16.1 C
Zacatecas
domingo, 11 mayo, 2025
spot_img

■ Se calcula que asesinaron entre 300 y 400 jóvenes

Se cumplen 56 años de la matanza de estudiantes en Plaza de las 3 culturas

■ Cuerpos de seguridad realizaron un operativo violento y represivo para disolver una manifestación

Más Leídas

- Publicidad -

Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

Este miércoles se cumple el 56 aniversario de la masacre estudiantil del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, Ciudad de México, en la que se calcula que fueron asesinados entre 300 y 400 jóvenes, cifra que nunca se ha logrado precisar por la desaparición de muchos de los cuerpos.

- Publicidad -

El movimiento estudiantil de la época se gestó para manifestarse en contra del autoritarismo con que ejercía el poder el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI); meses antes, en julio de 1968, los cuerpos de seguridad realizaron un operativo violento y represivo para disolver un conflicto entre alumnos de diversas instituciones.

Según el Museo Legislativo de la Cámara de Diputados, “el Movimiento Estudiantil de 1968 tuvo un eco inusitado por la incipiente necesidad de la población de señalar y enfrentar el autoritarismo de los gobiernos que desde la década de los treinta se habían sucedido en el poder; éstos se asumieron como los herederos incuestionables de la Revolución e hicieron de la represión política y social su sello inequívoco de acción para mantener el férreo control político del país”. 

En consecuencia, los estudiantes crearon un organismo denominado Consejo General de Huelga a partir del cual comenzaron con una estrategia de movilización para denunciar el autoritarismo y la brutalidad policiaca de parte del gobierno que en ese momento encabezaba Gustavo Díaz Ordaz.

Asimismo, el movimiento elaboró un pliego petitorio en el que demandaron la libertad de los presos políticos y la derogación de los artículos 145 y 145 bis del Código Penal Federal, en los que se señalaba el delito de disolución social como de carácter político. 

Con estas exigencias los estudiantes convocaron a diversas movilizaciones y, en respuesta, el gobierno federal utilizó la represión policiaca y militar, como por ejemplo en la toma de la Preparatoria 1 de la Universidad Nacional el 28 de julio y el desalojo de manifestantes de la Plaza de la Constitución la madrugada del 28 de agosto. 

En ese contexto, u en el marco de su informe de gobierno, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz emitió un discurso que hasta la actualidad es célebre por la advertencia hacia los estudiantes. 

“Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados; pero todo tiene un límite y no podemos permitir ya que se siga quebrantando irremisiblemente el orden jurídico, como a los ojos de todo mundo ha venido sucediendo… No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos”, expresó, 

Debido a que la policía tenía ocupados los espacios universitarios en donde había influencia del Consejo Nacional de Huelga, los estudiantes convocaron a una marcha el 2 de octubre con punto de llegada en la Plaza de las Tres Culturas. 

Según se documentó, llegaron a Tlatelolco entre 5 mil y 10 mil estudiantes, profesores, trabajadores y padres de familia y la plaza ya se encontraba cercada por policías y militares que, según la versión gubernamental, implementaron un operativo para evitar la toma de las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). 

“A las cinco de la tarde, aproximadamente, comenzó el mitin sin mayor inconveniente excepto por la presencia de hombres vestidos de civil que portaban un guante o un pañuelo blanco en la mano derecha. A las seis de la tarde un helicóptero que sobrevolaba la plaza emitió unas luces de bengala; entonces comenzaron los disparos. El fuego cruzado en el que se vio envuelto la multitud que se encontraba en la plaza duró alrededor de una hora”, expone el Museo Legislativo.

Al respecto, se ha documentado que las personas que portaban un guante blanco eran policías y militares infiltrados, pertenecientes al Batallón Olimpia, quienes participaron activamente en el ataque contra los estudiantes y se identificaban entre sí con esa prenda para reconocerse. 

Como resultado, históricamente se ha hablado de entre 300 y 400 personas muertas y más de 2 mil personas que fueron detenidas, golpeadas y trasladados al Campo Militar número 1, donde fueron recluidos.

Por este acontecimiento nunca hubo sanciones para Gustavo Díaz Ordaz ni para el secretario de gobierno, Luís Echeverría, pero este movimiento estudiantil fue fundamental para la construcción de la democracia en México.

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -