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viernes, 29 marzo, 2024
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The killing of two lovers, de Robert Machoian

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 494 / Cine

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En los primeros momentos del filme se muestra a David (Clayne Crawford), el protagonista de la historia, sosteniendo un revólver y apuntando hacia una pareja que duerme de manera profunda, ignorantes de lo que ocurre a su alrededor. El rostro de David luce resolutivo, pero finalmente decide no apretar el gatillo y sale por una ventana de la habitación.

Este arranque, intenso y abrupto, establece el tono y la premisa de The killing of two lovers (2020) el debut en cine del realizador Robert Machoian, y cuya atmósfera angustiosa logra perdurar durante toda la cinta.

Ambientada en un pequeño poblado de Utah, la película sigue la historia del ya mencionado David, un hombre de familia que se encuentra en un momento complicado dentro de su matrimonio, razón por la que decide separarse de manera temporal de su esposa Nikki (Sepideh Moafi). 

Padre de cuatro (una adolescente y tres niños pequeños), él busca resolver sus problemas de pareja, pero no puede evitar sentirse derrotado al descubrir que Nikki ha comenzado a salir con un compañero de trabajo llamado Derek (Chris Coy). Dicha situación provoca una profunda impotencia en David, quien en su desesperación tendrá arranques de furia cada vez más y más violentos.

Estas emociones exacerbadas son el punto de partida de Machoian para construir un interesante retrato sobre las concepciones que se tienen respecto a la masculinidad, así como de sus profundas contradicciones. Todo esto es encarnado gracias a la notable interpretación de Crawford, que se encuentra llena de matices y que son representadas entre el dolor que experimenta David, sus esfuerzos por reconectar con su familia y una psique que se muestra cada vez más perturbada.

El director va construyendo una serie de postales de la América rural, cuyos enormes espacios e inabarcable extensión contrastan con las emociones y la represión interna del protagonista. Asimismo, incorpora un diseño sonoro que contradice el naturalismo de su propuesta y que se compone de ruidos y golpes secos, así como de una inquietante banda sonora. Todos estos elementos logran producir una tensión insostenible, que va creciendo hasta su durísimo y devastador tercer acto. 

Es así como The killing of two lovers se vuelve un recordatorio de los alcances que tiene el cine independiente contemporáneo, en términos de la profundidad dramática y el desarrollo emocional de sus personajes. Se trata de un relato humano, incómodo y retador sobre la violencia que se efectúa en el núcleo familiar y sobre los deseos de una persona de reconstruir una vida rota. 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_494

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