Ciudad de México. El octavo detenido por el caso Tierra Blanca declaró que los cinco jóvenes (desaparecidos desde el 11 de enero pasado) fueron asesinados y sus cuerpos destruidos, informó el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa.
Dijo que la Policía Federal y la Fiscalía de Veracruz continúan trabajando intensamente en la búsqueda de los restos, mientras las evidencias de uno de los jóvenes se encuentran en Córdoba, Argentina, en estudios de antropología forense, a cargo de especialistas de aquella nación.
Igualmente dijo que se trabaja para generar elementos, políticas públicas y otras estrategias para evitar la repetición de casos como los de Ayotzinapa y Tierra Blanca, donde ha quedado demostrada la participación de policías al servicio de criminales.
El declarante referido dijo que detuvieron a los jóvenes simplemente porque “les parecieron sospechosos, al estar cinco jóvenes fuertes, juntos. Esta persona dice que los interrogaron, los golpearon, los privaron de la vida y los desaparecieron”, refirió el subsecretario.
La única manera de revertir esta situación, dijo a La Jornada, es romper la cadena de impunidad. El origen de esta situación es que los grupos delictivos, muchas veces en connivencia con corporaciones del Estado, están en la suposición de que desaparecer a sus víctimas significa desaparecer el delito.
Esta convicción, de los delincuentes, es precisamente por la situación de impunidad porque en otras ocasiones han desaparecido personas y no ha ocurrido nada.
Por eso es tan importante, agregó, llegar al fondo en los casos Ayotzinapa y Tierra Blanca para mandar el mensaje a los grupos de delincuentes, de dentro y de fuera, que desaparecer a una víctima hace más grande el delito; ello nos obliga a hacer el mayor esfuerzo para concluir la investigación y sancionar a todos los responsables.
