■ Hay documentos que dan a conocer la represión que se tuvo hacia este sector: Ibarra Santos
■ La matriz de la violencia en México es la corrupción, la impunidad y la crisis de legalidad
La masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968 significó el inicio de la persecución y embate del gobierno mexicano contra los estudiantes organizados de todo el país, en específico de las Normales Rurales, pues éstas tuvieron una participación activa en ese movimiento, afirmó el académico Manuel Ibarra Santos
“El movimiento del 68 no puede entenderse ni comprenderse sin la participación organizada de los estudiantes. La visión de la historia ha centralizado el conocimiento del movimiento del 68 en algunos acontecimientos verificados en la Ciudad de México, pero no solamente fue eso”, expuso.
Aunque el movimiento fue protagonizado por los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional, manifestó la importancia de destacar la presencia y el sacrificio de los normalistas rurales, porque incluso “aportaron la misma cantidad de muertos que en la matanza de Tlatelolco”.
Indicó entonces que el movimiento del 68 es emblemático, “pero no lo es todo ni es sólo el 2 de octubre”, pues la Operación Galeana, nombre de la misión del Ejército, fue tan sólo el inicio de la represión en contra de los estudiantes organizados del país.
De acuerdo a Ibarra Santos, el embate del Gobierno Federal no se circunscribe a los estudiantes de la UNAM o el IPN, sino que se extendió hacia las entidades de la República, contra los alumnos que podían dar dimensión al movimiento del 68: los normalistas rurales.
“Hay documentos en archivos que nos dan a conocer la represión brutal que se tuvo contra los estudiantes de las Normales Rurales, igual o peor que la vivida el 2 de octubre de 1968, y de la misma forma se ocultaron cifras, mientras que los jóvenes resistieron hasta donde pudieron la represión brutal del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz”, agregó.
Por otra parte, explicó que la violencia criminal es proporcional al nivel de complicidad y corrupción del Estado Mexicano, pero también de su clase política, por lo que en México no solamente se vive una democracia con una “economía canalla” en manos de las mafias del crimen organizado.
Es decir, Ibarra Santos señaló que la matriz de la violencia en México es la corrupción, la impunidad y la crisis de legalidad, por lo que el reto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es desmontar el viejo régimen político fundado en el pacto de corrupción e impunidad que prevalecen.
