Zacatecas se encuentra ante un momento crucial de su historia económica. Pese a los desafíos estructurales que aún persisten -como la informalidad laboral, la dependencia de las remesas y los rezagos en infraestructura- hoy el estado cuenta con condiciones que lo colocan en una posición estratégica para insertarse activamente en el Plan México 2025-2030, una de las apuestas federales más ambiciosas para reducir las desigualdades regionales y potenciar la inversión nacional y extranjera.
Antes de mirar al futuro, conviene reconocer lo que se ha hecho bien en el presente. En los últimos tres años, la administración estatal ha logrado avances importantes en seguridad. Gracias a la coordinación con la federación y presencia en zonas críticas, Zacatecas ha dejado los primeros lugares nacionales en homicidios dolosos. Aún falta mucho por hacer, pero el camino está en marcha.
También destaca el esfuerzo por contener el desempleo, con ferias laborales, formación dual, impulso al autoempleo y programas sociales. La tasa de desocupación se ha mantenido estable. Lo que sigue es mejorar la calidad de los empleos, formalizarlos y dotarlos de derechos.
Zacatecas tiene fortalezas naturales y geográficas que lo colocan en ventaja frente a otros estados. Su ubicación estratégica, entre el Bajío y el norte industrial, lo convierte en un nodo logístico. Contamos con carreteras federales, aeropuerto internacional, red de telecomunicaciones y una conexión ferroviaria subutilizada que puede convertirse en motor económico.
La reactivación del tren de carga y pasajeros entre Zacatecas y ciudades como Aguascalientes o Guadalajara debe ser prioridad. Es una opción eficiente y sostenible para el transporte de mercancías y personas. Además, impulsaría la integración regional y la movilidad industrial.
Este potencial puede transformar a Zacatecas en un Centro de Distribución Regional. Para lograrlo se requieren inversiones público-privadas en infraestructura: carreteras, gas natural, agua industrial y parques tecnológicos. El Plan México contempla esquemas de financiamiento y estímulos fiscales. Zacatecas debe integrarse.
A la par, es urgente cambiar la vocación productiva del estado. No podemos seguir siendo exportadores de materias primas sin valor agregado. Nuestro campo -rico en frijol, chile, uva, durazno y nopal- debe industrializarse. Hoy exportamos sin marca ni transformación. Es momento de crear agroindustrias regionales con inversión extranjera, transferencia tecnológica y capital social migrante. Deben combinarse precios de garantía con acceso a maquinaria y cadenas de exportación directa.
La minería y manufactura deben avanzar hacia una cadena de proveeduría más justa e incluyente. Aunque Zacatecas recibió más de 2 mil millones de dólares en inversión extranjera directa entre 2021 y 2024, muchos ciudadanos no perciben beneficios claros. Parte de la inversión ha sido automatizada o localizada en zonas específicas. Por eso se requiere un modelo que garantice inclusión y derrama económica.
Frente a esto, un grupo plural de académicos, especialistas y líderes sociales comenzamos a construir el Plan Zacatecas: una hoja de ruta con visión de largo plazo, rigor técnico y compromiso social. No es copia del Plan México, sino su complemento desde lo local. Pensar a Zacatecas desde adentro, con proyección nacional e internacional.
El modelo propone acciones puntuales agrupadas en siete pilares estratégicos:
Infraestructura productiva: modernizar la carretera Zacatecas–Aguascalientes y rehabilitar otras vías clave hacia Durango, San Luis Potosí, Jalisco y Coahuila. Extender el gas natural a parques industriales y construir la presa Milpillas, con inversión federal aprobada de 8,900 millones de pesos.
1. Industrialización del campo: crear agroindustrias con tecnología de punta y marcas propias.
2. Atracción de inversiones: aprovechar incentivos del Plan México para atraer empresas con empleos formales y bien pagados.
3. Seguridad para el desarrollo: fortalecer la estrategia desde el territorio y con enfoque económico.
4. Turismo patrimonial: consolidar circuitos en pueblos mágicos, zonas arqueológicas y rutas gastronómicas.
5. Formación de talento: impulsar un sistema dual entre universidades y empresas.
6. Migración como oportunidad: canalizar remesas hacia fideicomisos productivos.
Este es el momento de actuar. Zacatecas tiene talento y, sobre todo, tiene a su gente: mujeres y hombres trabajadores, estudiantes con sueños, campesinos que resisten, jóvenes que crean, migrantes que no olvidan. El Plan México abre una puerta histórica, y el Plan Zacatecas es la vía para entrar con identidad, con dignidad y con propuestas. Aún hay mucho por corregir, pero también mucho por construir. Como reza el escudo de armas de nuestra ciudad capital, Labor vincit omnia: el trabajo todo lo vence. Lo que sigue es integrarnos plenamente al concierto nacional de la transformación. La historia ya comenzó, y en Zacatecas la estamos escribiendo todas y todos, con esperanza, con trabajo y con el corazón firme.