«Hemos contabilizado 215 mil 518 muertos en cuatro años de guerra, de los cuales 66 mil 109 eran civiles», afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.
Entre las víctimas civiles, 10 mil 808 eran niños.
Más de 5 mil personas murieron desde principios de febrero, añadió.
Del lado de los rebeldes sirios moderados, 39 mil 227 han muerto en la contienda, un balance que incluye a los combatientes kurdos sirios.
Los grupos yihadistas (Frente al Nosra y el Estado Islámico) han perdido a 26 mil 834 de sus hombres, según el OSDH, una ONG con sede en Inglaterra.
Del lado de las fuerzas prorrégimen, la ONG cuenta 46 mil 138 soldados fallecidos, 30 mil 662 milicianos de las fuerzas de defensa nacional, 674 miembros del Hezbolá chiita libanés, y 2 mil 727 milicianos chiitas de otros países.
El OSDH contabilizó otros 3 mil 147 muertos no identificados.
El balance, matizó Abdel Rahman, «es seguramente superior a los 215 mil muertos contabilizados, por el gran número de desaparecidos cuya suerte se ignora».
Según él, hay que añadir las 20 mil personas que se encuentran en las cárceles del régimen y consideradas como desaparecidas.
También se ignora la suerte de miles de civiles y combatientes que han sido secuestrados.
«Hay más de 215 mil muertos, mientras la comunidad internacional se mantiene en silencio y ningún tribunal internacional castiga estos crímenes», denuncia Rami Abdel Rahman.
Según él, «la impunidad anima al asesino a continuar con sus crímenes».
«El pueblo sirio se levantó en marzo de 2011 para lograr un Estado de derecho y la libertad, y no para pasar de la opresión de la dictadura a la opresión del grupo Estado Islámico», añadió.