Jorge Eduardo Marín Valadez, candidato a juez penal federal, afirmó que la implementación de la tecnología y la inteligencia artificial es necesaria para hacer más eficiente la impartición de justicia, por lo que promoverá su uso no para la toma de decisiones, sino para apoyar en los procedimientos.
Desde su perspectiva, opinó que el modelo de justicia penal se basa en la oralidad, en audiencias públicas, y es buena porque la Fiscalía defiende que una persona sea condenada y la defensa trata de demostrar la inocencia de algún imputado.
Sin embargo, consideró que es necesario apostarle a la tecnología, a la capacitación de defensores, fiscales, personal administrativo jueces y magistrados, y atender con prioridad el tema de las armas de fuego y los delitos relacionados con la droga.
“Creo que para conseguir una verdadera paz en la sociedad es importante evitar que entren tantas armas al país y eso es trabajo en conjunto entre los órganos que imparten justicia y de los propios órganos de investigación.
“Mientras que, en el tema de las drogas, el enfoque está mal en el sentido de castigar. Para mí lo importante es atender las causas y entender el problema de las drogas como un problema de salud pública y no como un sistema que castiga a quien consume”, explicó.
Por otra parte, Marín Valadez informó que una de sus principales propuestas de campaña es la implementación de la inteligencia artificial y la tecnología, ya que es una herramienta fundamental en todos los ámbitos.
Expuso que hay programas de inteligencia artificial que ayudan a dar opiniones respecto a leyes, jurisprudencia, tratados y demás cuestiones jurídicas que podrían facilitar u optimizar el trabajo.
“Muchas veces el trabajo del juzgador es tan intelectual que se puede llegar a saturar, pero utilizando herramientas de inteligencia artificial podemos recibir opiniones más concretas y decidir. Esto es para ayudar la función del juez no para sustituir la decisión, y si realizamos ajustes para que la impartición de justicia tenga este dote de tecnología, podremos hacer los juicios más eficientes”, dijo.
Además, otro planteamiento consiste en tener una mayor cercanía con la sociedad y para ello plantea generar espacios de diálogo abierto para que sepan por qué toma cierta decisión, ya sea si alguna persona queda privada de su libertad o por qué queda en libertad.
Una tercera propuesta, agregó Marín Valadez, es la capacitación constante no solamente de los jueces, sino también de todo el personal cercano, ello con el propósito de que haya juzgadores más humanos y preparados.
Consideró que la reforma judicial era necesaria para generar un mayor acercamiento con la sociedad, ya que pocas personas conocen las diferencias entre un ministerio público, un defensor y un juez.
Expuso que desde el Poder Judicial se había promovido una reforma, pero consistía en abrir más juzgados y tribunales y destinar una mayor inversión a las fiscalías y defensorías públicas, pero no se logró, y finalmente el Gobierno federal impulsó otra reforma que ahora es vigente.
Sobre el discurso gubernamental de que esta reforma judicial era necesaria por la corrupción que prevalecía, mencionó que de su parte nunca ha visto prácticas deshonestas entre los juzgadores, pero aparentemente había focos de atención en algunos juzgadores o servidores públicos de menor jerarquía.