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martes, 23 abril, 2024
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La izquierda en el cine mexicano del siglo XX. [Segunda parte: El melodrama, género preferido de la derecha]

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Por: XAVIER ROBLES •

La Gualdra 403 / Cine / Desayuno en Tiffany’s, mon ku

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El melodrama, como género, es arma favorita de la derecha no sólo en el cine mexicano, sino en el mundo. Para crear el género, muchos escritores y artistas, fundamentalmente franceses, se pusieron de acuerdo en la segunda mitad del siglo XIX, con la intención de sustentar obras que reflejaran fielmente el pensamiento de la clase dominante emanado de las revoluciones de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que dieron el poder a la burguesía en muchos lugares del mundo.

Al melodrama no se le reprocha necesariamente su calidad estética, como muchos suponen. Hay, por ejemplo, en el cine hollywoodense, muchos ejemplos de melodramas bien escritos y bien filmados. Lo que caracteriza al melodrama es fundamentalmente la falsificación de la realidad, la suplantación de la misma, para crear convenciones dramáticas que nada tienen que ver con el mundo que vivimos. Por supuesto, esta característica necesita también de contenidos políticos casi siempre de derecha o reaccionarios, pues son prácticamente imprescindibles al género. Finalmente, esa falsa realidad subvierte y trastoca los mecanismos y responsabilidades de la clase en el poder, para crear mensajes alienados y un fetichismo político que enajenan y desmovilizan a las clases trabajadoras en su conjunto.

Cartel de la película Santa (1931), de Antonio Moreno.

Cartel de la película Santa (1931), de Antonio Moreno.

 

Aunque los escritores y directores de derecha comprendieron bien esto desde los inicios del cine sonoro en Hollywood, en nuestros días el género ha sido tan manoseado y difundido que ha perdido la fuerza original con la que fue creado y ya no cumple eficazmente con los objetivos políticos que se le asignaron en sus orígenes. Por eso es inevitable también, en el análisis de la historia de la izquierda en el cine mexicano, comprender primeramente el género que sustenta los diversos filmes. Esto nos remite a las intenciones del escritor, del director o de ambos.

Así que no es raro en los inicios del cine sonoro encontrar melodramas como Más fuerte que el deber (1930), escrita y dirigida por Raphael J. Sevilla, cuyo registro se ha perdido, pero de la que se sabe que es un melodrama sonorizado a base de discos; o la primera versión de Santa (1931), de Antonio Moreno, adaptación de Carlos Noriega Hope a una novela de Federico Gamboa, sobre una joven de origen campesino que es seducida por un militar y posteriormente se convierte en prostituta, y amada en secreto por el pianista ciego del burdel en el que se ofrece.

A pesar de la simpatía que se crea en la historia sobre esta joven de origen campesino, no se puede decir que Santa sea una película de denuncia o cine social, por más que la supuesta vida del burdel fuera interesante para el público de la época. La convención prostibularia mostrada en el filme estaba tan ajena a la realidad de la prostitución urbana o campesina verdaderas, que de ninguna manera se puede considerar una película de izquierda o de denuncia. Nada más ajeno a las intenciones de su director o de sus escritores.

 

 

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_403

 

 

 

[i] Segunda entrega de la serie de textos escritos y facilitados por el escritor de libros cinematográficos, Xavier Robles (Rojo amanecer, 1989; Los motivos de luz, 1986). Robles, siempre comprometido con los movimientos sociales de izquierda en México, nos comparte los ensayos que esperamos aporten reflexión sobre el cine. Nota de Carlos Belmonte Grey.

 

 

 

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