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viernes, 19 abril, 2024
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■ La Nueva Escuela Mi escuela es mi segunda casa, pero mi casa es mi primera escuela

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Por: JOSÉ NARRO CÉSPEDES •

El regreso a clases será a partir del 24 de agosto, pero no de forma presencial, algo que solo se dará hasta estar en el semáforo epidemiológico nacional en color verde. El covid ha transformado las formas sociales para evitar el contagio. La distancia social significó un cambio radical en las maneras en que aprendimos a convivir y demostrar nuestros sentimientos.

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Las formas sociales que hoy cuestiona la crisis sanitaria nos permiten conocer el mundo a través de encontrarnos con los otros, con los amigos, familia, conocidos. Sabemos que somos porque nos reconocemos en los otros.

Sin embargo, hoy estamos ante la disyuntiva de impulsar el conocimiento de nuestros niños desde la distancia, desde sus casas, lo que obliga a nuevas formas de interacción social, que ha sujetado a padres, madres, hermanos, abuelos y abuelas, vecinos a jugar nuevos roles para tratar de ser profesores, acompañantes y tutores además de otros roles. El cierre de escuelas debido a la pandemia de COVID-19 ha afectado a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo.

La emergencia sanitaria ha exacerbado las disparidades que ya existían en la educación y el cierre prolongado de las escuelas podría revertir los avances de los últimos lustros, sobre todo en cuanto a la educación de niñas y mujeres adolescentes y jóvenes.

La educación es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes independientemente de la contingencia de COVID-19. Las escuelas están cerradas, los maestros y maestras han tenido que cambiar sus clases presenciales a una modalidad en línea, y niñas, niños y adolescentes están en casa realizando sus tareas y actividades escolares.

La educación es una forma de brindar estabilidad y seguridad a la niñez ya que ayuda a implementar una rutina, a utilizar su tiempo de forma productiva y así afrontar el trauma, el estrés y el miedo que pueden estar sintiendo a causa de la pandemia.

La escuela hace hombres y mujeres sanos y sanas, sin embargo, la enfermedad cambió, por hoy la realidad y necesitamos niños y niñas con una madurez que los haga comprender que estaremos en nuestras casas mientras podemos superar al Covid. Necesitamos niños y niñas educados por papás y por instituciones donde el amor los ayude a entender que necesita de su solidaridad para que, entre todos, contengamos la transmisión, para que trasladen la escuela a dónde el conocimiento se genere.

En Zacatecas hemos impulsado 11 centros de desarrollo infantil que atiende 3500 alumnos que han sido reconocidos por las mejores primarias del estado. Nuestros niños y niñas cuentan con alto nivel de madurez porque nos hemos esforzados por darles las herramientas para saber que se insertarán, aún en medio de la pandemia, en un mundo que los ama y los espera.

Por eso es muy importante que los niños, niñas y adolescentes puedan seguir estudiando y aprendiendo desde casa, de lo contrario podría darse el caso que olviden algunas cosas que han aprendido. ■

*Presidente de la Comisión de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Desarrollo Rural del Senado de la República.

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