■ Participan la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica y el Centro de Innovación, Ingeniería Biomédica e Informática
■ En el proyecto trabajan 11 profesores y 13 alumnos distribuidos en los procesos de elaboración y se prevé entregar la primera parte este jueves y viernes
■ Ya hubo una primera solicitud de 130 mascarillas para el Hospital General, 50 para el Hospital de la Mujer y 100 para el ISSSTE
■ El costo se estima entre 20 y 30 pesos, pero pudiera ser menor si se consigue material al mayoreo: Jorge Isaac Galván
La Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), a través de la Unidad Académica de Ingeniería Eléctrica y el Centro de Innovación, Ingeniería Biomédica e Informática, elaboran mascarillas y cajas para evitar que personal médico y de enfermería del sistema de salud contraiga el Covid-19 (Coronavirus).
Jorge Isaac Galván informó que la mascarilla que se elabora y se distribuye en los hospitales es ligera, cómoda y brinda la protección necesaria que requieren los médicos y personal de primer contacto con personas contagiadas por el virus.
“La mascarilla sólo es para uso médico, no funciona como cubrebocas para una persona que estuviera enferma. Este virus, por sus características, no requiere equipo de tipo 4 para protección biológica, ya que el contagio es directamente por saliva o gotas al tener contacto con mucosas. Entonces esta mascarilla basta para contenerlo”, explicó.
La mascarilla consiste en una placa transparente de acetato, material que permite una protección eficiente al personal médico y hospitalario ante cualquier salpicadura de parte del paciente.
Según expuso, la mascarilla se fabrica con PLA, material con el que se elabora la diadema, misma que se coloca en la frente del médico, a partir del cual se adapta la protección transparente de acetato. De esa manera, el usuario puede respirar sin que se le empañe la protección, a la vez que se mantiene protegido de salpicaduras hasta los oídos.
Galván informó que en este momento “estamos produciendo a tope lo que podemos, porque como nunca lo habíamos hecho, no sabemos cuál es nuestra capacidad máxima. Mucho va a tener que ver con los insumos que tengamos, para lo cual la Rectoría está apoyando”.
Refirió que están probando con la técnica de corte láser de la diadema, pero por cada una de las máquinas con que se cuenta se producen dos mascarillas por hora, pero posiblemente lleguen tres máquinas más y otra de corte láser, con lo que se aumentaría la producción.
Comentó que se tiene relación con ingenieros biomédicos de instituciones de la salud y hospitales, y a través de ellos ya hubo una primera solicitud de 130 mascarillas para el Hospital General, 50 para el Hospital de la Mujer y 100 para el hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Esta última, pidió 300, mismas que se planean terminar a más tardar la próxima semana.
Sobre el costo que tiene la elaboración de una mascarilla, indicó que no hay un cálculo exacto porque el trabajo que se ha realizado ha sido con material con que ya se contaba, pero aproximadamente se estima entre 20 y 30 pesos, pero pudiera ser menor si se consigue material al mayoreo.
En ese sentido, Galván dijo que las mascarillas y cajas que se están elaborando se donarán a los servicios de salud, pero se ha platicado la posibilidad de que estos adquieran los materiales e insumos y en la Universidad se llevaría a cabo la producción.
Precisó que el proyecto consiste en elaborar mascarillas, como equipo de protección, que además incluyen cajas de acrílico que se necesitan para los procesos de incubado. Sobre estas, se espera tener el prototipo este martes.
“También estamos desarrollando herramientas de diagnóstico mediante Rayos X, proyecto que dirige el doctor Carlos Galván. Ahí lo que queremos es hacer una herramienta con base en diagnóstico asistido, que nos permita determinar por una radiografía la posibilidad de tener Covid-19. Eso nos permitiría reducir costos, porque una radiografía es más barata”, expuso.
Sobre la caja mencionada, comentó que se trata de un equipo muy simple; está hecho de acrílico y se coloca sobre los hombros y cabeza del paciente, y su función es evitar que el médico tenga contacto directo con la segregación de cualquier fluido de parte de la persona enferma.
Es decir, la caja permite proteger al personal que lleve a cabo la intubación del paciente, y que de esa manera se realice el procedimiento sin que haya algún riesgo de tener contacto con algún fluido.
Galván indicó que esta caja se elaboró por solicitud del Hospital General, pero aparentemente el ISSSTE también solicitará algunas piezas. En este caso, cada uno de dichos hospitales solicitó cuatro.
Refirió que en el proyecto trabajan 11 profesores y 13 alumnos distribuidos en los procesos de elaboración y se prevé entregar la primera parte de mascarillas y cajas este jueves y viernes.
Por último, expuso que la intención es proveer de mascarillas y cajas a hospitales del sistema de salud pública, y posteriormente se continuará con hospitales de sostenimiento privado.
“El tema epidemiológico es complicado, es un virus del que no conocemos su impacto y el único ejemplo que tenemos es el de China, donde ya lograron salir de la fase 3, pero les llevó 55 días. Creo que en México se hicieron las cosas con los tiempos correctos y si logramos mantener a la gente en su casa y con estas medidas, la mitigación podría ser rápida”, concluyó.
