■ Otro factor que hay que atacar es “el nepotismo” al interior de las agrupaciones: Adrián Villagómez Meraz
El conflicto por el que, al parecer atravesaron los integrantes de la Orquesta de Cámara y el Coro del Estado de Zacatecas, cuyos pagos de acuerdo a información gubernamental comenzaron a dispersarse, desveló la necesidad no solo de la conformación de las agrupaciones como una entidad jurídica, sino también la urgencia de su profesionalización, la transparencia de ésta y el fin de algunas prácticas al interior de dichos ensambles.
Para Adrián Villagómez Meraz, vocalista del conjunto universitario Huayrapamushka y trovador, cuyo nombre aparece en el texto firmado por un grupo de músicos, académicos y periodistas, es imperiosa la profesionalización de la estructura interna tanto de la orquesta como del coro, ya que en su experiencia, ha observado “mucho amateur”, que indican que es necesaria una evaluación por parte de un ente externo para llegar a la profesionalización.
Asimismo, de acuerdo con el cantautor, otro factor que hay que atacar es “el nepotismo” al interior de las agrupaciones, pues señaló que debido a varios testimonios, músicos cercanos han denunciado que no dan “chance” de entrar y hay mucho control de unos cuantos tanto en la orquesta como en el coro.
Por tal motivo, para Villagómez Meraz, es importante que al formar parte del Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) se cumpla, por parte de los músicos, de la evaluación requerida y que éstas sean permanentes, sobre todo si se tiene proyectado que ambas agrupaciones representen al estado y al país, incluso. Pero para ello, reiteró, se debe acabar con cuestiones “corruptibles” porque “lo que es parejo, no es chipotudo” y debe haber las mismas oportunidades para todos los músicos.
De profesionalizarse ambas instituciones, el cantautor consideró que podrán incidir en el desarrollo cultural de la entidad, aunque será de manera paulatina, porque así es como avanzan las cosas en el estado de acuerdo con su experiencia de vivir 25 años en Zacatecas y dedicarse a la música, una escena que avanza lento y donde “el rollo de los pagos” siempre ha sido un problema.
Por otra parte, criticó que haya tenido que ser en el marco de una pandemia que el Instituto Zacatecano de Cultura comience a proyectar más becas y más recursos para el gremio artístico del estado, cuando deberían ser normales y permanentes tales acciones, haya o no una contingencia sanitaria, concluyó.
