Los diversos sistemas de pensiones existentes en el país están entre los mayores problemas de México y en gran parte del mundo. Por lo común, esos sistemas fueron creados en años en los que la creciente industrialización y el auge económico y financiero eran tan promisorios que permitían garantizar el bienestar de los trabajadores después de concluida su etapa laboral.
Durante algunas décadas cumplieron sus objetivos, tan satisfactoriamente que en algunos países se creyó que su éxito estaba consolidado. No se previeron las crisis que en variadas escalas y épocas comenzaron a debilitar a unos sistemas ni que las expectativas de vida de las personas fuera a aumentar sustantivamente.
Eran los años en los que el Estado benefactor creía poder subsistir permanentemente y hasta con mayores capacidades para ampliar los beneficios a toda la población. Algunas pocas naciones de Europa del norte, con elevados estándares de planeación, racionalidad, austeridad y óptima organización social y económica lo consiguieron, pero en la mayor parte del mundo los sistemas pensionarios empezaron a quebrar desde hace unas dos décadas, no siempre por deficiencias técnicas o carencia de fuentes de financiamiento, sino también por cíclicas crisis económicas que desde los años ochenta comenzaron a debilitar a gobiernos y sus instituciones de seguridad social.
México, que reiteradamente ha encarado crisis devaluatorias de su moneda, de liquidez financiera, desempleo, fuga de capitales locales y extranjeros, está ahora entre las naciones cuyos sistemas pensionarios están cercanos a la quiebra.
El ISSSTEZAC, lamentablemente, está entre los institutos que más padecen, entre otros motivos, por el aumento en la esperanza de vida, disminución de la base de trabajadores cotizantes y el aumento acelerado de jubilados y pensionados. Para que el sistema funcionara, los ingresos tendrían que ser significativamente superiores a los gastos, principalmente para el pago de la nómina de los trabajadores y de pensiones. Esto es lo que condujo a la descapitalización del instituto. Mientras más trabajadores haya el ahorro crece y el fondo para las pensiones aumenta, lo cual no ocurre aquí.
La actual administración del gobernador Alejandro Tello Cristerna recibió el ISSSTEZAC con 2 mil 836 pensionados, pero ahora hay 4 mil 446 pensionados, lo cual significa que el número de pensionados crecieron casi ciento por ciento, y con más de mil 800 que ya tienen derecho al retiro. Esto explica porqué el Instituto Mexicano del Seguro Social y el ISSSTE han debido hacer, y continuarán haciendo profundas reformas, como las que ahora urgen al ISSSTEZAC.
En este adverso entorno, el gobierno de Tello Cristerna está decidido a resolver de la mejor manera posible la situación y hacia ese objetivo están enderezadas seis acciones que incluyen la conversión de reserva técnica a líquida; recuperación de adeudos por cuotas, aportaciones y prestaciones; lograr que la línea empresarial vuelva a rendir utilidades; reducir el gasto operativo, ahorrar en servicios personales y disminuir el déficit financiero; atender las 109 observaciones de la Auditoría Superior del Estado, desarrollar un Sistema Informático que nos ayude a tener la información confiable y objetiva, así como una actualización a la normatividad interna y la Legislación vigente para hacer de la Institución, uan vida perene o cuando menos prolongar lo que ahora ofrece.
Estas acciones están acotadas por severas normas de ética y transparencia. Por ejemplo, para la venta de bienes, ya autorizada desde el año pasado por el Congreso del estado, estamos en la integración de un Comité Negociador que, además de supervisar esas enajenaciones, velará por el saneamiento de las finanzas y verificará el pago oportuno de pensiones y jubilaciones.
En este Comité tendrán voz y voto representantes de la Auditoría Superior del Estado, la Secretaría de la Función Pública, en su carácter de Comisión de Vigilancia del Instituto, de los sindicatos de Telesecundaria, de maestros y de la burocracia; la Secretaría de Economía y el Colegio de Valuadores.
Entre los bienes que están en venta destacan los polígonos ubicados a un costado del centro comercial Galerías, ya ofrecidos formalmente al gobierno federal y si la venta se concreta, miles de familias zacatecanas resultarán beneficiadas.
Esos y otros terrenos se promueven entre inversionistas, desarrolladores inmobiliarios. En esta campaña participan las secretarías del Zacatecano Migrante, de Turismo, y de Economía, así como cámaras empresariales locales y de estados vecinos. También hay contactos con la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, para que intervenga en la venta de casas ubicadas en un fraccionamiento de Jerez.
Estas son las prioridades del ISSSTEZAC, y el compromiso con los zacatecanos, trabajadores, pensionados y jubilados, es cada día más firme: rescatarlo, darle viabilidad y convertirlo en un organismo que garantice bienestar a los miles de familias beneficiarias, de hoy y del futuro.
*Director General del Issstezac
