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martes, 23 abril, 2024
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La Utopía en el Hogar (27) La cultura y el arte reloaded

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Por: Jorge Humberto De Haro Duarte •

Todo parece indicar que después de tanto tiempo transcurrido, los pobladores de este planeta estarán sujetos a los protocolos de sanidad que habrán de marcar los mecanismos de prevención, mantenimiento y rehabilitación que habrán de aplicarse dentro de la nueva normalidad, donde habrá mucho que aprender, sobre todo en lo concerniente a la tecnología digital y cibernética en las que la enseñanza alternativa deberá entrar en vigor mucho antes de que se estuviera preparado para tal efecto. Lo que hasta hace nueve meses parecía lejano y más que utópico, irreal, se ha tornado necesario y emergente; más aún, habrá que superar con mucho y a grandes pasos el nuevo analfabetismo social hacia el ABC del manejo de comunicación en redes y en plataformas. Quién iba a decir que todo aquello que era catalogado como algo hasta ocioso, ahora se volverá imprescindible para todos aquellos que quieran mantenerse vigentes en el todavía impredecible futuro al que hay que ajustarse para sobrevivir con decoro.

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La necesidad de aprendizaje de nuevas habilidades se ha incrementado y todavía no es fácil predecir hasta dónde se fijarán los límites indispensables, los necesarios y los indispensables. No nada más en lo que requiere la actividad institucional y la empresarial, entre muchas otras importantes, sino todas las que se refieren a las actividades relacionadas con la educación. En estos días, hay que estar al alba para aprender muchas cosas nuevas, algunas de ellas emergentes en el ideario y el imaginario colectivo y otras que obedecen a procesos a los que hay que incorporarse y adaptarse hasta que los tiempos decidan si se regresa a lo “tradicional” o de plano, habrá que reinventar y diseñar las formas en que la futura sociedad establezca sus pautas de convivencia y de supervivencia.
Pero hay desempeños tangibles e intangibles que deben enfrentarse de formas necesariamente innovadoras, actividades relacionadas al cultivo de la cultura y de las artes. Desde la perspectiva individual, cualquiera puede incorporarse a las redes para mejorar su aprendizaje y también para su desempeño, la primera a través de los tutoriales que ofrecen las diferentes aplicaciones y la segunda utilizando esa mismas para proyectar las diferentes formas de creación ya sea a través de la ejecución individual o de grupos.

En la aparente soledad que ayuda a las personas a desarrollarse desde diferentes formas de introspección, meditación y análisis profundo, hay propuestas que permiten a todos los que estén ávidos de aprendizaje para superarse en los terrenos del conocimiento que mejor les plazca, principalmente desde los terrenos de la lectura y de la extraordinaria cantidad de información que se genera en las redes. Algunas disciplinas como la escritura se pueden dar espontáneamente, poesía, cuento, novela, ensayo y tantas posibilidades; la música está en el momento ideal para seguir su exploración infinita con sus millones de devotos; ni qué decir de la pintura y sus innumerables ramificaciones y aquellos que la mantienen eterna contra viento y marea; la escultura se reinventa todo el tiempo por la evidente obstinación de quienes recrean la naturaleza, y así por el estilo.

Algunas disciplinas tienen que mantenerse en situación de espera, como la danza, el teatro, el cine y espectáculos de calle y espacios cerrados. Los tiempos requieren cierta paciencia que al mismo tiempo invita a la búsqueda de alternativas viables que puedan adaptarse a los requerimientos de los nuevos tiempos. Afortunadamente se cuenta con todas las innovaciones que ofrece la tecnología para intentar nuevas propuestas. Los retos son múltiples, pero pueden ser controlados desarrollando nuevos y buenos métodos de trabajo. Se puede, se debe.

Por mala fortuna, la cultura y las múltiples formas de mostrar las manifestaciones artísticas no son tomadas con la seriedad que deben. Tanto la sociedad como las instituciones tratan estos asuntos desde posiciones selectivas y acomodaticias que dejan a quienes ven en el fomento a la cultura y las artes una tarea secundaria. El estado está obligado a velar por la vida y bienestar creativo permanente de sus artistas y figuras de cultura genuina por medio de un proceso sustentado por la ley en la materia. Es la mejor forma de forjar y luego mostrar una imagen positiva única e inimitable ante los ojos de todos.

Por ahora, nos corresponde reinventar este universo, a todos.

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