Autora: Paulina de León Trejo
Residencia: Guadalupe, Zacatecas, México
Estaba Antonio Aguilar
ya listo para charrear
a la hermosa Catrina, la rubia,
sin saber que bailaba la cumbia.
Antonio pa’l IEZ llegó,
se encontró con el director,
en vez de irse al Panteón,
llegó al bar y un vino se tomó.
Llegó a la casa muy borracho
y ya no podía caminar,
y su mujer lo estaba esperando,
pues con la chancla le iba a pegar.