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lunes, 21 abril, 2025
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T.I.G.I

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Por: ÓSCAR GARDUÑO NÁJERA •

Si se preguntan qué diablos significa ¨T.I.G.I¨ y cómo alguien puede titular así una extraordinaria obra de teatro estamos bien sintonizados, ustedes y yo, claro, como cuando quedamos de vernos cada semana para que me lean y yo hago mi chamba, le doy a las teclas en la noche, se lo hago llegar a mi gran amigo Raymundo Cárdenas y ustedes al día siguiente corren por su Jornada Zacatecas, buscan la sección de Opinión y ya está, es una cita que acordamos semanalmente, gracias por tanta puntualidad. 

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Lo más interesante de ¨T.I.G.I¨ no es que sea el título de una obra de teatro sino que por sí mismas las letras representan una oscura época que esperamos no se repita nunca jamás. Nos dice la dramaturga, Alejandra Castro, que ¨T.I.G.I¨ significa, y pónganlo en rojito, por favor, Trastorno de la Identidad Genérica en la Infancia; me dijo Alejandra que es el supuesto diagnóstico que le daban los médicos a las juventudes transexuales. Esto quiere decir que si bien ya está abolido dicho trastorno hay clínicas de conversión, que para fortuna nuestra ya son ilegales, que no respetan dicha abolición, que viven en la oscuridad y en el peligro, lo que es peor, de la ignorancia, de la estupidez humana. Listo, aclarado el punto, ya saben lo que dicen, a la cama no te has de ir sin algo nuevo para compartir. 

En esta propuesta teatral el talento destaca como la punta del Iceberg de lo que es una auténtica mole, un rascacielos hecho dentro de un congelador gigantesco. Para comenzar está el texto, obvio, porque si no hay dramaturgia difícilmente existirá la obra de teatro. 

Alejandra Castro, la autora de la obra de teatro que hoy nos convoca, sí, ¨T.I.G.I¨, y ya no hay excusas de que no entienden lo que significa, es muy talentosa y brilla como anillo de oro. Se trata de una propuesta directa, que no da tregua al público, hay todo un trabajo con el texto que me lleva a la conclusión de que Alejandra Castro es una de nuestras mejores dramaturgas actuales, ya puesta para becas y apoyos, claro, y lo mejor de su propuesta es que aunque no la veas la mayor parte del texto va por un perímetro, la libertad, la defensa a ultranza de las preferencias sexuales, pero también de la historia de Dany, quien enfrenta al mundo y a su comunidad mientras se cuestiona la óptica de su distinta sexualidad. Agreguen ustedes que semejante ejercicio dramatúrgico, donde también hay una parte autoritaria, un ruego por la tolerancia, me tocó admirarla justo el Día en que se celebró la majestuosa Marcha del orgullo LGBTIQ, todo coincidía para darme una lección de algunos frentes de guerra desde donde aún se pueden defender derechos. 

Y qué buen momento cuando sigues la historia de Dany y ocurre el momento de peripecia aristotélico, el cambio por el que la acción que se desarrolla gira hacia su opuesto, sujeto siempre, asegura el papi Aristóteles, a una regla de probabilidad o necesidad, y en ¨T.I.G.I¨ ocurre con una dura y a la vez bella frase, es el día perfecto para la fiesta para ahorcar a alguien, aquí una de las tantas claves para entender una propuesta dramatúrgica que es compleja, pero a la vez sencilla, no se necesita mucha inteligencia para entender la historia de Dany, pero sí se necesita de un poquito más para comprender lo que Dany no dice, pero está ahí, en el escenario, ocurre y da un mensaje, porque ¨Hay quienes dicen cosas para superar sus miedos¨. De miedos, de temores, sí, podría ser una de las vertebras de la propuesta de Alejandra Castro. 

Admiré en escena nuevamente a la actriz Pilar Couto y qué enorme es verla, porque Pilar tiene todas las tablas del mundo, ya el solo hecho de verla a ella es un disfrute completo, yo pagaría por verla en un monólogo, donde ella sea la única participante. Y cuando tienes a un elenco igual de gigantesco sabes que estás frente a una propuesta teatral que vale mucho la pena, que se tendría que llevar a las escuelas como obra de teatro obligatoria, y antes de que se me acabe el espacio van los agradecimientos a todo el equipo que hace posible el milagro de T.I.G.I, en la dramaturgia ya aclaramos que está Alejandra Castro, pero también está a cargo de la producción; en la Dirección y coproducción están Annya Atanasio Cadena otrONorte; el elenco increíble está conformado por Emilio Bastré, Annya Atanasio Cadena, Pilar Couto, Félix Terán y Marcos Mora, pero además, como punto extra, dicho elenco está conformado por personas del espectro trans que representan la diversidad de la que justo habla la obra, la historia de una hermosa Niña Mariposa; el equipo creativo, las piezas articuladas y los títeres son parte del Taller Daniel Toledo, Natalia Rojas y Karen Meteoro; el arte textil es originario de Zinacantán, a cargo de la artesana Rosa Pérez López, y el vestuario escénico es de Alicia Lara; en la iluminación y la escenografía están Roberto Paredes y Claudia Aragón; la música es original de Agustín Morales Carvalho y tras del entramado de la obra de teatro hay una polémica que conviene señalar. 

Tal como se los cuento ocurrió, el sábado 18 de mayo la Dra. Ema Rodríguez Choreño interrumpió a la Dra. Annya Atanasio Cadena, directora y actriz de ¨T.I.G.I¨, durante una conferencia acerca de la diversidad para catalogar, homofóbica y transfóbicamente, a las diversidades sexo genéricas y afectivas como ¨patologías¨, cabría recordarle a la Dra. Ema Rodríguez Choreño que ya existen, a lo mejor lo ignora, psicólogos, psiquiatras, la Rosa de Guadalupe, Lo que callamos las mujeres, para que dé rienda suelta a dramitas que si no representaran una acérrima intolerancia de su parte realmente a mí al menos me daría mucha risa, carcajadas, mira que hablar de patologías para interrumpir una conferencia cuando la misma que interrumpe necesita urgentemente algún tratamiento, el chiste se cuenta solo, amiga Ema Rodríguez. 

Regresemos a ¨T.I.G.I¨ y a mis apuntes de libreta, qué rico empleo de la palabra ¨jolgorio¨ en la obra de teatro, demuestra la capacidad que tiene Alejandra Castro de sopesar el sonido de las palabras, acariciarlas; qué enorme belleza la de lo travesti como recurso escénico, pero también como defensa de posiciones políticas y sociales frente al mundo, así sea a través de la imaginación, que es donde se dan realmente las grandes obras artísticas. Debo aclarar que a mí no me gustan las obras teatrales donde les da por cantar, no son mi predilección, sin embargo, en ¨T.I.G.I¨ cumplen una función específica que es la catártica, otra vez papi Aristóteles, como cuando sabes que todo ya fracasó y cantas a Yuri o a Paquita la del Barrio, te liberas a través de las letras del otro y empleas tus propios recursos, como son la afinación de una muy buena voz para cantar. 

Les voy a compartir algunos diálogos que escribí en la libreta porque los considero destacados, casi a manera de aforismos, como si pusiéramos las palabras por delante antes de lanzarnos a la contienda, ahí van, ¨Los problemas no se hacen más pequeños, una es la que crece¨, ¨Normal que ustedes no han querido entender¨, sí, ya sé, no se entiende mucho, pero es que ¨T.I.G.I¨ va de eso, de entender, pero además de comprender al otro, ese Dany que desde el comienzo de la obra cuestiona el mundo a través de su identidad, he aquí uno de los efectos más intensos de ¨T.I.G.I¨, un casi resumen o sinopsis de ¨T.I.G.I¨ en su totalidad, punto, claro que hay más, pero eso ya les toca a ustedes si vienen de visita a una CDMX que siempre los va a recibir, los vamos a recibir, con los brazos abiertos, y para quienes tienen la oportunidad de subir al Metro y bajarse en Zapata, dar unos cuantos pasos y llegar al Centro Cultural El Hormiguero, donde ¨T.I.G.I¨ se presenta en un horario de sábado al medio día, hasta el 13 de julio, qué esperan, la invitación de mano no va a llegar a sus casas, son ustedes los que deben mostrar interés por una propuesta teatral que realmente vale la pena.

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