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sábado, 20 abril, 2024
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■ Comentarios Libres Origen del Día del Abogado

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Por: SOCORRO MARTÍNEZ ORTIZ •

Mi más alta estima y reconocimiento, para
los abogados Aquiles González Navarro y,
Jorge Luis Chavira Sánchez. ¡Felicitaciones!

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De las materias que conforman el plan de estudios semestral y que se imparten en Escuelas de Derecho de las Universidades, todas tienen su importancia. Sin embargo, hay algunas que se encuentran mal distribuidas, porque se imparten en semestres que no corresponden. Desde mi punto de vista, particularmente son: derecho romano; lógica deóntica, lógica matemática y métodos y técnicas de la investigación. Debe existir una secuencia de las mismas porque, cuando el alumno ingresa a la licenciatura, es cierto que maneja generalidades sobre temas jurídicos que aprendió en el bachillerato del nivel preparatoria, pero ya en la etapa de su formación, obliga el conocimiento y dominio precisos, que logrará a través del estudio de las diferentes materias en las que una sea la base de otra, y así sucesivamente, de lo contrario, el alumno confundirá como de hecho sucede, conceptos “porque se parecen”. Ejemplo, el derecho constitucional será la base para la materia de garantías constitucionales, así como para el juicio de amparo. No podría entenderse éste, sin antes conocer la primera.

El derecho romano, siendo cuna del orden jurídico debería impartirse en el primer semestre a la par de introducción al estudio del derecho (teoría general el derecho), a la que yo considero la anatomía del propio orden jurídico. El resto de las cuatro que menciono, su lugar sería en semestres superiores cuando el estudiante va adquiriendo elementos que serán su herramienta en el ejercicio de su profesión. En esta medida y conforme avancen los semestres, ya el razonamiento y la investigación podrán ser manejados desde una perspectiva jurídica, que le será de gran utilidad en la redacción de distintas promociones judiciales que los casos requieran, así como para el manejo y consulta de todo tipo de legislación aplicable.

Algo muy importante, podrá adquirir facilidad de palabra para el litigio en juicios orales (muy cuestionados por cierto), en los que, ante la autoridad jurisdiccional ahora llamada juez de control, dentro de las audiencias correspondientes, se desempeñara como abogado defensor particular del imputado, en presencia del ministerio público representante de la víctima. Estando presentes además, los testigos; peritos; personas ajenas al juicio que puedan y deseen asistir, así como la prensa.

Todo un buen escenario en el que el abogado entregará lo mejor de su preparación y profesionalismo, ante un grupo de espectadores, que cómodamente y desde sus asientos observan, como si se tratase de una obra de teatro, además de quedar registrada en videos toda su actuación.

Por otro lado, esas materias asimismo, le permitirán una mejor preparación y presentación de su tesis u otros trabajos, requeridos para presentar su examen que acredite la culminación de sus estudios como licenciado en derecho y posteriormente, si lo desea, se convertirá en un abogado.

¿Qué es un abogado?
Según el diccionario de la lengua española el término de abogado proviene del latín “advocatus”, que significa llamado en auxilio. Esto porque antiguamente los romanos, solían llamar a personas que poseían conocimientos amplios del derecho, para que les auxiliaran en los asuntos difíciles. Su sabiduría era amplia, inclusive se contaba con códigos. San Ivo de Kermartin es un santo francés, considerado como patrón de los abogados, a él se le atribuye uno de los principales códigos éticos de la profesión.

En nuestro país, el Día del Abogado se celebra el 12 de julio. Comentaré cuál fue su origen:
Se trata de una fecha que data de la época del virreinato. El 21 de septiembre de 1551 el rey Carlos I de España y Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, ordenó establecer en la Nueva España un centro de estudios de universidad de las ciencias. Debido a ese decreto, se estableció en nuestro país La Real y Pontificia Universidad de México el 25 de enero de 1553. Las facultades que dieron inicio a la educación universitaria fueron la de Cánones y la de Leyes.

Así fue que el 12 de julio de 1553, se estableció en el Virreinato de la Nueva España, la primera cátedra para la enseñanza del derecho y se dictaron las primeras Ordenanzas de Buen Gobierno. Además, ese mismo día Bartolomé de Frías y Albornoz, leyó la Prima de Leyes, una de las cátedras que había en ese tiempo en la que se introducía al alumno, en los principios fundamentales del derecho romano. Así se ubica este día como la fecha de la primera cátedra de derecho en América Latina.

Los abogados de la época virreinal, empleaban una vestimenta específica que los distinguía: traje negro, zapatos con hebilla de oro o de plata según su posición económica y la tradicional e indispensable toga. Una semejanza: “no basta con ser, también hay que parecer”.

Cuatro siglos después, en 1960 en el Auditorio de Ciencias de la UNAM, por orden del entonces Presidente de la República Adolfo López Mateos, y a petición de un comité encabezado por don Federico Bracamontes fundador del Diario de México, la fecha quedó oficialmente como el Día del Abogado. ■

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