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jueves, 18 abril, 2024
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I Lost my body (J’ai perdu mon corps) de Jérémy Clapin

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Por: ADOLFO NÚÑEZ J. •

La Gualdra 421 / Cine

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De una poesía visual inusitada, I lost my body (2019) es una fábula francesa donde el viaje se vuelve más importante que el destino y cuyos temas principales son el dolor de la pérdida, el trauma que conlleva, así como la búsqueda de amor y de un lugar al cual pertenecer. Dirigida por Jérémy Clapin y con una impresionante animación en 2-D, la cinta inicia con un joven desmayado en una habitación, con sangre a su alrededor. Posteriormente, la acción toma lugar en un almacén ubicado en un hospital en París, donde una mano cortada por la muñeca se despierta en medio de otros miembros humanos adentro de un refrigerador. Una vez que logra salir de ahí, la mano emprende un viaje por la ciudad de las luces para lograr regresar a su cuerpo. De manera paulatina a esta historia, conocemos a Naoufel, el dueño del cuerpo. Viviendo en Francia desde que sus padres murieron en un accidente cuando era niño, Naoufel se siente incompleto incluso cuando tiene dos manos; esto tanto por la tragedia que vivió en su infancia como por la falta de propósito en su vida actual.

I lost my body es la historia de una búsqueda armada en base a dos ejes paralelos en el relato, cuya narrativa se enfoca en los sentidos y los recuerdos que estos evocan. Por un lado, vemos a una mano atravesando todo tipo de dificultades en un intento por reencontrarse con el resto de su cuerpo, a la vez de que, en una serie de flashbacks conocemos la historia de un joven introvertido que experimentó una terrible tragedia personal y que en el presente va por la vida sin rumbo ni objetivos. De modo ágil, Clapin configura el lenguaje fílmico de la cinta a partir de la cualidad táctil que ambos entes, parte de uno mismo, comparten. En ese sentido, el viaje de la mano es motivado por sus mismos recuerdos, los cuales provienen de lo que literal ya ha tocado en el pasado. Dentro de esta misma dualidad, mientras la mano escapa de ratas, autos, personas y otros contratiempos que se cruzan en su camino, Clapin nos informa sobre la vida de Naoufel, a quien vemos torpemente intentando conquistar a una chica llamada Gabrielle, una bibliotecaria francesa de la cual se enamora al instante y que conoce en una fallida entrega como repartidor de pizzas.

En una serie de imágenes que conforman el paso de una vida completa, el director funde la crudeza de la realidad de su protagonista con elementos más apacibles y prometedores, dotando al filme de una profunda melancolía y de emociones de carácter universal. Al final, lo que cuenta la película es la historia de un reencuentro, la recomposición de un joven que perdió una parte importante de sí mismo y que está intentando reconstruirse de nuevo. Tan emotiva como entretenida, I lost my body hace manejo de los mejores elementos del cine de animación, y no es más que una gran metáfora sobre redescubrir lo que se encontraba perdido, ya sea un cuerpo entero, el amor hacia otra persona o la chispa que estaba apagada dentro de uno mismo.

 

 

            https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_421

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