perder el registro como partido político, o sea, saben que van a perder y solo buscan dinero y sobrevivencia política. Un ciudadano que desee participar como candidato y que desee ganar, no solo debe confiar en que es ampliamente reconocido, sino que debe contar con datos estadísticos profesionales (encuestas) que confirmen sus posibilidades ganadoras. Si basa sus decisiones solo en las percepciones personales, seguramente terminará equivocándose.
Si un ciudadano quiere evitar la complejidad de los partidos políticos, la legislación actual permite las candidaturas independientes, sin embargo, para ser un candidato ganador, no puedes evitar las complejidades legales, técnicas, operativas y socio políticas, por lo tanto invariablemente requerirá de la misma experiencia de quienes si participen en partidos políticos. Ante la poca participación e indiferencia de la sociedad en las contiendas electorales, las estructuras políticas de los partidos, pueden fácilmente aplastar una propuesta independiente, no obstante son muy importantes como medio de expresión en un creciente número de la sociedad. Por otro lado, personas con amplio reconocimiento y respeto en todos los sectores de la sociedad, que deciden explorar una opción partidista, automáticamente hacen enemigos a todos los grupos y partidos que disputan el poder contra el partido que pudiera elegir.
En fin, como se puede ver en este análisis tan poco profundo, será difícil ver personas, nombres y perfiles diferentes en la próxima contienda, salvo en pocos casos seguramente. La invitación sigue siendo para que participemos. Un candidato ganador habrá de requerir dinero, movilidad, tiempo y estrategia mercadotécnica, pero puede ser el mejor perfil si cuenta con el apoyo de personas que quieran un cambio no solo desde las palabras, las quejas y la descalificación a todo y todos, sino desde la práctica, la participación y el ejemplo. No pidamos buenos candidatos, hagamos buenos candidatos. ■
(jylnava @hotmail.com)