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domingo, 4 mayo, 2025
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■ Analiza Dr. Rodolfo García Zamora relación entre México y vecino del norte

Modelo de dependencia económica de EU enfrenta encrucijada con Trump

■ El ponente desmitifica los efectos del TLCAN

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Por: Jaqueline Lares Chávez •

En el marco de las XIV Jornadas Culturales LILEZ “Conectando Culturas, Celebrando Diferencias”, el Dr. Rodolfo García Zamora, investigador emérito en Estudios del Desarrollo por la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas, ofreció la ponencia “Políticas arancelarias y migratorias de Donald Trump y sus repercusiones en México”. 

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A partir de una trayectoria de más de 25 años en Estudios del Desarrollo investigando las relaciones entre migración y desarrollo, el académico construyó un análisis integral que entrelaza historia, geopolítica, economía, crítica social y propuestas urgentes para repensar el rumbo nacional.

Desde sus primeras palabras, García Zamora situó su análisis en el marco de una larga y asimétrica relación bilateral entre México y Estados Unidos. 

Subrayó que desde la crisis de la deuda de 1982 y el posterior Tratado de Libre Comercio (TLCAN), México adoptó un modelo de integración económica profundamente dependiente del vecino del norte, tanto en términos comerciales como migratorios. 

Esta dependencia, afirmó, se encuentra hoy en una encrucijada frente a la reactivación del trumpismo, caracterizado por políticas arancelarias proteccionistas y una retórica antimigrante cargada de racismo y xenofobia.

Uno de los ejes centrales de su exposición fue el señalamiento de que Trump no solo intenta modificar la política económica hacia México, sino que busca redibujar la relación en su totalidad, mediante tácticas de chantaje diplomático, como el uso de aranceles, amenazas de militarización y el condicionamiento de la cooperación migratoria.

García Zamora trazó una línea histórica que se remonta a la pérdida territorial de 1847, demostrando que la migración entre México y Estados Unidos no es un fenómeno coyuntural, sino estructural. 

Con más de 11 millones de mexicanos en el vecino país (de los cuales 4.9 millones son indocumentados) y una frontera de más de 3,000 km, esta es una de las relaciones migratorias más intensas y singulares del planeta.

El académico criticó la instrumentalización de esta mano de obra, utilizada como “reserva laboral” por Estados Unidos y desprotegida por México, que históricamente ha carecido de una política migratoria integral. 

México, según el ponente, ha sido un actor pasivo, dejando que la lógica del mercado y la política exterior estadounidense definan el destino de millones de connacionales.

El centro de su análisis giró en torno a tres escenarios prospectivos de la relación México–Estados Unidos.

1. Escenario óptimo: Un viraje hacia una política exterior más soberana, con independencia económica y un enfoque en derechos humanos.  

2. Escenario intermedio: Continuación del modelo actual, con sus contradicciones y riesgos latentes.  

3. Escenario crítico: Radicalización de las políticas antimigrantes y arancelarias bajo una nueva administración de Trump, lo que forzaría a México a reconfigurar su modelo económico y social.  

Este último escenario, advirtió, sería devastador para México si no se acompaña de una ruptura con el modelo neoliberal instaurado hace más de cuatro décadas.

García Zamora desmitificó los efectos del TLCAN, señalando que si bien trajo modernización a sectores específicos (como el automotriz), dejó al campo en ruinas y acentuó la desigualdad regional. Esta situación empujó a millones a emigrar. 

En 2024, México recibió 65 mil millones de dólares en remesas, una cifra que revela el carácter de “válvula de escape” de la migración. En Zacatecas, donde las remesas superan el presupuesto estatal, esto representa una profunda vulnerabilidad.

Uno de los momentos más críticos de la ponencia fue cuando denunció cómo México ha asumido el rol de gendarme migratorio al servicio de Estados Unidos. Desde Salinas hasta López Obrador, y ahora bajo una administración ficticia, el país ha militarizado su frontera sur para detener migrantes, violando derechos humanos y sin recibir beneficios tangibles a cambio, como la legalización de migrantes mexicanos.

García Zamora también abordó el rezago educativo de México en clave transnacional. Lamentó que, a diferencia de otros países como Filipinas, los migrantes mexicanos no dominen el inglés, lo que limita su integración social y política. Denunció la ausencia de una estrategia educativa transfronteriza y la pasividad de instituciones como la BUAZ, que no han establecido campus virtuales en ciudades clave como Chicago o Los Ángeles.

La parte final de la ponencia fue especialmente crítica. Cuestionó el papel del actual gabinete mexicano, que no están a la altura de la crisis actual. Denunció la falta de una reforma fiscal que permita financiar un nuevo “Plan México”, y recriminó a las universidades públicas su pasividad. “Menos grilla y más propuestas”, sentenció.

También advirtió sobre el nuevo “feudalismo digital” encabezado por magnates como Musk y Zuckerberg, frente a un Estado mexicano que carece de estrategia tecnológica y científica.

Su propuesta concreta consiste en crear dos millones de empleos para migrantes en zonas de tránsito, apostando por la industrialización y el rescate del campo. Sin embargo, advirtió que estados como Zacatecas no tienen, hoy por hoy, capacidad de integración a un plan de este calibre.

“Yo aquí cuando en el Senado les dije, yo propongo el Plan México II, que aparte del millón de empleos que nos dice la presidenta, antes de que nos amenazaran tan fuerte, viendo esta cantidad de inmigrantes que están atorados en Tapachula, que están atorados en los tres corredores, y que están atorados desde Tijuana hasta Matamoros, yo dije, se requiere generar dos millones de empleos para esa población que está ahí” agregó.

Finalmente, cerro su mensaje, haciendo un llamado enérgico a construir alternativas reales para la juventud mexicana, señalando que el Estado debe garantizar no solo el derecho a emigrar, sino el derecho a no tener que hacerlo. En este sentido, planteó que el país debe ofrecer oportunidades dignas para que las nuevas generaciones puedan desarrollarse sin verse forzadas a abandonar su lugar de origen.

“Quisiéramos que ustedes pudieran ejercer el derecho a no emigrar; que el Estado y el país les den una alternativa”, sostuvo, al tiempo que expresó su esperanza de que el denominado Plan México se consolide como una plataforma de desarrollo productivo y humano.

Asimismo, el académico propuso fortalecer la cooperación educativa y comercial con Centroamérica y con otras regiones del mundo, con acciones concretas. Entre ellas, destacó la necesidad de establecer un sistema de intercambio académico robusto: “Ojalá mandemos 500 estudiantes a China, 500 a la Unión Europea, y que ahí vayan los mejores”. 

Para García Zamora, esta visión estratégica sería clave no solo para formar capital humano de alto nivel, sino para sacar al país (y particularmente al estado de Zacatecas) de un rezago histórico que, según afirmó, se arrastra desde hace más de seis décadas y que actualmente ha alcanzado niveles inéditos.

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