La Escuela de Humanidades (EH) inicia actividades el 7 de septiembre de 1987 en las instalaciones de la Escuela Secundaria de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), con una planta docente integrada por Patricia Pensado Leglise, Veremundo Carrillo Trujillo y Lauro Arteaga Muro (Historia, Filosofía y Letras), 34 alumnos, una secretaria y un intendente. Al año siguiente se incorporan como profesores Cuauhtémoc Esparza, Benjamín Morquecho y José Ma. Palos. La Escuela antes de contar con sus propias instalaciones peregrinó por Economía, Preparatoria II y Enfermería.
Previo a la creación de la EH cada inicio de semestre la UAZ enfrentaba problemas para completar eficientemente la planta de docente en materias humanísticas en todas las escuelas, en particular en la preparatoria. Era frecuente recurrir a la improvisación. La situación exigía que desde la Máxima Casa de Estudios se erigiera un centro académico desde el cual se trabajaran elementos importantes en la vida de todo ser humano como el pensamiento (Filosofía), expresado en el lenguaje (Letras) y encarnado en el devenir histórico (Historia). Académicamente y con los recursos científicos apropiados se estudiaría la riqueza cultural abandonada de la región, así como las corrientes de pensamiento que habían surgido e influido en los hombres de otros tiempos y de otros lugares.
Los humanistas impulsores de la iniciativa se enfrentaban a argumentos como el de que la sola alusión a una EH podía sugerir la idea de un lujo arbitrario o un interés elitista. No obstante el grupo impulsor creía en que la Universidad no debía marginar. Que la historia además de vivirla se debía expresar y escribir. Que en Zacatecas había historiadores, poetas y quizás hasta filósofos que tenían que ser reconocidos como parte de su expresión. La EH no había que pensarla como sucursal de otro país, universidad o escuela, ya que mientras se siguieran alimentando solo de los productos procesados por otros, se seguiría viviendo a medias. Consideraban que la falta de un pensamiento filosófico conductor en la UAZ propiciaba una especie de barbarie cultural, consistente en adoptar una cultura en forma pasiva e indiferente, prefabricada y en muchos de los casos impuesta. Que el despojo de la identidad étnica se asociaba a otro despojo, como el económico.
Era urgente restituir el sentido históricamente humanista de una formación que amenazaba con ser preferentemente tecnológica, utilitaria y totalitaria. A los integrantes del grupo promotor los impulsaba una tradición humanística zacatecana, que iniciaba en el Colegio de San Luis Gonzaga en el siglo XVIII, donde enseño muy joven, el mejor poeta religioso latino de la Colonia, Diego José Abad, junto con los formadores de nuestra cultura moderna: Juan Ignacio María Castorena Urzúa Goyeneche y Villareal, primer periodista de América y el polifacético José Rivera de Bernárdez. La nueva EH ayudaría al rescate de las tradiciones regionales, a conformar la fisonomía del zacatecano y sus relaciones con la tierra y con los demás habitantes de su entorno. Así como a desenmascarar los mecanismos de dominación, de modo que el profesionista egresado de la UAZ sería el pensador estratégico del pueblo, de un pueblo pobre.
La licenciatura en Humanidades a) Se desarrollaría en dos etapas: tronco común (cuatro semestres) y secciones especializadas (otros cuatro semestres). El tronco común daría una formación básica, general y profunda, sobre cultura indígena, europea, mexicana y regional, en aspectos históricos, éticos, estéticos, científicos, etc. Las secciones serian Filosofía, Letras e Historia; b) Se ofertaría un sistema escolarizado y otro abierto, pensando en los que no pudieran cursar la licenciatura en el sistema ordinario, con trabajo los fines de semana y el verano; c) La estructura académica se trabajaría con un sistema modular, no con el departamental. Por problemas, no por asignaturas. Para lograr dar seguimiento a los objetivos curriculares d) El personal docente trabajaría necesariamente en equipos, ya que los módulos serían interdisciplinarios y no se contaba con personal especialista en todo; e) Las actividades sustantivas de la Universidad: docencia, investigación y difusión serían actividades habituales de los docentes. Se trabajarían desde el pueblo y hacia el pueblo y f) La EH tendría su cede en Jerez.
El proyecto para conformar la EH empezó a formularse en julio de 1985, entre cuatro o cinco amigos con formación humanística, en reuniones caseras y por el amor a la sabiduría. Fueron invitados a colaborar varios maestros conocedores del área, el trabajo lo concluyó (con algunas integraciones y separaciones) el equipo original, el grupo promotor estuvo formado por Lauro Arteaga Muro, Héctor David Cárdenas Montoya, Veremundo Carrillo Trujillo (coordinador), Cuauhtémoc Esparza Sánchez, Benjamín Morquecho Guerrero, Jesús María Navarro Bañuelos, José María Palos de la Torre, Patricia Pensado Leglise y Juan Francisco Rodríguez Caldera. En agosto de 1986 (Jerez) se formó un comité de apoyo nombrado por representantes de la comunidad con la presidencia de Benito Juárez García. A partir del 1 de noviembre del mismo año, el municipio de Jerez cedió el llamado “Edificio de la Torre” para la EH. Los subsecuentes días 6 y 7 se realizó un Foro iniciado en Jerez y desarrollado en Zacatecas para discutir la conveniencia, características y orientación de la EH, con la participación del filósofo Enrique D. Dussel, los historiadores Margarita Moreno y Tarsicio García, y la maestra en letras María Luisa Capella y el aval académico de Alfonso Sánchez Vázquez y Eli de Gortari.
Sé parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes: http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.
*Docente Investigador de la Unidad Académica
de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT
*Docente Investigadora de la Unidad Académica Preparatoria.
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