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viernes, 19 abril, 2024
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■ Nueva República La historia es nuestra

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Por: Óscar Novella Macías •

Algún día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino.
Salvador Allende Gossens

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Hay dos tipos de pasajes importantes de la historia, los que conciernen a decisiones de estado o de mercado, tomadas por unos cuantos hombres poderosos, y los que marchan al compás del gran consenso, acompañando los deseos o miedos del pueblo. Claro, ningún evento que se aquilate como histórico puede suceder de forma aislada, tanto en las salas de guerra de la CIA o en Wall Street, las desgraciadas decisiones que se tomen irán a impactar de alguna manera la región más apartada de Mazapil, ese es un ejemplo normal del ejercicio vertical del poder, y esa es la gran diferencia con el enorme grupo de los otros pasajes históricos sobre los que quisiera hablar un poco, los que marchan al compás del pueblo o son de espíritu ciudadano.

La expropiación petrolera, por ejemplo, pudo darse gracias a cierta configuración mundial ventajosa, dónde México le llevaba posición ventajosa en el ajedrez a los abusivos vecinos del norte, más eso no fue todo, falta sumar la gran formación y habilidad del gobierno de Lázaro Cárdenas y, lo más importante que define este periodo: el inmenso apoyo popular que se había logrado forjar. Es este último elemento el que derrumba y erige imperios. El gran consenso puede ser alcanzado mediante la represión, mediante la manipulación, mediante el chantaje, mediante el miedo, etc., pero también puede ser alcanzado mediante la educación y la organización social, ahí sigue estando una de las grandes lecciones de uno de los mejores presidentes que ha tenido el país.

Probablemente los lectores asiduos ya sepan hacia dónde voy el día de hoy. Que la gente haya decidido volcarse en apoyo a la venta de los boletos en un momento tan complicado no es poca cosa, que la gente haya decidido participar para la recolección de firmas para el juicio a expresidentes en esa misma semana, tampoco es dato menor, pero que los resultados en ambos ejercicios hayan superado por mucho las expectativas en un México que enfrenta severos problemas con la pandemia mundial y el desempleo que ésta misma nos trajo, eso definitivamente está marcando una línea importante en el gobierno de AMLO y en el futuro de México.
Mientras todos los conocidos y amigos (como buenos mexicanos) me saturaban el Whatsapp con la pregunta que más se hizo los últimos días: “¿dónde puedo encontrar boletos del avión?”, yo no dejaba de pensar en las puertas importantes que una cooperación ciudadana como ésta puede abrir. A pesar de la campaña negra orquestada por la oposición en contra de esta rifa, a pesar de todas las acusaciones de diversa índole, y a pesar del precio elevado del boleto, la gente estuvo dispuesta a respaldar una iniciativa gubernamental que requería no sólo la lucha por la opinión pública, sino una inversión más o menos importante en un momento económico delicado. No hace falta pensarlo mucho para extrapolar el ejercicio a instancias como CFE y PEMEX, que tan desesperadamente requieren liquidez, y el principal obstáculo para adquirirlo con la inversión hormiga es la confianza de los ciudadanos, pues bien, ayer los ciudadanos dieron un golpe en la mesa anunciando que vamos todos a poner el hombro.

Es por lo anterior que considero los eventos de la pasada semana eventos de peso histórico, pues no hubo una campaña para empujar la opinión pública, sencillamente hubo una explicación somera en los órganos de comunicación oficial, de ahí, la sociedad fue la que se encargó de reproducir la información, todo ello en medio de la otra que sí fue una contracampaña de la oposición y que pedía a los ciudadanos algo increíblemente fácil de hacer: “no firmen, no compren”. La respuesta fue contundente, dificultad económica agregada, dificultad de desplazamiento agregada, intento de mangoneo de la opinión publica agregado, la gente decidió decir “sí” al proyecto que estamos construyendo en comunidad.

Finalmente, las burocracias de la 4T hicieron su parte ante un infierno logístico que les pedía recabar dos millones de firmas en una semana, estuvieron al nivel que se esperaba, pero los verdaderos hacedores de la 4T hace tiempo no son las estructuras organizadas de los partidos, los más comprometidos hacedores de la 4T siguen siendo los ciudadanos, han mostrado una y otra vez mediante hechos que la determinación de sacar adelante el proyecto va en serio, y de nuevo, yo no podría estar más feliz ante estos hechos, pues me recuerdan ese que es uno de mis pasajes favoritos de la historia mexicana, eso que recuperamos en 1938 no sólo fue el petróleo, fue la certeza (misma que nos empuja ahora) de que sólo el pueblo puede dar legitimidad a un gobierno, y sólo un gobierno legítimo puede defender la soberanía de su país. ■

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