Las perspectivas para la sociedad zacatecana y mexicana en general al próximo año 2016, que ya está en puerta, no son en ninguna manera alentadoras, con un régimen priísta que aplicando un modelo económico obsoleto, está provocando una disminución gradual de la calidad y expectativas de vida, junto con una mayor desigualdad, generando así el caldo de cultivo que alimenta la inseguridad que estamos viviendo.
No puede ser menos, como así hemos venido señalando, las erradas políticas públicas en materia de economía, de seguridad, de salud, laboral y demás, no están causando efectos positivos, como así se prometió y aseguró incesantemente antes de la llegada de este régimen y en sus inicios, la realidad se impone, las reformas estructurales de Peña están deteriorando aún más la calidad de vida de los mexicanos.
Uno de esos errores, que seguirá provocando más recortes irresponsables en el presupuesto es el de la asignación del costo del barril de petróleo, para la elaboración de los presupuestos. Este año se había calculado partiendo de un promedio de 79 dólares el barril, sin embargo, para el cierre del pasado viernes 11, el precio cerró a solo 27.74 dólares cada uno, viniendo de una gradual caída de los precios a lo largo del año, lo que justifico varios recortes presupuestales, una total falta de previsión ante los escenarios internacionales.
Otro más, la caída del precio de la moneda ante el dólar, que todos previeron, a excepción de Videgaray y Carstens, provocara fuertes efectos negativos, también el pasado viernes 11, el dólar se llegó a cotizar en varios lugares hasta en $17.70, lo que causará que empresas que resentirán la depreciación del peso frente al dólar en sus importaciones, tanto de materia prima como de artículos, trasladen este efecto a los consumidores, lo que a su vez impulsará la inflación al cierre de año, es decir, subirán los precios de todo en 2016.
Todo ello, se sumará a la anunciada elevación de las tasas de interés en la reserva federal en los Estados Unidos, a quienes nuestros “Brillantes” responsables de las arcas nacionales han indexado nuestra economía, lo que provocara masiva salida de los capitales que han estado llegando al país, el problema es que estos son de carácter especulativo, agudizando la crisis financiera no reconocida que estamos viviendo.
Esto se evidencia más claramente si revisamos el historial de los ajustes en las expectativas de crecimiento económico continuamente a la baja durante todo lo que va de administración priísta de Peña Nieto; Al 2013 se proyectó un crecimiento de 3.5 por ciento y apenas se alcanzó una tasa de 1.4 por ciento, la más baja desde la recesión de 2008 (-4.7 por ciento) y el peor inicio de un gobierno desde 2001, el foxista, cuando el país entró en recesión (-0.6 por ciento).
Para 2014 el gasto programable real del sector público y del gobierno federal aumentaron 3.4 por ciento y 4.6 por ciento, y la inversión de cada uno creció 8.2 por ciento y 20.6 por ciento, anunciaban el despegue económico, basado en un alegre gasto programable expansivo, los altos precios del petróleo, las exportaciones, el ingreso de capitales estimulados por la privatización petrolera y el acceso al crédito financiero foráneo, sin embargo, a mitad de 2014, el crecimiento programado, apoyado en las reformas, se disolvió en el aire.
El desplome de los precios internacionales del crudo afectó las divisas e ingresos fiscales programados, echando por tierra las expectativas de la inversión extranjera anunciada con la privatización de la industria petrolera, por lo que la tasa de crecimiento pronosticada irresponsablemente a un nivel de 3.9% se desinfló al 2.1%.
Para este año 2015 sucedió lo mismo. Con las reformas aprobadas se programó un crecimiento de 4.7 por ciento. Después se revaluó a 3.7 por ciento. Hacienda acaba de reducir la meta a 2.0-2.8 por ciento. El Banco de México a 1.9-2.4 por ciento. El Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y los analistas del sector privado a 2.3 por ciento. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en 2.2 por ciento.
En la primera mitad del peñismo, el crecimiento medio real anual será solo de 2%, los mexicanos deberemos enfrentar un endeudamiento neto de 528 mil millones de pesos, por lo que el régimen elevará los precios públicos para captar más ingresos fiscales, la gasolina Magna podría subir hasta 15.97 pesos por litro y la Premium, a 15.37 pesos. El costo de la electricidad y de otros bienes y servicios también pueden dar sorpresas.
En esta forma, de 2016-2018, lo que resta del Peñismo, quedarían fuera del mercado laboral formal unas 400 mil personas que buscan por primera vez un empleo; y el aumento de los salarios mínimo y contractual, como ocurre hasta la fecha, seguiría atado a la meta anual, por lo que mantendrán la pérdida respectiva de su poder de compra: 76 por ciento y 50 por ciento. Así, la creciente pobreza, miseria y la delincuencia serían los signos sociales que marquen lo que resta de esta administración del PRI.
Sólo para ejemplificar esta dicotomía de los Priistas con la sociedad, la semana pasada todos los Diputados Federales priístas sin excepción, votaron a favor de convertir al Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (Pensionissste) en una empresa, lo que eliminará las responsabilidades del Estado en el caso de minusvalías o pérdidas en las cuentas individuales, se abandona la protección, pero se mantiene el férreo control de los fondos para que sean aprovechados por el propio gobierno y el sector privado, las comisiones que se pagan para el manejo de los fondos subirán, decisión compartida de los mismos diputados priístas zacatecanos que permitieron una reducción de más de tres mil millones en el presupuesto para el próximo año en la entidad, (a la que los priístas buscan endeudar hasta los 13 mil 662 millones de pesos ) así es como Zacatecas marcha bien para ellos.
Todo continuará igual mientras la sociedad no reaccione, mientras que no exprese su indignación en las urnas, la mejor vía para generar los cambios que el país necesita, cuando lo entendamos, comenzará el camino para una vida mejor, para reconstruir nuestro México y nuestro Zacatecas. ■
