Las remesas se han consolidado como un pilar fundamental para la economía de México, desempeñando un papel clave tanto en la reducción de la pobreza como en la sostenibilidad de los ingresos en diversos estados. Estas transferencias representan más del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) de varias entidades del país. Zacatecas destaca en este contexto, ocupando el tercer lugar en términos de dependencia de las remesas, con un 76.6% de su PIB vinculado a estas transferencias.
Según un informe de BBVA, en 2023, Michoacán lideró la lista de estados con mayor dependencia de las remesas, las cuales representaron un 96.7% de sus ingresos públicos. Este dato subraya la importancia de las remesas para la estabilidad económica de un estado que ha enfrentado altas tasas de emigración hacia los Estados Unidos.
Junto a Michoacán, otros estados con significativa dependencia de las remesas incluyen Guanajuato (80.6%) y Zacatecas (76.6%), que reflejan altos índices de migración tanto interna como internacional. Estos estados muestran cómo la salida de población hacia el extranjero o hacia otras regiones de México impacta las finanzas locales, que dependen en gran medida de los ingresos de los migrantes.
Además de Michoacán, Guanajuato y Zacatecas, otros estados como Guerrero (62.8%), Jalisco (58.1%) y San Luis Potosí (57.0%) también presentan una alta dependencia de las remesas, con más del 50% de sus ingresos públicos provenientes de estas transferencias. En contraste, estados como Querétaro (30.3%), Baja California (29.5%) y Coahuila (27.0%) dependen en menor medida de las remesas, al igual que Tabasco y Campeche, con las cifras más bajas, 10.9% y 10.3% respectivamente.
La emigración es un factor clave que explica la alta dependencia de las remesas en muchos estados. Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENDID) 2023 del Inegi, Zacatecas ocupa el segundo lugar a nivel nacional en términos de emigración interna, con un saldo migratorio negativo del -1.8 por ciento. A esto se suma el dato del Coneval en 2022, que señala que el 16.3% de la población zacatecana vive en pobreza extrema por ingresos, mientras que un 53% está por debajo de la línea de pobreza.
La migración, tanto interna como internacional, está estrechamente vinculada al envío de remesas. Estados como Zacatecas, Guerrero y Oaxaca, que han experimentado altos flujos migratorios, especialmente hacia los Estados Unidos, reciben constantemente dinero de los migrantes, lo que ayuda a mitigar los efectos de la pérdida de población y la pobreza en estas regiones.
Sin embargo, la dependencia excesiva de las remesas plantea un desafío importante para la sostenibilidad económica de los estados con altos índices de emigración, como Zacatecas, Michoacán y Guanajuato. Aunque estas transferencias son esenciales para las familias y contribuyen a reducir la pobreza, no garantizan un crecimiento económico sostenible ni la creación de empleos a largo plazo. Los estados con alta dependencia de las remesas enfrentan la dificultad de diversificar su economía y generar empleos locales, lo que los hace vulnerables a las fluctuaciones en los flujos migratorios.
Por lo tanto, es fundamental que estos estados se enfoquen en el desarrollo de infraestructuras locales, la capacitación de su fuerza laboral y la diversificación económica. La inversión en sectores clave como la agricultura, la industria y los servicios puede contribuir a mejorar las condiciones laborales, atraer inversiones y generar empleo para aquellos que deciden quedarse, reduciendo así la dependencia de las remesas.
Las remesas desempeñan un papel crucial en la economía de muchos estados mexicanos y están estrechamente vinculadas a la migración. No obstante, este fenómeno también pone de relieve la vulnerabilidad de los estados con alta dependencia de estos flujos de dinero, lo que exige un enfoque integral para promover el desarrollo económico y reducir la dependencia a largo plazo.