■ El surgimiento del Frente, entre represión, cárcel y desapariciones, afirma la luchadora social
“Romo, ¡Increíble! Arturo Romo fue el gobierno que volteó a ver a la organización. No así Amalia (García) que nos cerró las puertas totalmente. No así Ricardo Monreal…que también. Genaro Borrego fue menos drástico porque fue el periodo (del programa) Solidaridad donde se dio la apertura de recursos para proyectos productivos”, recupera en recuento del devenir de los sexenios trascendidos por el Frente Popular de Zacatecas (FPZ) y subrayando la permanencia de esta organización más que los orígenes de la misma, Leticia Torres Villa, docente de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Otro gobierno que destaca, es el de José Guadalupe Cervantes Corona, que llegó al poder, dice, con la consigna de destruir a la que se refiere como “la primera organización de izquierda real” en el estado.
El gobernador “fue el elemento más nefasto para el movimiento social que ha tenido Zacatecas”, comenta, para luego recordar de su periodo a la cabeza del Poder Ejecutivo estatal el clima represivo: cárcel y desaparición de activistas.
Estos últimos, señala, volvieron gracias a la presión que el propio movimiento realizó. “Afortunadamente Cervantes se acabó y ‘El Frente’ no murió, seguimos existiendo”.
Lo que celebrará Leticia Torres Villa el 24 de enero de este 2014 a las 11 horas en el teatro Fernando Calderón es una lucha continua.
Afirma que actualmente y bajo su dirigencia, el FPZ mantiene presencia en 40 comunidades del estado, mismas en que se ha dado continuidad al trabajo iniciado en su seno desde la década de los años 70 del siglo pasado, cuando éstas fueron escenarios de la toma de tierras para forzar un reparto que no había sido concretado mediante la Reforma Agraria y que se realizó con el apoyo que ofrecieron los universitarios, maestros y alumnos, “sin pedir nada a cambio”.
El Frente Popular de Zacatecas, “organización social autónoma, de masas, independiente”, que ubicó como consigna original la lucha por “lograr la satisfacción de las necesidades de la gente”, se ha mantenido en este empeño por 40 años, destaca la que se convirtió en su líder tras la muerte en el año 2000 del que fuera su compañero de vida y dirigente histórico de la organización, Jesús Pérez Cuevas.
Torres Villa recuerda la figura de Pérez Cuevas como un hombre inteligente, congruente y visionario, el único profesor que dirigió el movimiento. Y subraya también que todos los entonces muy jóvenes estudiantes, abrevaban del conocimiento “del profe”, quien tras el regreso a la Ciudad de México de Noé Beltrán y Sergio Corichi Flores, a quienes también se les reconoce influencia en el cambio de mentalidades al interior de la Universidad Autónoma de Zacatecas, fue el único que se vinculó a la lucha social, hasta su muerte a la edad de 60 años.
El Frente Popular de Zacatecas fue fundado formalmente mediante la celebración de un consejo consultivo, el 24 y 25 de enero de 1974, celebrado en el teatro Fernando Calderón.
Precisa que aunque quedó en su presidencia Francisco Valerio Quintero, esta designación tuvo más que ver con proteger a Pérez Cuevas, pues si éste hubiese quedado a la cabeza “era más fácil que le pegaran al movimiento”.
La organización ha vivido varias etapas. Entre ellas, la previa entre 1972 y 73 marcada por el cambio de los programas de estudio al interior de la UAZ.
Durante el periodo 1973 a 1977 se tuvo un mayor ingreso a sus filas de estudiantes y cierra con una fusión fuerte entre la Máxima Casa de Estudios en el estado y “el pueblo”. En este momento “la derecha toma la Universidad porque considera que ésta subsidia al movimiento popular, cosa que pudieron comprobar que no era cierta”, al penetrar sus archivos, comenta.
Al mismo tiempo pretendían deshacerse de los líderes, de entre ellos pedían “la cabeza de Pérez Cuevas”. Se generó entonces un movimiento solidario de las escuelas de la Autónoma de Zacatecas para detener a la denominada “Alianza Universitaria”, organización que señala como una “expresión de los caciques y terratenientes de la rancia burguesía zacatecana”.
En 1989, y tras el golpeteo sufrido durante el sexenio de Cervantes Corona, otro hito en la historia del Frente, “ya no hay tierras que repartir”. Ahora se pretendía consolidar la productividad con los campesinos.
Es el momento en que Carlos Salinas de Gortari en “su calidad de perdedor” de las elecciones de 1988, pero impuesto en el Poder Ejecutivo de México, “trata de ganarse a la izquierda” mediante la entrega de recursos procedentes de su programa Solidaridad.
El FPZ también se involucra en este proceso. Es también el momento de la escisión de la organización.
Leticia Torres es contundente cuando dirige su atención al nacimiento del Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), nacido de esta división. José Narro Céspedes, su dirigente, señala, llegó al estado en 1984 para trabajar al lado de Pérez Cuevas en la zona de Valparaíso.
“Ahora se endilga 40 años” de una lucha que no dio, dice, y recuerda luego palabras que le atribuye “al profe”: “Nunca un hijo va a ser mayor que el padre”.
“Nosotros tenemos muy claro que la prioridad de la lucha de ’El frente’ son las demandas de la gente; no es una empresa. No tenemos asalariados dentro de la organización. Estamos muy claros que el surgimiento del Frente fue con represión y hay quienes llegan solamente a recoger los pétalos de rosa, nosotros nos quedamos con las espinas”.
Ya sin Pérez Cuevas, con quien dice, no coincidió en su opción por la vía electoral mediante la que llegó a obtener un escaño en la diputación local, pero del que destaca murió en la pobreza y aún no llegó a poseer una casa propia, Leticia Torres Villa, inauguró en 1998, la Casa de la Mujer Eulalia Guzmán Barrón, un refugio para mujeres en situación de violencia intrafamiliar.
«Mi padre fue agresor. Me corrió de casa por andar en la lucha social». También vienen a su mente las compañeras campesinas de “El Frente” que acudían a las marchas, marcadas por los golpes que les propinaban sus parejas. Y como último detonante para dar inicio a este proyecto un dramático caso de intento de asesinato perpetrado contra una mujer, que solicitó su auxilio.
“Entonces dije, Pérez ve a los pobres, yo voy a ver a las pobres de los pobres, a las Juanas Pueblo. Y desde entonces me asumo como una Juana Pueblo más”.
Sin embargo, ubica su trabajo por la equidad de género hace 29 años, “cuando nadie” hablaba de este tema, en la entonces Escuela de Derecho y mediante un concurso de oratoria.
“Yo era la loca que estaba destrampada y pobre Pérez Cuevas, ya no tenía autoridad sobre mí porque no me disciplinaba y no me metía mi joda para que me guardara”, recuerda los comentarios derivados de su actividad acerca de esta preocupación social. Hoy, comenta, se atienden mediante este refugio, donde además se da asesoría integral, a 7 mil mujeres al año.
“40 años se dicen muy fácil. El problema es darle continuidad a la lucha”. Esta fue la expresión reiterada de Leticia Torres Villa durante la conversación.
