■ En representaciones escritas es “despreciado por sus capacidades y su origen”: Ballesteros
■ Este personaje inicia una tradición de desconocer a las instituciones cuando no lo favorecen
■ Asumió la Presidencia del país por un proceso que era legítimo más no legal: Jacobo Bernal
“A 200 años, los procesos históricos nos deben de ayudar a repensar el presente. Qué es lo que falta por hacer en nuestros procesos democráticos institucionales; qué pasa con la inclusión o el racismo en la sociedad mexicana; qué tanto se reconoce a los provenientes no sólo indígenas o españoles sino también de la población africana. Me da gusto que estas fechas, que las conmemoraciones den pie a la reflexión, a la discusión y que arrojen nuevos datos históricos que pueden ayudarnos a una mejor comprensión de lo que somos hoy como país”.
Así lo considera el historiador zacatecano José Eduardo Jacobo Bernal, quien en el marco de la conmemoración de los 200 años del Plan de Iguala, de la Consumación de la Independencia pero también del 190 aniversario luctuoso de Vicente Guerrero, conmemorado el pasado 14 de febrero, destaca la importancia de este personaje en cierto sentido contradictorio, y sobre el que se ha enfocado la historiografía reciente para determinar su origen afrodescendiente, lo que lo convertiría en el primer presidente de México de dicha casta.
Vicente Guerrero, a decir de Jacobo Bernal, es un personaje fundamental en el proceso independentista, ya que mantiene vivo el sentimiento popular con el que inicia la insurgencia, que después con la aparición de Agustín de Iturbide se detecta una tendencia conservadora, no obstante, Guerrero es quien representaría las propuestas populares que venían desde Miguel Hidalgo y José María Morelos.
“Sin embargo, creo que es una figura alrededor de la cual hay bastante discusión historiográfica: en primer lugar su afrodesendencia, si es cierto o no es cierto, y si ello implica la participación de otros sectores populares, en este caso los afrodescendientes que han sido relegados de la historiografía nacional, pero está en discusión ese asunto”.
“Pero otro tema que es importante hablar sobre Vicente Guerrero son justo las elecciones. Vamos a ver que Vicente Guerrero perdió las elecciones de manera institucional y legal ante Manuel Gómez Pedraza, porque las elecciones, en aquel entonces, no eran universales o populares sino que se hacían a partir de las legislaturas estatales y entonces Gómez Pedraza gana pero Vicente Guerrero apela a que el voto popular lo hubiera elegido a él y por lo tanto desconoce el resultado oficial”.
Y es que, a decir del investigador universitario, aunque Guerrero tenga ese carácter popular, es el personaje que inicia con una tradición de desconocer a las instituciones cuando no los favorecen. Posteriormente, explica el historiador, Gómez Pedraza acaba siendo destituido por la fuerza y Vicente Guerrero asume la Presidencia por un proceso que era legítimo más no legal.
“Las elecciones en México nacen con contradicciones internas bien marcadas y que hasta la fecha nos siguen afectando. Hoy que estamos en un proceso electoral, esta lucha entre lo legal y lo legítimo sigue causando ruido tanto entre los candidatos como entre los votantes, entonces lo que yo quisiera destacar es que a 200 años los procesos históricos nos deben de ayudar a repensar el presente”, concluye Jacobo Bernal.
Vicente Guerrero: blanqueado
por el pincel de la historia
Sobre la descendencia racial de Guerrero, el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones en México (INEHRM) lanzó el libro electrónico “Vicente Guerrero. De las montañas del sur a Palacio Nacional” para conmemorar el 190 aniversario luctuoso del héroe de la Independencia y en él, la investigadora María Dolores Ballesteros, del Instituto de Investigaciones doctor José María Luis Mora, sostiene que en las representaciones escritas Guerrero es admirado y respetado por algunos, pero “despreciado y objeto de insultos por sus capacidades intelectuales y origen racial”.
En tanto que en las representaciones visuales, aparece como persona de claro origen africano aunque también como un miembro más de la élite decimonónica de piel clara y pelo liso, “ignorando su aspecto físico real”.
“Parece que, para ser considerado héroe nacional no podía ser ‘visualmente’ uno más del pueblo, sino uno más en la clase en el poder, teniendo que desaparecer su herencia africana”, señala la investigadora en su ensayo “Vicente Guerrero: insurgente, militar y presidente afromexicano”.
