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viernes, 19 abril, 2024
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La protección del patrimonio en tiempos de Covid-19 [Parte 3]

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Por: MIRIAM PINEDA BRAVO •

La Gualdra 459 / Arqueología e Historia / Ollin: Memoria en Movimiento

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Dado el contexto de la pandemia de COVID-19 que atravesamos y teniendo como prioridad el cuidado de la salud, como ya lo comentamos en artículos previos (véanse en la Gualdara N°451 y N° 453) entendemos que la herramienta hasta ahora más eficiente es el cumplimiento efectivo de las recomendaciones realizadas por la Secretaría de Salud: el aislamiento social, el uso de cubrebocas y la sana distancia.

Dadas las particularidades materiales de los edificios con valor patrimonial, basados en las recomendaciones que se están generando y mediante lo publicado por instituciones que son referentes en el mundo de la conservación de patrimonio, el Área de Conservación y Restauración del Centro INAH Zacatecas elaboró una serie de pautas para realizar la desinfección de los objetos que son parte de edificios patrimoniales, de manera que resulte segura tanto para la salud de los usuarios como para los materiales, con un listado de productos y la metodología para su aplicación para disminuir las fuentes de riesgos y daños colaterales que pudieran ocasionarse con el uso inadecuado de productos desinfectantes, entre otras actividades que se preparan en camino a la nueva normalidad.

Como ya se ha recalcado la mejor manera de conservar los bienes culturales es evitar el contacto, NO realizar fumigaciones o desinfecciones generales por medio de vaporizaciones o nebulizaciones, ya que los productos utilizados comercialmente e industrialmente pueden generar daños irreversibles en el patrimonio. Si existe la necesidad de contacto directo con los bienes muebles o inmuebles asociados, es recomendable siempre emplear guantes, cubrebocas y careta facial.

Es de suma importancia recordar que nunca se deben mezclar ni diluir productos de limpieza entre sí, ya que pueden generar sustancias tóxicas y peligrosas para la salud; asimismo, se deben guardar dichos productos debidamente rotulados y en lugares con ventilación para evitar la acumulación de gases inflamables que pudieran provocar un incendio o explosión. Estas pautas para la limpieza del patrimonio deben considerarse dentro de una nueva normalidad; hay que recalcar que se debe evitar el uso de productos comerciales que contengan cloro, detergente, amoniaco y agua oxigenada sobre los bienes culturales.

Se recomienda trapear el piso antes y después de recibir un gran flujo de personas y utilizar siempre guantes, lentes y cubrebocas; esta actividad se realizará dependiendo el tipo de piso del inmueble histórico: los pisos de mármol o de materiales modernos se pueden trapear con 10 ml de cloro en un 1 litro de agua, nunca se debe aumentar la concentración, pues no se gana efectividad, pero sí otro tipo de problemas como la emanación de gases nocivos. Se recomienda también evitar el contacto de esta sustancia con paredes y otro tipo de superficies como mesas de cantera o madera.

Los pisos de madera no deben ser desinfectados con cloro, pues como se describió en la primera entrega este producto ocasiona daños en el barniz que lo protege y esto hace que se haga susceptible al ataque de termitas o insectos xilófagos (que se alimentan de madera), por lo que resulta más conveniente utilizar detergente líquido para trastes, el jabón también es un buen agente desinfectante. Se colocan 2 ml en 1 litro de agua para proceder a la limpieza, aplicarlo, dejar actuar un minuto y retirar la solución jabonosa con un trapeador de tela húmedo; se debe evitar la acumulación de agua o la formación de charcos.

Para la limpieza de elementos como muebles y puertas de madera modernos, al igual que en los pisos, no es recomendable utilizar cloro ni alcohol ya que dañan los acabados y barnices; es preferible utilizar una franela blanca humedecida con la solución jabonosa (10 ml detergente líquido para trastes en 1 litro de agua), nunca escurriendo, dejar actuar unos minutos y limpiar los excesos con otra franela humedecida con agua evitando mojar en exceso; una vez limpia la zona colocar la franela en un bote con solución desinfectante (10 ml de cloro en 1 litro de agua) para lavar y reutilizar una vez seca.

En ningún caso intente desinfectar una obra de arte, un elemento histórico o documental; los productos que están recomendados por la Secretaría de Salud desarrollan consecuencias irreparables en su mayoría para los bienes culturales. Por lo cual se recomienda ampliamente se ponga en contacto al Área de Conservación y Restauración del Centro INAH Zacatecas, para facilitarles una asesoría con las indicaciones oportunas. Si tienen alguna duda de cómo cuidar su patrimonio, no duden en contactarnos:

 

Vía SMS o WhatsApp: 492 293 75 52, o al correo: [email protected]

Y en las páginas:

https://www.inah.gob.mx

https://conservación.inah.gob.mx

 

¡Cuídate y cuida tu patrimonio!

 

*Responsable del Área de Conservación y Restauración del Centro INAH Zacatecas.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_459

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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