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viernes, 13 junio, 2025
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¿Un hermoso gran país?

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Por: Fabiola Mancilla Castillo •

En estos últimos meses hemos presenciado con impotencia las detenciones que se han realizado contra la comunidad migrante en Estados Unidos. Se ha desatado el pavor en redes sociales y en los noticieros de habla hispana, lo que ha mermado la salud mental de muchas familias mexicanas que radican en aquella nación. La misma población estadunidenses se solidariza con nuestra comunidad y alza la voz en apoyo a los indocumentados. Ejemplo de esto es lo que se vivió el viernes 30 de mayo en South Park, en San Diego, California. Agentes ICE cubiertos del rostro realizaron una redada en el restaurante italiano Buona Forchetta. Al ver esto, integrantes de la comunidad se enfrentaron para impedir que fueran arrestados más trabajadores. Las autoridades, en respuesta, lanzaron bombas de humo y emitieron ruidos para disuadir a los manifestantes. Fueron los primeros indicios de que los estadunidenses no estaban de acuerdo con la forma en que se están realizando estas detenciones. Al ser entrevistados, refieren que ellos votaron para que se llevaran a los delincuentes, no a las personas trabajadoras. Días antes, el 8 de mayo, en Massachusetts, una familia de origen brasileño fue brutalmente sometida por agentes de ICE. En imágenes se ve una menor huyendo de las autoridades, y a lo lejos se ve un automóvil en que llevan a su madre arrestada. La comunidad de Worcester trató de ayudar a la familia y los uniformados los agredieron. Más tarde se supo que la menor es ciudadana de EU, mientras la hija mayor y su prometido se encuentran ajustando su estatus por medio de la visa juvenil.

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Estos hechos eran la antesala de lo que se viviría en Los Ángeles durante este fin de semana. Todo empezó con un operativo de ICE en un Home Depot en el vecindario de Westlake, donde jornaleros fueron arrestados y llevados en una camioneta a un centro de detención. Los primeros en responder fueron las organizaciones pro migrantes en la zona, como la Unión del Barrio, que reportó estas detenciones el viernes por la mañana. Después de esto, las patrullas de ICE se comenzaron a ver en distintos puntos alrededor de Los Ángeles, como el distrito de la moda. Allí la comunidad volvió a hacer frente a los agentes y logró impedir más detenciones. Poco a poco la situación se tensó hasta llegar a lo que todos vimos el pasado domingo: carros incendiados, patrullas apedreadas, fachadas de edificios federales pintadas y la bandera de México ondeaba en el fondo. Estas imágenes dieron la vuelta al mundo, pero lo que no se comenta es que la población indocumentada de Los Ángeles, ante el temor de perderlo todo, se encontraba resguarda en sus hogares.

Las redadas no han parado. Reportes de la Asociación de Jaliscienses Unidos en Acción (AJUA) mencionaron que este lunes por la mañana el ICE se encontraba en Huntington Park. Primero comenzaron sus rondines en un Home Depot y luego se desplazaron a una escuela secundaria, donde se desarrollaba una graduación. Al ver esto, padres de familia indocumentados se quedaron encerrados dentro de la escuela hasta que Migración abandonó el lugar. Más tarde AJUA reporto haber observado agentes de ICE en la Plaza México en Lynwood. Otros líderes migrantes, como Lupe Gómez, integrantes de El Colectivo de Federaciones y Organizaciones Mexicanas Migrantes en EU (Colefom), realizaban emisiones en vivo para mostrar la ciudad de Los Ángeles y advertir a sus compatriotas sobre la presencia de agentes de ICE en las calles, y lo más lamentable, en las graduaciones de las escuelas. Mencionó que es preferible permanecer en casa, pues al ser deportados se separarían de sus hijos y eso es algo que no se desea a nadie. La organización Comunidades Indígenas en Movimiento (Cielo) refiere que al menos 20 familias indígenas zapotecas fueron afectadas por las detenciones del pasado fin de semana; además, se encuentran difundiendo información sobre asesoría legal gratuita para detenidos.

Se piensa que la situación se agravará, pues los expertos señalan que las próximas ciudades donde se replicarán estas redadas masivas serán Chicago y Nueva York, en respuesta al ser santuarios de la comunidad migrante. Los líderes de estos lugares se encuentran llamando a calma, para no caer en provocaciones, así como informando sobre sus derechos a las comunidades indocumentadas, ya que se sabe que todo este ambiente de violencia sólo beneficia al gobierno de Donald Trump para implementar las políticas represivas que quiere imponer. Para muestra, el proyecto de ley que se aprobó el pasado 22 de mayo en la Cámara de Representantes: One Big Beatiful Bill Act. Dentro de las reformas que esta ley quiere implementar se encuentra: restringir las atribuciones del Poder Judicial en EU; una reducción de programas de asistencia social, como el Medicaid, que es el apoyo federal que ayuda a cubrir los costos médicos para personas de bajos ingresos; el impuesto de 3.5 por ciento a las remesas hechas desde aquel país; así como un incremento al presupuesto al ICE, Patrulla Fronteriza y otros programas que se dediquen a contener la migración. Trump quiere que este proyecto sea promulgado en las próximas semanas, por lo que en diversos mensajes en su red social ha instado a que los senadores la aprueben.

Pareciera que todo está dicho: la falta de contrapesos políticos hace que leyes como éstas se piensen inminentes. Este nuevo proyecto de ley es regresivo, pues puede afectar a los más pobres. Además, sienta las bases para que más violaciones al debido proceso se sigan cometiendo contra la comunidad indocumentada, pues son deportados sin haberse presentado frente a un juez. Es por esto que muchos líderes migrantes cuestionan lo violento de las movilizaciones de Los Ángeles, pues, si bien nacieron del descontento de una comunidad que históricamente ha sido discriminada, como los latinos, es verdad que grupos de choque se hicieron presentes. Estamos en momentos convulsos, en que los más beneficiados de estas confrontaciones son los gobernantes que quieren impulsar leyes contrarias a los derechos humanos. La pregunta es, si Estados Unidos es el país de las oportunidades como nos han dicho, pues pareciera que todo es un mito y que sólo se encuentra lo grandioso de esta nación en los títulos de las nuevas leyes represivas que buscan imponer a costa del dolor de la comunidad migrante.

* Integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan

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