■ Enrique Peña Nieto anunciará en los próximos meses la propuesta de reforma energética
■ Pemex enfrenta una excesiva carga tributaria inédita en el planeta, señala especialista
De acuerdo a las declaraciones de Enrique Peña Nieto, presidente de la República, en el foro internacional del G8, celebrado el mes pasado en Irlanda, en los próximos meses se conocerá una propuesta de reforma energética que tendrá como finalidad dotar de “certeza” a los inversionistas privados en esta materia.
Aunque aún no se conoce el proyecto de reforma que se estima estará en el pleno del legislativo a partir del mes de septiembre, la pretensión que se vislumbra es la privatización no de Petróleos Mexicanos (Pemex), sino de la renta petrolera, que es aún peor, señaló la ingeniero químico, Rocío Nahle García, quien es especialista en el tema y defensora de la soberanía energética del país.
Es así que en lo subsecuente se estará escuchando hablar de Pemex a muchos “expertos” que en realidad son charlatanes, dijo, pues su discurso estará plagado de retórica hueca, asegurando que la empresa paraestatal se encuentra en quiebra a falta de tecnología y recursos que supuestamente no tiene; sin embargo no dirán que ese dinero que no tiene es debido a la excesiva carga tributaria que se le impone, y que de cada peso que gasta el Estado, 40 centavos vienen de Pemex.
La especialista comentó que la mala administración de la paraestatal ha llevado al país a tener que importar gasolina y gas, habiendo tenido en la década de los años 40, a la primera empresa del mundo que actuó de manera integral y globalizada, es decir, que integró todas las áreas de producción y generación de valor agregado a través de refinación, petroquímica, gas y exploración, “tuvimos la flota marina petrolera más grande del mundo”, apuntó.
“Llegamos a tener producciones de 2 millones de barriles al día, toda esa riqueza que ha generado Pemex se ha visto mal administrada, no es un problema de leyes, el problema que tenemos con Pemex, en especial con nuestra industria energética, no es un problema de leyes sino de administración, de toma de decisión erróneas que nos ha costado mucho”, sostuvo.
Uno de los primeros errores, inducidos desde el sexenio de Salinas de Gortari, fue el haber dividido a Pemex en diferentes subsidiarias, lo que tuvo un costo grande en todas las áreas de producción, nos estacamos, dijo, “porque hemos tenido que importar petroquímicos y gasolinas, nos hemos dedicado a perforar y a vender nuestro petróleo crudo sin darle valor agregado”.
Mientras Pemex, entre 1994 y 1995, era la quinta empresa a nivel mundial en producción petroquímica, hoy se encuentra en el lugar número 67, la mala administración de la paraestatal “se ha olvidado de darle valor agregado al crudo, mientras China, India y ahora Brasil están generando petroquímica, como son todos los plásticos y todo material sintético. Creo que tenemos que voltear hacia allá, tenemos que tener un diseño del para qué vamos a sacar el petróleo, para refinarlo, procesarlo y con esto generar trabajo, valor agregado”.
Sumado a esto, Pemex sufre una excesiva carga tributaria inédita en el mundo. “Por
ley ahorita aporta al fisco 71.5 por ciento de sus ingresos, ése es uno de los impuestos pero hay otros 10 más y cuatro derechos que tiene que pagar, con lo que Pemex paga más de 100 por ciento de sus ingresos a Hacienda, ninguna empresa del mundo, ninguna aguanta tanto ni paga eso”.
En ese sentido, es falso que la paraestatal no tenga recurso para modernizarse, sino que el problema radica en el régimen fiscal que prácticamente ahorca a la empresa, nulificando su posibilidad de invertir en más refinerías, realizar más petroquímica, en suma, para tener una industria más grande y fuerte.
“Todo eso ha sido la mala administración, y ahora nos dicen que es importante que entre la iniciativa privada porque la empresa es un caos, pero no es un caos porque así esté diseñada sino porque así se mal administró. Nosotros tenemos que pensar primero en lo mejor para el país, lo mejor para nosotros, en crecer, en darle mecanismo a Petróleos Mexicanos para que sea autosuficiente, pero también en crear una relación armónica con la incitativa privada, porque debemos de tener transferencia de tecnología, investigación, pero no cediendo nuestra materia prima”, reiteró Nahle García.
Así, una reforma energética que comparta la renta petrolera entre privados será ir en contra de modelos que han fracasado en el mundo, ya que actualmente las grandes empresas petroleras que rigen el mercado, las denominadas siete nuevas hermanas, son empresas paraestatales de Rusia, Arabia Saudita, Irak, Irán, China, Brasil y Malasia, las cuales producen un tercio de la producción petrolera en el mundo.
“Es muy lamentable escuchar que el presidente quiere certidumbre para los privados, nosotros vamos a esperar esa certidumbre de cómo la va a plantear en papel, vamos a ver, si hay inversionistas que quieren venir está bien, México desde toda su historia siempre ha sido un buen anfitrión pero que no confundan, es anfitrión, se le da entrada a la gente, a los inversionistas, pero sí no estamos de acuerdo en que se comparta la renta petrolera”, resaltó.
Esta visión no se sustenta, dijo, “en un nacionalismo trasnochado, sino porque no nos conviene como mexicanos, cada nación piensa en su bienestar, así lo está haciendo Brasil, la India, China, por lo que nosotros también lo tenemos que hacer así”.
