■ Más de 250 mil hectáreas de cultivos de temporal del ciclo primavera-verano hasta la fecha no cuentan con la humedad sugerida para poder sembrar
Adolfo Bonilla Gómez, secretario de Campo de Gobierno del Estado, dijo que el impacto de la reducción del volumen de lluvia este 2019 “ha sido considerable tomando en cuenta que no se pronosticaba que fuera a haber una ausencia” como la que finalmente se registró.
El fenómeno de la sequía no es exclusivo de Zacatecas, dijo, regionalmente lo comparte con Durango, Coahuila, Chihuahua, Aguascalientes y San Luis Potosí.
Llamó la atención en que también lo padecen estados como Veracruz o Chiapas, para quienes es una condición totalmente atípica.
Aunque la temporada de huracanes va desarrollándose normalmente, explicó, un canal de alta presión ha evitado que estos meteoros se aproximen o entren a las costas mexicanas “y por eso se tiene una reducción de lluvias”.
Adolfo Bonilla precisó que en Zacatecas alrededor de 50 por ciento de la superficie frijolera “no se alcanzó a cubrir”, y ocurrió lo mismo para una proporción similar de las correspondientes a otros cultivos como la cebada, trigo y girasol.
Esto se traduce en más de 250 mil hectáreas de cultivos de temporal del ciclo primavera-verano que hasta la fecha no cuentan con la humedad sugerida para poder sembrar.
Las zonas donde sí hubo lluvias aunque sea tardías, corresponde a los Cañones de Juchipila y Tlaltenango, lo que dijo, ayudará a que la producción de maíz no tenga una reducción tan drástica.
Sobre el tema, el funcionario aludió al acuerdo que se tuvo con la Sader, ya presentado al Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable el pasado viernes, respecto de promover la siembra de avena no para grano sino para forraje, ya que es uno de los pocos cultivos que pudieran aguantar las heladas en caso de que se presenten, explicó.
Sin embargo, apuntó que aunque tiene estas características no estaría exento de riesgos, ya que todos los cultivos ya están fuera de la temporada normal de siembra.
El secretario del Campo también informó que con recursos del estado y federales sí se contrató un seguro catastrófico “como lo hemos venido haciendo desde hace muchos años”, que cubre una superficie importante, de 315 mil hectáreas, de las cuales 302 son para granos en la zona de temporal.
“Sí hay cobertura de seguro y esperemos que no sea tan grande la superficie siniestrada, pero en caso que sea bueno estaría cubierta”.
Detalló sin embargo que la reducción de presupuestos por parte del Gobierno de México este año afectará en el monto de la indemnización para los productores, que comparó, fue en 2018 de mil 500 pesos por hectárea mientras que este año será de mil 100.
Esto adelanta condiciones de baja productividad y por tanto posibles incrementos de precios en los productos que no pudieron sembrarse ya mencionados, “porque al reducirse la superficie de siembra se reduce la cosecha”, lo que también ocurrirá en los estados de la región productores asimismo de frijol, trigo, o maíz o cebada.
Ante la situación, Adolfo Bonilla se remitió al comunicado expedido por la Secampo el pasado viernes, donde se precisa cómo se atenderá a los productores afectados por el fenómeno de la sequía, incluido la existencia de un programa emergente sustentado por recursos extraordinarios gestionados ante el Gobierno de México.
Se detallan sugerencias para evitar que en el caso de la ganadería no sólo los animales pierdan peso, sino que se afecte su reproducción, luego que se espera la reducción del crecimiento de pastos en los agostaderos.
