Tan pronto y tomó posesión del cargo, el gobernador del estado de Zacatecas, ante todo asunto y problema que requería de fondos públicos, su mejor y única respuesta fue decir: “no hay”. Sigue sin haber dinero para arreglar las carreteras y pagar a trabajadores a los que les adeuda varias quincenas como es el caso de los empleados incluidos a los magistrados del Tribunal Laboral burocrático. Todo porque los dictámenes de las sentencias a las demandas de los quejosos les dan la razón.
No es el único caso, los hay otros y más graves por su magnitud.
ISSSTEZAC desfondado. Para tratar de encontrar al delicado problema del ISSSTEZAC (en lo sucesivo, el Instituto), se convocó por medio del Congreso local a los foros de análisis para la atención y seguimiento a la crisis financiera del Instituto rector de la seguridad de los trabajadores del Estado de Zacatecas. Estos están afiliados al SUTSEMOP, SITTEZ, SUPDACOBAEZ y la SECC. 58 del SNTE. Las propuestas para incorporarlas a la reforma que les fue presentada, están ya planteadas como conclusiones de los foros. Los diputados que deberán de votar una iniciativa y ya aprobada presentársela al gobierno del estado, tienen la palabra. Como se trata de dinero que no hay, la solución al peliagudo problema que enfrentan los sindicatos aludidos tardará todavía un buen rato para resolverse. Resulta que de unos años para acá el fondo de pensiones no alcanza para pagar a todos los jubilados. A muchos que se les adeudan los pagos de pensiones se han amparado y ganado los juicios de demandas, pero al no haber dinero siguen sin hacer efectivos los dictámenes de las sentencias judiciales.
¿A qué se oponen y que demandan los sindicatos afiliados al Instituto? Están en contra de las medidas y todo tipo de acciones que atenten contra los derechos de sus agremiados. Cual si los burócratas de las dependencias estatales y docentes de educación básica y normal, colegios de bachilleres y cecytes fueran trabajadores de excepción, se oponen a que el cálculo del monto de las pensiones sea en UMAS como si ocurre con los jubilados cuya pensión paga el ISSSTE federal. No están de acuerdo en que se grave con el ISR al aguinaldo, ni que el aumento de las aportaciones patronales pase del 2 al 8 por ciento. Llaman a hacer una revisión de los estudios notariales recientes del Instituto. También se pronuncian en contra de poner topes a las pensiones y consideran “como una locura” que las cuotas de los trabajadores en activo se incrementen al 16 por ciento de sus salarios: “…van a matar al trabajador”, según declaró el líder de la SECC. 58. Proponen seguir analizando el delicado problema. Es tan delicado que mes tras mes se incrementa la lista de solicitudes de jubilación que pasan a engrosar el ejército de reserva a la espera de que haya el dinero para que les paguen los haberes y sus liquidaciones y entren al régimen de jubilados y pensionados. Esta ha sido la administración de el “no hay”, y efectivamente no lo jubilan porque no hay dinero para pagarles. En los últimos años, por lo menos los últimos dos lustros han sonado las alarmas. El Instituto se ha declarado en quiebra y en más de una ocasión sus respectivos directores han amenazado con liquidarlo dejando al garete a los jubilados y golpeando en forma severa las expectativas de los trabajadores todavía en servicio que aspiran en un corto y mediano plazo jubilarse. Los trabajadores que dependen de las finanzas del estado en su mayor parte al retirarse cobran dos pensiones porque al estar trabajado cotizan para el Instituto y para el IMSS que es donde reciben la seguridad médica. Como las pensiones que le da este último son más exiguas, por debajo de las otras, es aquí en donde está realmente problema. Las finanzas no alcanzan porque el fondo solidario que se junta con las cuotas de los trabajadores en activo, sumadas las cuotas patronales no son suficiente para poder pagar a tiempo y de manera completa las pensiones. A esto habría que agregar el saqueo del que ha sido objeto el Instituto de parte de de políticos y de funcionarios. Algunos de estos recibieron créditos millonarios para la compra de residencias y para hacer negocios. Prestamos que se negaron a pagar o pagaron incompletos. Pero, sobre todo, la crisis obedece a que año con año crece el universo de jubilados en proporción mayor a las plazas en activo que sostienen las pensiones. Pensiones que en algunos casos son el doble o el triple de las que cobran jubilados del ISSSTE. Precisamente los sindicatos y sus agremiados se oponen a que se elimine la complementariedad que les impediría cobrar la doble pensión.
Con el rechazo tajante a la reforma, los sindicalizados demandan dejar fuera del mando al gobierno del estado. Y para sanear las finanzas y modernizar al Instituto de seguridad social, proponen la creación de un fondo de reserva que se integraría la venta de los inmuebles y áreas comerciales (hoteles y restaurantes) que ya operan con números rojos. Ese es embrollo en el que se encuentra actualmente, mismo que representa todo un dolor de cabeza para el gobierno del estado.
Ante el gobierno del “no hay”, el problema de falta de liquidez no se resolverá si las aportaciones patronales no se incrementan considerablemente y no ocurrirá en tanto los trabajadores no cedan un ápice en la conservación de sus derechos y privilegios.
Por lo pronto, la lucha sigue. Ayer miercoles17, miles de profesores en su mayoría, integrantes de los sindicatos agraviados salieron a marchar y manifestarse por las arterias céntricas de la capital. El numeroso contingente llegó hasta las puertas del Palacio legislativo para entregar a los diputados las conclusiones de os foros. Mismas que esperan se integren a la iniciativa de ley que busque la reforma racial para solucionar el peliagudo problema del ISSSTEZAC, (ver La Jornada Zacatecas, 17/07/2024).