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miércoles, 24 abril, 2024
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El primero de mayo, ayer y hoy

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Por: Óscar Alzaga •

Un joven bello, que se hace retratar con las nubes detrás de la cabeza y el sol sobre el rostro, se sienta a una mesa de escribir… explica el mundo justo que florecerá sobre la tierra cuando el estampido de la revolución social de Chicago, símbolo de la opresión del universo, reviente en átomos.
José Martí, La Nación, 1 de enero de 1888. Buenos Aires.

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El primero de mayo de 2020 será recordado sin las marchas del trabajo de todo el mundo, pero con las y los doctores, enfermeros y personal médico laborando intensamente con el peligro del contagio por salvar vidas. Cuando la mayoría tuvimos que quedarnos en casa para evitar el crecimiento de la pandemia o, trabajando como muchos lo hicieron por patrones que anteponen la ganancia a la salud y a la vida humana.

Muchos recuerdan que el 1 de mayo surgió por la huelga de Chicago de 1886, luego siguió la brutal represión y fusilamiento de los líderes, hasta convertir el 1 de mayo en Día del Trabajo universal. Pero no de Estados Unidos (EU), donde nunca aceptaron el poder monárquico, ni simulado; pero tampoco la ideología social y obrera. Ni durante el New Deal o Nuevo Pacto de Roosevelt de 1933, el mejor presidente de EU.

Sin embargo, la mayor movilización de latinos en EU, la primavera de 2006, de marzo a mayo, llevó a 8 millones de latinos a parar labores y a salir en marcha el 1 de mayo, contra la Ley Semsebrenner, igual de fascista, supremacista y discriminatoria que la de Trump de 2016 y 17. Semsebrenner es dueño de Kimberly Clark, en México representado por Claudio X. González, socio de Televisa y enemigo de la 4T de AMLO.

El revolucionario cubano José Martí fue el primero en dar a conocer a Latinoamérica la lucha obrera de Chicago en 1888, año y medio después, en una crónica indispensable en la lucha obrera internacional, citada en el epígrafe. Que en 1895 moría intentando liberar a Cuba.

Menos conocida es la primera manifestación que se hizo en la Ciudad de México para conmemorar el 1 de mayo en 1913. Apenas algunos libros lo informan como Las pugnas de la gleba de Rosendo Salazar y José G. Escobedo y la Historia del Movimiento Obrero Mexicano de Luis Araiza y la entrevista de Elena Poniatowska a Carlos M. Peralta, un testigo y organizador de la marcha: “en plena dictadura de Huerta”, en El Día, 30 de abril de 1964.

Antes, el 22 de febrero de 2013 Victoriano Huerta asesina a Madero y Pino Suárez, que habían sido electos presidente y vicepresidente de México, luego de tirar al dictador Porfirio Díaz en mayo de 1911. Para muchos el asesino fue Huerta y otros de su calaña, lo cierto es que fue un golpe de Estado del gobierno de EU, el “Plan de la Embajada” no era autónomo, obedecía a su gobierno, pero la historia yanqui y la mexicana siempre quisieron ocultar el verdadero autor de los crímenes.

Convocan a la marcha del 1 de mayo de 1913: La Sociedad Mutualista y Moralizadora de Obreros del D F, La Casa del Obrero Mundial, La Sociedad Benemérita del Ramo de Sastrería, la Sociedad Mutualista de Auxilio y Progreso, El Centro Cosmopolita de Dependientes, obreros de Fábricas de Fósforos de La Central y de Sombreros Tardán, gremios de ferroviarios y tranviarios; personalidades como Díaz Soto y Gama, Heriberto Jara, Isidro Favela y el mismo Carlos M. Peralta.

Entre 15 y 25 mil asistentes se calcula en la manifestación, advertidos de que se les permitía bajo la condición de no insultar a Huerta y su ilegal golpe a la democracia. El acto ante el Hemiciclo a Juárez fue para demandar la jornada de 8 horas y el salario mínimo, pero también contra Huerta el usurpador. Por lo que varios líderes fueron a la cárcel.

Pero Huerta y el ejército de la dictadura serían derrotados por las tropas de Villa en Torreón y, sobre todo, en Zacatecas el 23 de junio de 1914, marcando un cambio profundo en la revolución: el fin de la dictadura y su oligarquía, y abriendo el camino al cardenismo de 1934 a 1940.

Las marchas del 1 de mayo seguirían en adelante, con mayor ánimo las del sexenio de Cárdenas en medio de huelgas, luchas históricas y de triunfos: logra los mejores contratos colectivos, crecen los sindicatos, la reforma agraria ejemplo en Latinoamérica, la expropiación petrolera, la alfabetización del campo y la educación socialista, la derrota patronal de enero de 1936 en Monterrey, la solidaridad con Latinoamérica, la formación de la CTAL y la Guerra Civil de España de 1936-39, las puertas abiertas al exilio de fuerzas progresistas y de izquierda.

El 1 de mayo se hizo una tradición permanente en la capital y en todo el país, que cambiaba con el tono de los gobiernos de centro y derecha, como Alemán, 1946 a 52. Para los años 70 y 80 las manifestaciones del 1 de mayo rebasaban el millón de asistentes al zócalo, la mayoría subordinados al PRI, centrales y grandes sindicatos, con excepción de enorme valor, la que mantenían los sindicatos independientes.

La decadencia del PRI inició con su viraje a la derecha de 1982 a 2018, por lo que tuvo que aliarse al PAN y la iglesia, a la vez que debilitar la soberanía nacional ante EU. Los sindicatos viven una decadencia similar, hasta que inicia la IV Transformación como la política de López Obrador de 2019 en adelante, topando en 2020 con la pandemia.

Por lo cual la nueva Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) tuvo que conmemorar el 1 de mayo, sin salir a la calle, a través de los medios electrónicos de video, fortaleciendo la unidad y la solidaridad, sin perder la centralidad del trabajo y, como dice Antonio Baylos, hacer visibles a los que están en la sombra. Buscaremos que la nueva normalidad pos-pandemia sea construida con nuestras luchas. ■

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