Hace cinco años, en el último proceso electoral en el estado de Zacatecas para elegir congreso, gobernador y alcaldes, yo aún fungía como Director del Hospital General, en donde me pude dar cuenta que a mis espaldas, la subdirectora médica, con el objetivo de congratularse con quien la había colocado en ese puesto: su gran amigo el Gobernador saliente Miguel Alonso, se dio a la tarea de organizar las ya clásicas, pirámides electorales, que consistían en seleccionar a personal directivo – sobre todo si éste era de confianza – a armar una pirámide de 50 seguros votantes por el PRI y por su candidato ALEJANDRO TELLO – actual gobernador – cada directivo de medio hacia arriba tenía que dar 50 nombres e incluir todos los datos de su credencial de elector y claro su número telefónico.
¿Cómo funcionan las famosas pirámides? La situación era la siguiente: que el día del proceso electoral o un día antes el posible elector sería conectado por vía telefónica recordándole que de no votar por quien se le indicaba, la posición laboral de su pariente o amigo estaría en riesgo.
¡ESTO ES CLARA, TOTAL Y ABSOLUTAMENTE ILEGAL!, y se llama COACCIÓN DEL VOTO que en teoría tendría que ser libre y secreto. Esta situación provocó una confrontación entre la subdirectora y un servidor, y el gobernador de entonces para evitar conflictos, la premió con una posición más elevada de la que tenía en la Secretaría de Salud. Nombrándola Directora de Atención Médica; yo presenté la denuncia correspondiente pero las autoridades del Tribunal Estatal Electoral que servía para maldita la cosa, la desecharon, poco después – claro – me cargaron con todo para fuera de la institución con el sindicato por delante, a lo que doy gracias al cielo, por que con tanto conflicto mi salud se puso en riesgo.
Los datos de las pirámides que logré detectar las guardo como un tesoro – así como las pruebas de muchas otras corruptelas – para mejores tiempos, que por lo que se ve, no los habrá porque los gobiernos cambian de color y de partido, pero siguen siendo encabezados por las mismas personas, PRI, PRD, de nuevo PRI y en adelante posiblemente MORENA, no representan realmente un cambio en muchos de los temas, en especial en el de la justicia en su más amplio concepto.
Eran los tiempos en que el Secretario de Salud, el Dr. Raúl Estrada, organizaba reuniones con los personajes claves del sector a los que les INDICABA, así con mayúsculas que tenían que votar por el Sr. Gobernador- a quien le debían su puesto recalcaba – les estaba indicando que de otra forma serían removidos de sus funciones. Yo asistí a esas reuniones y se realizaron las denuncias correspondientes; no pasó nada.
La forma como funciona es muy simple, quien se opone a los usos y costumbres de la política les sucede lo que a mí, cuando regresé una tarde y me encontré con que era imposible acceder a mi oficina donde se quedaron mis objetos personales y lo que más me pesa: muchos escritos en el CPU de mi computadora, pero eso no solo me pasó a mí, sino a muchos más que de la noche a la mañana se encontraban con que al menos sus objetos personales estaban fuera de su oficina, que habían sido removidos y si no era posible echarlos – como a un servidor – entonces los cambiaban a una posición secundaria en algún lugar distante.
Pues bien, esperaríamos que con la alternancia las cosas de alguna forma hubieran cambiado para bien, pero tal parece que no pues recientemente me enteré que las pirámides siguen siendo una realidad al menos en el municipio de Guadalupe, donde se le presiona sobre todo a quienes ostentan un puesto de confianza a recolectar no 50, ahora se trata de 300 votos a favor de MORENA, de otra forma saben bien lo que se les espera, y claro no doy nombres, porque darlos perjudica seriamente a quien me proporcionó esta información.
Esto simplemente nos dice que los usos y costumbres y las formas de hacer política en nuestro país son las mismas, que poco a cambiado. Con un INE claramente parcial, y un presidente diciendo tonterías: “que se resuelva lo de Guerrero y lo de Michoacán con una consulta telefónica”… ¡Por el amor de Dios!, con un candidato amenazando no solo al proceso electoral, o a la institución a cargo – supuestamente independiente pero a todas luces parcial – y no solo a ellos sino a sus consejeros, y con los medios echándole más leña al fuego, incluso personas que pensábamos serias, imparciales como Ricardo Rocha que en su última colaboración del Universal afirma que SALGADO MACEDONIO AMENAZÓ DE MUERTE AL CONSEJERO PRESIDENTE CÓRDOVA VILLANELO, lo cual es una mentira, claro que lo amenazó – lo que está ya de por sí mal y debería ser castigado por ello – pero no le amenazó de muerte, esto es sensacionalismo, como el juicio mediático realizado en contra de este peculiar personaje que fue declarado culpable en un JUICIO – claramente – SUMARIO.
Con todos estos elementos la verdad es que no le dan ganas a un ciudadano por responsable que sea, de ir a votar. Cómo hacerlo, si los candidatos de MORENA, al menos los locales, fueron elegidos por un grupo caciquil que domina estas tierras desde hace ya varias décadas, y mucho menos como votar por aquellos que representan por los colores que portan, lo más inmundo y corrupto de nuestra historia política reciente, como votar por el PRI con todo el historial de PEÑA NIETO y compañía, como votar por el PAN con las corruptelas y la hipocresía de sus ex senadores actualmente indiciados y bajo proceso, como votar por el PRD – o lo que queda de él – con la triste historia de los CHUCHOS, como votar por partidos tan corruptos como el VERDE o el PT.
Es claro que no hay ni a quien irle, tendríamos que presionar por que hubiera más candidaturas ciudadanas que en el recién proceso electoral que vivimos se redujeron exponencialmente por todas las trabas que les ponen para dificultarles el camino.
Existen raras excepciones de personas honestas, pero son precisamente esas excepciones las que confirman la regla. ■
