Un estremecimiento sufrió la juventud mundial por los rumores en torno a la salud del potosino Eulalio Hernández, saxofonista y pilar del grupazo LA MALDITA VECINDAD Y LOS HIJOS DEL QUINTO PATIO.
No era para menos. Conocidos en el casi todo el mundo, la pureza de sus sonidos estremeció a la juventud alemana, checa, francesa, italiana, polaca y de un sinfín de países que reconocieron la locura de esos batos pachuqueros con sus giras patas de perro que deslumbraron para siempre.
La numerología argentina lo describe como pragmático y con buena habilidad para los negocios, no le desagrada el trabajo arduo, es honrado, leal, decidido, no olvida el bien, pero tampoco la injuria ni el agravio, ama los viajes, le disgusta estar solo, es testarudo y mandón, ese es Eulalio Cervantes Galarza, nacido un 31 de octubre de 1968, en plena Soledad de los Ranchos, municipio conurbado de la capital potosina.
La etapa que vive es un tanto angustiosa y solo faltan escasos 400 días para que su vida gire a un nuevo panorama donde no tendrá ningún inconveniente, pero debe agarrarse bien de la cama pues su vibra es que indica desengaños, atraso en los panoramas afables, calumnias, trampas de toda clase y un largo etcétera donde vale más precaver que echar campanas al vuelo.
Eje central de esa agrupación musical, el famoso Lalo Sax, es símbolo de preparación y estudio, de experimentación y hallazgo y de buenas vibras que lo han de acompañar siempre. ■
