Durante el año escolar 1964 el promedio general de la Escuela de Enfermería de la Universidad Autónoma de Zacatecas, fue de ocho punto cinco. El aprovechamiento de las alumnas resultó muy satisfactorio, fue la primera ocasión en que prácticamente todos los exámenes realizados, en todos los grados, fueron aprobatorios. Sólo fue reprobatorio uno. Gracias al empeño y dedicación del director de la escuela Dr. Antonio Aguilar, los problemas que se presentaron fueron mínimos.
A diferencia de años anteriores, del total de alumnas inscritas a la carrera sólo dos de ellas no contaban con estudios de secundaria. Resultaba por demás gratificante las felicitaciones que recibían las autoridades del Instituto de parte de los directores de diversas instituciones médicas en el país, por la preparación tan completa que llevaban las alumnas que egresaban de la escuela y que por diversas razones emigraban a otros estado. En ese mismo año concluyeron sus estudios nueve alumnas y se contemplaba la posibilidad de becar a una de ellas para que realizara estudios superiores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para incorporarla como docente.
En el ciclo escolar 1965 la escuela seguía cumpliendo satisfactoriamente, en los cursos regulares no reprobó ni una sola alumna, el promedio general fue de ocho punto treinta y cinco. El Rector José Abraham Torres Viramontes reconocía el esfuerzo y cumplimiento del Director Aguilar así como de la planta de maestros, a nombre del Instituto de Ciencias Autónomo de Zacatecas, sin dejar de lado que la escuela requería maestros especializados. Se esperaba el apoyo de los Gobiernos Estatal o Federal.
Para 1966 las clases y las prácticas de clínica se continuaban realizando en las instalaciones del Hospital Civil, en términos generales el aprovechamiento de las alumnas era muy aceptable. Presentaron su examen profesional tres estudiantes. Debido al enclaustramiento que experimentaban las alumnas por la naturaleza propia del hospital, las autoridades del Instituto gestionaban nuevas instalaciones para que la escuela contará con sus propios espacios en los primeros meses del año de 1967. Gracias a la frecuente participación del director en diferentes eventos académicos y docentes en la República Mexicana y con la recomendación correspondiente, se modificaron algunas de las materias del plan de estudios y fueron incluidas otras. El Rector consideraba a la carrera de Enfermería como la base de la salud de México y por ello redoblaba sus esfuerzos para la superación de la misma.
En el año lectivo 1967 – 1968 ingresaron a la escuela 22 alumnas, en total había 57 estudiantes, de las cuales 42 fueron internas y 15 externas; la distribución era de 22 jóvenes en primer año, 26 en segundo año y nueve en tercer año. El internado resulto insuficiente dado que fueron aceptadas quienes debían como máximo una materia del año previo. La escuela enfrentaba el problema del gran número de pasantes que concluido su servicio social no presentaban el examen profesional para titularse. Las autoridades de la escuela solicitaban al Rector fijar un plazo máximo para quienes lo presentaran. Se solicitaba analizar el problema en un foro de discusión junto con los nuevos estatutos que regirían la vida institucional. Durante ese período presentaron su examen recepcional Elba Leaños y Rosina Arteaga, quienes fueron aprobadas por unanimidad.
El Consejo Técnico de la Escuela estaba integrado por el Dr. Héctor Urbi, la Dra. Josefina Falcón y la enfermera Evangelina O. de Jaramillo. Una de sus primeras acciones fue analizar la conveniencia de modificar el plan de estudios tomando como referencia el de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En consecuencia los cursos serían semestrales.
En el año lectivo 1969 – 1970 la población total de alumnas en la escuela era de 67, de las cuales 46 era internas y 21 externas. Se actualizó el plan de estudios y presentaron su examen profesional Ofelia Díaz de León, María del Refugio Sara Uribe, Esperanza de León Acosta y María de Jesús Jara. Las alumnas egresadas del tercer año realizaban su servicio social en el Hospital Civil, Secretaría de Salubridad y Asistencia y en el IMSS. Las estudiantes realizaron viajes de prácticas y de estudio a los principales centros hospitalarios de la Ciudad de México, asistieron al primer Congreso Nacional de Escuelas de Enfermería y al Congreso sobre Planificación Familiar y Demografía. El director Roque Martínez Lugo asistió al Tercer Seminario de Actualización en Salud Pública.
El problema de la baja titulación continuaba debido a la alta demanda de enfermeras en el sector salud, razón por la que muchas de las egresadas eran contratadas inmediatamente, lo que impactaba en el bajo índice de presentación de exámenes profesionales. Ante esta situación las autoridades contemplaban la posibilidad de eliminar la tesis como requisito para obtener el título y sustituirla por una memoria del servicio social, tal como se realizaba en otras Escuelas de Enfermería en el país. La medida permitiría que un mayor número de pasantes lograran titularse.
En el período de 1971 – 1972 la inscripción a la escuela fue de 81 alumnas, de las cuales 55 fueron internas y 26 externas. Presentaron su examen profesional 15 estudiantes. Se dotó a la escuela de nuevas aulas que fueron acondicionadas en la parte baja de los dormitorios del internado y se cedieron las anteriores a la Escuela de Odontología. Se construyó un local para el laboratorio y se adquirió material y equipo para su óptimo funcionamiento, al tiempo que se consiguió mobiliario para la biblioteca y se invirtieron 10 mil pesos en libros. ■
*Docente Investigador de la Unidad Académica
de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT
*Docente Investigadora de la Unidad Académica Preparatoria.
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